La perspectiva que nos presenta la ciencia es, en cierto sentido, incómoda porque hemos entendido que somos más insignificantes de lo que pudimos imaginar alguna vez. Podrían deshacerse de nosotros y de todas las galaxias y de todo lo que vemos en el universo y casi no cambiaría la cosa. Así que somos insignificantes en una escala que Copérnico nunca hubiera imaginado. Y además, resulta que el futuro es miserable. Así que las lecciones principales que me gusta dar son primero somos insignificantes y segundo el futuro es miserable. Ahora bien, eso -- ustedes podrían creer que eso debería deprimirlos, pero yo argumentaría que, de hecho, eso debería animarlos y proveerles una forma diferente de consolación.
6 de febrero de 2013
Lawrence Krauss: Nuestro universo sin Dios 1m
Etiquetas: reflexiones - Publicó persona.vitrea a las 09:00
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