30 de noviembre de 2012

Lo del wordpress ya valió...

Lo que hice en la oficina, por instrucción del director, no se vaya a creer que me mando solo, fue lo siguiente: tomé un wordpress, motor popularsísimo de blogs, y lo configuré para administrar el contenido del portal de noticias de la compañía. Dicho portal ofrece noticias, pero también ofrece audios de los programas de radio de la empresa, entrevistas, podcasts, etcétera. Claro que también hay un grupo de blogs, un apartado de galerías, y uno de videos. Pero en sí eso es todo. Es decir, contenido de texto y multimedia, es decir, lo de costumbre, el contenido que hoy en día todos tienen, es decir, lo que cualquier gestor de contenido debe poder subir a internet.

Mis modificaciones, o bueno, adaptaciones fueron para que desde la misma interfaz, es decir desde la que se publican los posts en wordpress, se pudieran dar de alta programas de radio y blogs, y se pudiera subir tanto noticias, como entrevistas, como podcasts, como videos, como posts, como galerías. Eso quedó en dos semanas y media. Lo mostré en una junta con los demás compañeros del equipo de desarrollo y hubo muchas objeciones ambiguas sin fundamento técnico y ataques personales (a mi ética, a mi capacidad, a mi falta de trabajo en equipo, etcétera). La única objeción técnica era que todavía no se conectaba ni subía cosas al azure (nube de microsoft), así que me puse a trabajar otra semana, al final de la cual ya tenía todo funcionando en la nube: ya subía tanto los archivos multimedia como los de datos, ya guardaba en la base de datos de azure, todo con los formatos y características requeridos por la nueva página de noticias.

Cabe mencionar que durante esa semana fui agredido por mis compañeros de distintos modos: para empezar me dejaron de hablar, cuando hicieron un cambio de server nunca me avisaron, cuando me enteré (porque era obvio que me iba a enterar) no quisieron crearme un usuario hasta que fui a reclamar a dirección, mencioné que me estaba basando en unos archivos y al día siguiente antes de que yo llegara a la oficina los borraron, me hicieron una sección aparte en el azure para que no les fuera a joder lo que llevaban de su precioso desarrollo, pero cuando pedí que me hicieran una copia idéntica de lo que llevaban hecho se negaron alegando que eso era imposible, y que mejor me pusiera yo a investigar en la documentación del azure como hacerle (ya que su trabajo les había costado), y con todo y contra todos al final entregué un wordpress que subía/editaba/borraba todo en la nube. Bueno, lo hice de manera limitada, sólo para las noticias, pero una vez logrado en esa sección hacerlo para entrevistas y podcasts y los demás contenidos era cosa de otras dos o tres semanas de trabajo (y eso haciéndolo yo solo), y era pan comido.

Entonces fuimos a una nueva junta, demostré mi logro, y otra vez de parte de los otros programadores puras objeciones ambiguas y vacías, y ataques personales. En un momento dado mencionaron que mi código era muy malo, y que de hacerse en wordpress de todos modos iban a tener que rehacerlo todo según porque o bien no iban a entender mi código, o porque iba a ser tan malo que mejor lo iban a hacer desde cero. Es de esas veces en que la falta de argumentos de la oposición es tan evidente (decir por ejemplo: "me han dicho otros desarrolladores que wp es muy malo", --me han dicho, así, sin comparaciones, benchmarks ni datos duros ni fuentes, háganme el rejodido favor), en que la mala voluntad era tan pero tan obvia, que si yo hubiera sido el jefe les hubiera puesto una regañiza a todos y hubiera adoptado el wordpress como gestor de contenidos. Nuestro jefe en cambio les pidió a todos y cada uno su VOTO, y cuando todos votaron que no querían usar lo que yo había hecho, se conformó y dijo que entonces se haría como ellos, la mayoría, querían... Estilo demócrata, órales. Yo francamente no entiendo su visión, pero pues sólo me queda conformarme también, hay otros sitios que trabajar, y me pondré a hacerlos con mi "espantoso" estilo de codificación que, ok, no es lindo, no soy un poeta del php ni del javascript, pero, y esa es otra "crítica" que me hicieron, funciona, y ese es mi objetivo cuando escribo.

Y claro que me dio coraje. Cuando en la noche bañaba a mi pequeña estaba callado, pensando en que mi esfuerzo había valido madres, y mi nena me preguntó ¿por qué estás enojado papá? "No es nada, mi amor, estoy bien, estoy bien".

29 de noviembre de 2012

Lipogramiando hispano

Nunca había sido tan duro transcribir mi razón, platicar la noción "lipograma" y usarla con la misma ocasión: omitir una vocal al narrar una historia o una ilustración. Pal' caso: aquí no usar masculinos, o allá sólo plural, y todo por los ultra-malditos artículos de mi idioma originario.

Quitar un vocablo, una única vocal, y lo complica uno todo todo todo. Uno no logra aclarar las cosas rápido (o ágil), con dos a cinco palabras. No, hay que buscar homologías, y típico, uno usa mil mañas para no aludir a la innombrada voz abominada.

Claro, hay a la disponibilidad total hartas palabras sin dicho trazo particular y apartado, prohibido, suprimido... Y si vamos a anotar una pugna con uno, ¿no habrá algo chistoso, jovial, gracioso y guasón para uno mismo? Por otro lado, no diviso algo así al hablar con mis amigos; hallar la vía para pronunciar o improvisar un lipograma oral con tal dificultad. ¿Habrá dicha posibilidad?

Ahora, imaginad un mundo sin a's, o sin i's, o hasta sin u's, y gracias a la constancia mostrada por cada vocal al hablar o anotar, la dificultad disminuiría sin duda. No así con la vocal omitida aquí, obra mínima, lipograma con uno o dos o más párrafos. Nada más ni nada sustraído...

Gusta mucho a un tipo como yo colocar unos garabatos sin rumbo como acá arriba. Claro, con forma rara, con difícil asimilación para la idiosincrasia Hispana. Ni modo, y salud.

28 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (13 de 13)

De hecho, hay muchas estrategias para entregar contenido de forma gratuita en internet, y al mismo tiempo lograr vender ese mismo contenido, y ofrecer junto con lo que ya se dio gratis algunos otros detalles adicionales no-piratebles como incentivo para que te compren tus productos. Hay quienes ofrecen tres capítulos del su libro gratis, una copia digital completa del libro en 20 dólares, y una copia impresa y autografiada por el autor en 100 dólares, y funciona. Vamos, que sólo es cosa de pensar e imaginar, de ser creativo, y explotar mejor la internet para sacarle provecho sin estar ahí acusando a quienes descargan los contenidos de malditos inmorales corruptotes.

En pensamientos posteriores se me ocurrió también que, por ejemplo, ¿cuál sería el castigo para alguien que tuviera una mente privilegiadísima y lograra aprenderse, digamos, Ética para Amador (entre otros libros) de memoria tras haberlo leído de una copia legítimamente comprada en una librería, y luego lo recitara en público o para sus amigos? Es decir, suponiendo que dijera que lo que está a punto de decir viene del libro fulano, escrito por Fernando Savater, en la página equis, y reprodujera de manera exacta, íntegra, un capítulo hoy, otro mañana, otro más pasado mañana, etćetera. ¿Estaría incurriendo en alguna especie de delito? No se habría robado nada, no negaría la autoría de nadie, ni plagiaría nada, sus "lecturas" serían en su mayoría privadas, y alguna que otra pública por petición de sus conocidos, y serían por placer y por compartir, sin ningún tipo de lucro. ¿Se trata aquí también de robo?, si sí, ¿por qué?, y si no, ¿cuál es la diferencia entre tener una mente privilegiadísima como esa, y una prótesis como una computadora para guardar textos para nuestro uso personal?

Y ya para finalizar, en Los invitados de la princesa, última novela de Savater, hay un texto llamado Examen de selectividad en el que la protagonista es una viuda madre de una hija que se clava irremediablemente en internet. La mujer se preocupa por su cría porque empiezan a bajar sus notas del colegio, y a ese ritmo reprobará el examen para entrar a la universidad. La hija no le da importancia y sigue metida en su mundo virtual, hasta que la mamá llega con una lista de sitios que cree que podrían servirle para el examen a la joven. Al final la hija mejora sus calificaciones pero el precio por esa mejora es misterioso y oscuro. La hija está metida en una especie de grupo "de estudio" que tiene trazas de secta religiosa, negocio de multinivel, o grupo paramilitar. La cosa es que eso en lo que se metió es extremadamente ambiguo y la mamá no sabe si su pequeña adolescente está metida en algo feo, grave, peligroso o qué demonios. Antes del desenlace la protagonista se mete al sitio web de ese "grupo de estudio" y trata de registrarse falsificando sus datos con intenciones de ingresar al sitio para ver de qué se trata. Es rechazada, y su angustia crece. Pero, y aquí sí me va a perdonar Savater pero eso no es verosímil, la rechazan y deja la cosa ahí, no googlea, no busca opiniones de otras personas en internet, no revisa foros ni blogs ni agencias de noticias, no trata de entender en qué falló cuando intentó registrarse para volverlo a intentar si no desde su casa sí desde algún café internet. Es decir, su hija anda en algo, ella está angustiada, hay un problema de comunicación y no se atreve a preguntarle a fondo a la chica, empieza a investigar pero se conforma ante el primer rechazo a pesar de los indicios de algo posiblemente neonazi o religiosoide. Para este momento de internet no me cuadra esa actitud. De menos pensarás: "vamos a ver qué dicen en el mundo de esta página web"; y a googlear, ¿no?

27 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (12 de 13)

Por otra parte, Savater se pone de repente a hablar de que hay que hacer leyes que regulen la actividad digital, en una defensa un poco torpe de la ley SOPA que fue un tema muy importante para todos los que estamos conectados a internet. Dice que hay que legislar, y no permanecer en un espacio sin regulación alguna. Estoy deacuerdo, hay que hacer leyes que protejan a los autores/artistas/creativos, pero las propuestas actuales no protegen a los que crean, sino a los corporativos que los explotan; y en ese sentido me parece que Fernando Savater está fundamentalmente equivocado: la ley SOPA sólo ayuda a una industria obsoleta a hacerse de dientes, no a que un autor defienda sus derechos. Pero la cosa no se queda ahí. Internet es un nuevo medio, pero con viejos delitos; es decir, publicar calumnias es y sigue siendo delito en muchos países, ¿por qué se tendría que hacer una ley específica para sancionar la publicación de calumnias en internet? La pedofilia es un delito en todo el mundo, creo, entonces hay que atacarla independientemente de que sea en internet. Si fotocopiar un libro es un delito, copiar un archivo debería ser algo idéntico en cuanto la tipificación, y debería ser sancionado con la misma severidad o falta de. Es decir, ¿por qué inventar nuevas leyes si se pueden aplicar las que ya existen? Hiciste un uso indebido de una fotocopiadora, ¿ahora te prohibiremos usar fotocopiadoras? No, fotocopiaste un libro y eso conlleva una multa y el pago de derechos de autor a Fulano, punto. Por eso la ley francesa que te quita tu acceso a internet si te pasas de lanza es una de las mayores estupideces que haya oído.

Por mi parte digo que sí, hay que proteger a nuestros escritores y pagarles su esfuerzo, va, eso está padrísimo, pero permitirle a las viejas casas productoras obsoletas que se monten en internet y desde ahí sigan explotando mejor a los consumidores y creadores por igual, cuando en el mundo virtual ya dejaron de ser necesarias esas industrias desde hace tiempo, eso no.

No, nono. No señor, no. Si yo escribo quiero publicar por mi cuenta, si hago un libro quiero venderlo yo, obtener las mayores ganancias para mí, pagar mis impuestos, ok, pero sin dejarle todo el negocio a una editorial que ya ni siquiera va a usar materiales ni instalaciones ni bodegas para manejar mi obra. Y si la gente copia mi libro y se lo pasan entre amigos y familia, ¿qué mejor?, no es un acto de samaritanismo sino que a final de cuentas el que muchos más lo lean me irá volviendo una referencia y al rato que saque otro libro, tendré más posibilidades de que lo compren más y más lectores. Y si no pues ni modo, tampoco escribo para dejar de trabajar, sino porque creo que tengo algo que decir.

26 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (11 de 13)

El ideal es finalmente hacer un software que no ponga a los usuarios en dilemas morales como el arriba descrito. Con ese mismo espíritu se creó la licencia de creative commons, para dejar arte libre, no sujeto a las reglas impuestas por la industria que hacen que sea más fácil (pero no más bueno) robar que conseguir una copia "legítima". Y el argumento de Stallman es que normalmente, cuando tú como programador haces un software no es para volverte millonario y cobrar regalías (esas en todo caso las cobrará Bill Gates tras haberte explotado), no, cuando haces un software normalmente es bajo encargo, con un precio fijo, como un artesano al que le encargan un armario, y cuando lo entregas ya te fue pagado.

Pues bien, con eso en mente, y pensando en que una vez producido puedes duplicarlo infinitamente sin mayores costos; y puesto que ya te lo pagaron, puedes regalarle ese producto (que nuevamente, ya te liquidó quien te lo compró en primer lugar) a la comunidad de programadores para que esta pueda mejorar y crecer. Y es así como se han hecho cosas fantásticas como el Software Libre, GNU/Linux, Apache, Mysql, PHP, javascript, y demás softwares excelentes y que hoy en día son líderes en lo que hacen y poseen las mayores cuotas del mercado que cualquier producto privativo de la competencia. Ya oigo ladrar a quienes no creen que porque sean los más usados sean los mejores productos, ok, pero son suficientemente buenos como para funcionar allá afuera y acaparar la mayor parte del uso.

Supongo que mi problema con Fernando Savater es que se permite muchas licencias retóricas y, al mismo tiempo que se declara relativista con respecto a la mentira condena a la piratería como si fuera uno de los peores cánceres sociales.

Y es que sí, robar siempre es malo, pero hay de males a males. Lo ideal sería no robar nunca, ok, pero cualquiera con un poquito de experiencia de vida sabe que los absolutos pocas veces son viables.

25 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (10 de 13)

Por desgracia, ni todo lo anterior nos exime del compromiso social según el cual podrá no ser tan malo, podrá no ser tan grave, podrá no tener consecuencias, pero sigue siendo una violación a la "propiedad intelectual" (qué término, ¿eh?, --propiedad intelectual--), y por lo mismo sigue siendo un robo, sigue siendo un delito, sigue siendo malo. Sí, robar, igual que mentir, matar, violar, violentar, y un montón de otras acciones, es en la mayoría de los casos síntoma de maldad, corrupción o al menos de pereza moral. Respetar la propiedad es mejor. Y como todos queremos ser buenos...

Eso me lleva al dilema de Richard Stallman, el creador del Software Libre: cuando compras un armario, puedes prestárselo a tu vecino, puedes partirlo en dos y darle la mitad a algún familiar, etc. Pero cuando compras un software en la mayoría de los casos te explican que no lo estás comprando, que es de la compañía que te lo vendió, que lo que estás comprando es el permiso para usarlo, y que no puedes compartirlo ni copiarlo para pasárselo ni a tus hijos, ni a tu esposa, ni a tu hermano, ni a tu mejor amigo, vecino, conocido, etcétera.

Se vuelve ilegal compartir. Compartir es algo importantísimo para el desarrollo humano. Todo el proceso de creación literaria e investigación científica es acerca de compartir. Más allá de que un libro produzca ganancias para el autor, primero el autor tiene unas ideas que quiere sacar al mundo, que quiere darle a otros. En la ciencia también es importantísimo compartir, tanto para que te desmientan como para que confirmen tus descubrimientos. Pero sobre todo, para que otros que están investigando desde sus propias trincheras tengan referencias, puedan saber lo que ya se hizo, puedan basarse en lo que ya se hizo, y el conocimiento avance contribuya al bienestar general. Entonces, esas compañías que te venden "el uso" de su software te ponen en un dilema: 1. respetas el acuerdo que haces con ellas, y básicamente te vuelves antisocial (anti-literario, anti-científico) y dejas de compartir, y le quitas la posibilidad de usar ese programa a tus hijos y demás seres queridos, o 2. cumples con tu deber moral/familiar/social y compartes con tus amigos, pero rompes el acuerdo con la compañía que te vendió el software. Entre dos males, la idea es elegir el menor de ellos, y definitivamente desde el punto de vista comunitario y afectivo y humano el menor mal es romper el acuerdo con la malvada compañía que te quería orillar a ser un hijo de puta.

En efecto, dice Stallman, eliges el menor de dos males, pero no deja de ser un mal, porque romper un acuerdo no es bueno; y por eso es que creó (bueno, él y otros locos nerds del MIT y de otras universidades) la licencia del Software Libre, en la que se vuelve de hecho una especie de obligación compartir, y otorgas (si produces software) todos los permisos y la libertad para copiar, estudiar, y modificar el software publicado con esa licencia.

24 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (9 de 13)

"Pero, ¿y los pobres autores y creativos que van a dejar de tener incentivos para proveernos de sus hermosas obras?". Nos preguntan quienes condenan a la piratería. "Los músicos ya no van a poder vivir de sus regalías", y demás sandeses. Para empezar los artistas, los creativos, los autores, los músicos, no suelen estar en su arte solamente por avaricia sino precisamente por amor al arte. Y es de ese amor, de esa dedicación que nacen productos artísticos de alta calidad. Pero por culpa de la piratería llevamos 30 años de no tener un fenómeno musical del tamaño de los Beatles, o un boom como el de los 60/70, con beegees, zeppelins, deeppurples, frankzappas, Jimmyhendrixes, pinkfloyds, etcétera. Oh, really? ¿Y cómo sabemos que esos maestrazos de la música eran millonarios gracias a sus regalías?, ¿y que eso era lo único que los motivaba?, ¿y cómo sabemos que, si alguien hubiera copiado su música en cassettes (como de hecho se hacía) los creativos hubieran perdido el incentivo para seguir tocando? O sea, motivo único ¿no? Aparece la piratería y automáticamente, como por arte de magia, se desvanecen los artistas cimbradores de mundos... Hay una correlación perfecta entre el día en que empezaron a salir CDs piratas y cuando dejó de haber genios musicales... Ajá...

Un escritor que se pone a hacer un libro con la idea de que se volverá un Best seller como Ética para Amador, y que a partir de ese momento va a poder disfrutar del ocio y la vida y los millones que le van a traer sus regalías, no suele salir de pobre. Normalmente hay un compromiso con el proyecto, con lo que se va a decir, con la práctica de escriba, con ciertas reglas autoimpuestas de rigor y estilo, se sueña con que algunas personas famosas y admiradas aprueben nuestro trabajo, pero no se piensa en volverse millonario, si acaso en una remuneración inmediata, en lo que me van a pagar por este proyecto, por esta traducción, por este libro que me encargaron, por un trabajo en específico.

Claro que si uno es un creativo hay derechos de autor, "propiedad intelectual", y si en una de esas la obra es un hit pues puede el artista cobrar regalías, pero de ahí en fuera no es como si los creativos como gremio fueran despojados de sus tremendas regalías cada que alguien se baja un archivo de internet. Y aún considerando que los artistas sean famosos y vendan mucho y reciban regalías, ellos ganan una mísera porción del precio de lista de sus productos. Es decir, que la industria y distribución y los impuestos se quedan (les roban) con la mayor parte.

23 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (8 de 13)

¿Qué quiere decir eso?, que una vez cubierto el costo marginal mínimo de hacer una copia con medios caseros, y vendiéndolo a una fracción del precio original, sigue siendo un negocio rentable. Que reproducir el producto digital no cuesta nada. Entonces ¿por qué le vamos a creer a las casas productoras, que además tienen medios de producción masiva y pueden sacar quinientas mil copias o más en una semana, que el precio justo es el que ellas ponen?, ¿cómo creerles que no nos están robando? en este punto sostengo que mientras más necesidad se tenga, mientras que el sueldo de alguien deba usarse para comida, renta, luz, gas, agua, ropa, y demás necesidades básicas y le quede a uno menos para gastar en entretenimiento y cultura, menos grave es este tipo de robo.

Así que vamos a sumarle: En primer lugar Robar archivos digitales es el menos grave de los robos porque no se despoja al dueño del archivo para obtener una copia, ni cuesta nada extra ni hay materiales ni mano de obra (costos) involucrados. En segundo lugar, se le esta robando a aquellos gigantes que quieren robarnos con precios exorbitantes por la cultura y el entretenimiento, y se les afecta poco porque de todos modos hay muchísima gente que sí compra los productos originales (y me río de ese argumento de que por culpa de la piratería no se ha hecho una buena producción artística en los últimos 15 años, ha habido buenas obras, buenos libros y excelente música, que no hayan surgido otros Beatles no es por culpa de la piratería). Y en tercer lugar, quienes compran o descargan productos piratas, al menos acá en el tercer mundo, lo hacen porque sus necesidades se comen todo su salario y no pueden gastar las fortunas que los corporativos quieren cobrar por los trabajos digitales "artísticos". Así que a final de cuentas, la naturaleza menos grave, más las víctimas más grandes y menos afectadas, más el robo hecho más por necesidad que por ambición. ¿Y quiere Savater comparar eso con un político que en lugar de pagar lo que cuesta una obra de infraestructura como un puente, prefiere ahorrarse unos millones y robárselos, con las posibles consecuencias asesinas que eso conlleva? Pues no estoy de acuerdo mon filosophe.

22 de noviembre de 2012

Una guia para los sin Dios: C9-Juicios (8 de 8)

Consideremos el siguiente ejemplo. Alguien está caminando entre hierba alta cuando ve una cuerda suelta parcialmente escondida por el pasto. Cree que se trata de una serpiente venenosa. Se paraliza de miedo, su atención enfocada en la serpiente. Por un largo rato no puede moverse. Cada pequeño movimiento en el pasto, y cada sonido crujiente, los interpreta como provocados por la serpiente. Sólo tras un minuto o dos es capaz de discernir evidencia contraria a su creencia de que la cuerda es una serpiente. Al final su trenzado, su inmobilidad, y el hecho de que no se aleja lo convencen de que está viendo un trozo de cuerda. El mecanismo de miedo humano debe funcionar así: La gente propensa a perder interés frente al peligro no lograría vivir mucho. La especie humana no hubiera sobrevivido tanto tiempo si la gente tuviera que ocuparse en deliberaciones sin fin antes de paralizarse en situaciones peligrosas.

Así que la sensibilidad de las emociones hacia las razones está en tensión con su rol en la toma de decisiones. El resultado es hacer que la respuesta de las emociones a las razones sea frecuentemente gradual, y una respuesta que, muy seguido requerirá de ayuda. Las emociones alejan la atención de una persona de información que podría resultar relevante. Frecuentemente tomará tiempo, y la ayuda de amigos y terapeutas, para que una persona vea sus distorciones y negaciones y haga cambios emocionales. "El amor es ciego", dice un dicho, ilustrando cómo las emociones poderosas llevan a la toma de decisiones a su fin. "Cásate aprisa, arrepiéntete en el ocio", dice otro dicho, ilustrando como incluso las emociones más poderosas pueden, con el tiempo, responder a razones.

La capacidad de respuesta de las emociones a las razones es lenta y social en lugar de instantánea e individual. Así, algunas personas (especialmente los filósofos) pueden dejar de ver que las emociones pueden ser racionales. Si nuestro paradigma de racionalidad requiere que la racionalidad sea una respuesta instantánea e individual a razones, entonces deberíamos cambiar nuestro paradigma.

Si las emociones pueden ser racionales, entonces podemos hacer juicios emocionales. Si una emoción puede responder a razones, entonces juzgar si esto o lo otro es digno de esa emoción es posible. Un juicio emocional es una predicción: Esto y lo otro son dignos de una emoción particular nuestra siempre que podamos evitar todas las distorsiones a las que las emociones tienden, entonces tendríamos esa emoción. La emoción que sentimos de hecho por esto o lo otro es evidencia de que esto o lo otro son dignos de esa emoción, pero no es evidencia concluyente. Debemos hacer más que sólo ponernos en contacto con nuestros sentimientos. Debemos inquirir rigurosamente respecto de qué tan apropiados son.

21 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (7 de 13)

Eje-C. Qué necesidad tiene de robar el que roba

He leído historias de aplicaciones a rajatabla de la ley del talión, a niños que por hambre roban una fruta en un mercado oriental y terminan cortándoles una mano. Siempre que he oído o leído de ese tipo de castigos bárbaros y extremos, independientemente de que fueran verdaderos o ficticios los relatos donde eso se cuenta, me ha parecido que hay un grave error por parte de la "justicia". Yo no veo a Savater o a otros filósofos juzgando a los grandes ladrones, a los que por medio de crisis y deudas y mecanismos sofisticados macroeconómicos (legales pero inmorales) despojan a la población de su capacidad adquisitiva y van orillando a la clase media cada vez más hacia el abismo.

Pero eso sí, se ponen a juzgar a quienes descargan sus libros u otros contenidos multimedia de internet como si quienes eso hacen fueran de lo peor. Según esa óptica un niño de 13 años que baja su canción favorita porque sus papás no tienen dinero para comprársela, o no quieren comprársela, es un corrupto al mismo nivel que un político que se roba el dinero de todos los ciudadanos.

Parecen no darse cuenta de que si alguien se "roba" un archivo digital para su uso personal, no sólo es un crimen sin víctimas porque el dueño original del archivo no es despojado del archivo, ni tampoco de las ganancias porque nadie ha dicho que quien se robó ese conjunto de datos tenía posibilidades de pagarlo, o estaba dispuesto a pagar antes de corroborar la calidad de lo "robado"...

Y ese último punto es muy importante. A mí, por ejemplo, me ha pasado muchas veces, con juegos o música, que los he descargado "piratas" y cuando los he probado/escuchado y comprobado que valían la pena he ido a la tienda a comprar los originales. ¿Tenía necesidad de robar? No. Pues muy mal hecho. Ok, pero tampoco quería gastar mi dinero sin antes haber visto si valía o no la pena la compra, es decir, no quería que me robaran dándome algo de mala calidad por mi dinero, así que primero comprobé que iba a ser satisfactorio para luego comprar. Y esa es una práctica común en internet, ¿por qué carajos vas a pagar por porquerías? Igual otros juegos o melodías descargados de internet no me gustaron y los borré de mi computadora en cuanto comprobé que me desagradaban o no me satisfacían. Y claro, yo no tenía necesidad de "robar" (aunque en este caso yo lo considero más bien (p)robar ) pero ¿qué hay de quienes no tienen la cantidad que las disqueras o las productoras de DVDs o las editoriales quieren cobrar por un CD/DVD/libro electrónico? Y eso de que hoy en día la cultura está más accesible que nunca no vale porque al menos acá en México en avenidas principales, estaciones de metro, cruceros, puentes peatonales, y zonas de comercio informal de toda la capital hay gente vendiendo películas, discos, software, juegos, y colecciones de libros, pirata.

20 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (6 de 13)

Eje-B. A quién se roba y quienes resultan afectados

Sostengo que es algo muy diferente robarle el salario a una familia que necesita del dinero para comer que robarle una botella de vino más o menos barata de su cava a un magnate que posee yates y palacios. Supongo que en cierto nivel es exactamente lo mismo, es llevarse algo que no te pertenece, pero las consecuencias no son iguales.

El magnate, si lo descubre (y vaya que las posibilidades ya son escasísimas), se enojará (pero es más probable que se muestre indiferente), tal vez incrementará su sistema de seguridad (pero eso sucedería sólo si el robo fuera recurrente y constante), tal vez regañe al empleado encargado de esa cava (de entre todas), tal vez hasta lo corra, aunque las posibilidades se van reduciendo a cada paso, y que corriera a su encargado de la cava es extremadamente improbable.

Por otro lado para una familia necesitada, quitarles una mesada va a representar mucho sufrimiento y molestias, y si en una de esas uno de los hijos de la familia se enferma, todavía peor; creo que mientras más pequeños sean a quienes se les roba y mientras más individuos resulten afectados por el acto, el robo es más grave. En contraposición: mientras más grandota sea la víctima, y mientras menos afectados haya, puede decirse que es menos grave.

No que sea bueno robar, siempre va a ser reprobable, lo mejor es buscar ganarse las cosas con-el-sudor-de-la-frente, pero definitivamente puede haber un relativismo moral en este respecto que nos haga sentirnos ofendidos frente aun robo y desdeñar otro. No por nada existe ese viejo dicho de: "ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón".


19 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (5 de 13)

A.3. Pero cuando lo robado es un archivo digital, es un bien ilimitado y que no se pierde con el robo. Es decir, se pueden hacer las copias que uno quiera sin que se gaste ni se pierda ni se corrompa ni le pase absolutamente nada al archivo original. Es más, si el archivo original está en una computadora, y alguien más lo copia a su computadora, el archivo se duplica, ahora está en las dos computadoras, y si cien personas lo copian, de repente ya está en cien computadoras, sin por ello haberle quitado nada al archivo original, sin que se perdiera nada. Pero no sólo es virtualmente ilimitado, sino que hacer una copia no cuesta nada, más allá del equipo de cómputo o disco en el que está almacenado no se gasta ni un centavo más en mano de obra o materiales, no se necesitan intermediarios, no hay costosos canales de distribución, etcétera.

Quienes quieren lucrar con los archivos digitales como si se tratara de objetos físicos tienen, no hay duda, una mina de oro, porque independientemente de que lograr la primera instancia de un archivo digital pueda costar más o menos caro, en el sentido de que hay que pagarle a los creativos y técnicos que lo elaboran, independientemente de ese costo inicial, una vez que se tiene el archivo ya no cuesta nada reproducirlo, ni mano de obra, ni materiales, ni nada, y se tiene la posibilidad de hacer todas las copias que uno quiera, de vender todas las copias que uno quiera, de pagar los costos originales y luego recibir todas ganancias sin ninguna merma, y ahora con internet, se puede vender también a nivel mundial.

¿Cómo se puede comparar este último tipo de robo con los dos anteriores? Si acaso, el que se duplique un archivo disminuye el valor nominal del paquete de información en cuestión, pero eso va a suceder de todos modos cuando para venderlo lo reproduzcan. En realidad hacer copias digitales no debería estar dentro de la misma categoría que el robo de objetos y/o de dinero, se tendría que inventar otro término, otro verbo, pero ¿de verdad?, ¿robo? Ok, mientras tanto dejémoslo en robo.

18 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (4 de 13)

Es decir, cada uno de los objetos que hay ahí afuera tuvieron su tiempo de producción, tienen una inversión detrás, y quienes los venden no sólo quieren ganar dinero con la transacción, sino que en primer lugar quieren recuperar su inversión porque, les costó dinero; y el comprador final del objeto tiene algo por lo que pagó con dinero que ganó trabajando, y si ese algo le costó x pesos o dólares, él puede extrapolar esa cantidad de efectivo en las horas de trabajo que necesitó para ganar ese dinero. Al final, robarle un objeto al dueño final es robarle su tiempo y esfuerzo de trabajo, robarle a un vendedor o productor es arrebatarle su inversión (y con ella su capacidad para seguir en el negocio) y su posibilidad de obtener ganancias. Finalmente, robarle a alguien un objeto es despojarlo del objeto, él no se queda con nada, excepto el recuerdo de que era dueño de lo que sea que le robaron.

A.2. Cuando lo robado es un valor como el dinero. También se trata de un bien finito, no puedes robarle dinero infinitamente a nadie, sino hasta cierto monto: el monto que tiene en el banco o el monto que tiene en su caja fuerte o en su cartera o bolso, y ese monto se determina por otros bienes que hay en venta, por cuánto dinero se ha impreso, por qué tanto dinero hay en circulación, etcétera.

El dinero empieza por expedirse en las variadas casas de moneda del mundo, y luego circula y se acumula en lugares específicos, en bóvedas, y ese dinero puede tener una representación electrónica, puede aparecer en tu estado de cuenta digital y cuando compras algo con una tarjeta de débito se descuenta. Hay una relación que dice cuanto tienes y se te va acabando conforme lo usas (o va creciendo tu deuda). Así que si te roban tu dinero, te lo quitan, igual que con los objetos dejas de tenerlo, desaparece y lo que había antes deja de estar...

17 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (3 de 13)

Eje-A. La naturaleza de lo robado (o ¿qué se roban los que roban?)

A.1. Cuando lo robado es un objeto.

Puede ser un objeto precioso o de escaso valor, puede ser algo perecedero o duradero, puede ser una manzana, una muda de ropa, una maleta, un auto, una mascota (pero en este caso sería más bien un secuestro, creo), puede ser una bicicleta, una joya, una computadora, un libro, etcétera. La cosa aquí es que lo robado es algo que existe en el mundo físico, y para llegar a tus manos primero tuvo que ser producido, cosechado y/o manufacturado, y luego transportado hasta donde tú o quien te lo regaló podían comprarlo.

En ese sentido un libro no es solamente un paquete de información sin más, ni es un objeto que salió de la nada, ni tampoco es exclusivamente el trabajo de un escritor (el escritor se puso a investigar/redactar en un momento dado y terminó su obra en otro punto de la línea temporal), el libro es sobre todo producto de una industria editorial que cuenta con materiales y empleados, y que le dio forma al objeto-libro. Esos materiales y mano de obra tienen un costo, el libro en el mercado tiene un precio que refleja por lo tanto ese costo, además del pago al autor. El libro está hecho de papel, tinta, pegamento, y otros materiales estructurales, el papel se trató antes, hubo gente en una fábrica cuidando y guiando todo el proceso de impresión y armado, y esa gente tiene un sueldo, y esos materiales cuestan. Y también, todos los actores pagan impuestos, así que pagar 10 euros o 200 pesos por un libro no es solamente un capricho, es un reflejo de una labor que quedó plazmada en un objeto. Un objeto que para reproducirlo cuesta dinero y esfuerzo.

O una manzana para dar otro ejemplo, una manzana se tomó años de cuidados y recursos en madurar, desde que se sembró un árbol hasta que dio frutos, alguien cosechó esos frutos, otro los llevó a alguna central de abasto, otro más los repartió a los distintos super-mercados y mercados, y ahí esperó la manzana en un área iluminada/refrigerada/ordenada/cuidada/limpia hasta que algún comprador se la llevó, y un cajero cobró y empacó el producto. Una manzana tiene un tiempo de vida, tras el cual ya no puede ser comida; es un objeto relativamente frágil. Si la uso (me la como), a diferencia del libro, se acaba y deja de existir. La manzana no se puede reproducir, sino solo producir.

16 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (2 de 13)

De entrada a mí en lo personal me gustaría que se dejara de usar el término piratería. La piratería es abordar barcos, matar a los que se resistan, si hay mujeres violarlas, robar todo el cargamento, y dejar vivos a quienes cooperen, si no es que también robarse la nave. Comparar el copiar un archivo a todo lo anterior la neta es un abuso semántico. Imagino que en algún momento alguien de la industria, exagerando los montos de sus falaces "pérdidas" o de las ganancias que no hizo (pero que no tenía forma de saber si de hecho las habría ganado) exclamó un día: "pero esto es un atraco, es un asalto, es ... ¡PIRATERÍA!, y quienes estaban con él aplaudieron, y los medios le hicieron segunda y desde entonces se usó el término para designar a quienes roban información (porque al final de cuentas descargar un archivo es descargar información, y descargar información y robar barcos es, ya saben, idéntico).

Por otro lado, se notará que no le quito en ningún momento el mote de "robo", no, porque en algún momento para corromper a los creativos les ofrecieron un dulce y acuñaron el concepto de "propiedad intelectual", pero como en cualquier otro ámbito humano hay de robos a robos. En ese sentido creo que acusar de igual de corruptos que quienes abusan del poder otorgado por la ciudadanía y roban recursos propiamente dichos y se enriquecen lo suficiente para vivir el resto de sus vidas en la opulencia, a quienes descargan una canción, un libro o una película, es un abuso conceptual igual que el de "piratería".

Robar es quitarle a una persona o institución o empresa alguna propiedad sin el consentimiento de la entidad considerada dueña de lo sustraído. Es llevarse algo, quitárselo a otro; la RAE dice que es "Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea." Y con respecto a "hurtar" la RAE dice: "1. tr. Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas." Pero los bienes ajenos pueden ser de distinta naturaleza. No es igual si hurto el coche de alguien, que si me llevo millones de su caja fuerte, que si me robo una manzana en el mercado, que si compro un libro y le saco copias para compartir sus contenidos con algún amigo, que si descargo una película para verla yo solo en mi casa, que si la descargo para venderla en la calle, etcétera. Creo que para evaluar el nivel o la gravedad del robo se deben considerar 3 ejes: la naturaleza de lo robado, a quien se afecta y qué tan grande es, y (esto quizá sonará ingenuo) la necesidad del ladrón.

15 de noviembre de 2012

Savater y la "piratería" (1 de 13)

Hace poco terminé la última novela de Fernando Savater, Los invitados de la princesa, Ed. Espasa 2012, comprado y compartido por mi amada; y ahora leo el de Ética de urgencia. De hecho creo que tengo como el 85% de todos los libros de ese filósofo español, y siento una gran admiración por su trabajo de divulgación, así como por su aportación a la moral contemporánea esbozada en La tarea del héroe. En realidad yo sé que no es un tío que escriba la vanguardia, pero ¿hay una vanguardia en temas tan antiguos como el bien o lo bueno VS el mal o lo malo? ¿existe una vanguardia en estudios estéticos, en metafísica, en política o moral?

No lo sé, hace no mucho traduje un debate entre un científico y un filósofo, y me pareció que la filosofía no salió airosa del enfrentamiento. Me pareció que la ciencia en lo que la anima y la estimula sigue siendo, en el fondo, filosofía, porque es amor por el conocimiento; pero luego viene Savater y dice que la filosofía no sirve para zanjar las discusiones sino para empezarlas, no sirve para dar respuestas sino para hacer preguntas, no es para salir de dudas sino para entrar en ellas, etcétera. Será, pero precisamente donde se abren más dudas y se hacen más preguntas y se empiezan más discusiones es en donde se resuelven problemas científicos, porque una respuesta científica, sí, suele cerrar definitivamente un cuestionamiento, pero abre mil preguntas, empieza mil discusiones, y nos deja llenos de asombro y de dudas. Mientras que todo lo que se ha escrito de filosofía en el pasado, es eso, historia del pensamiento, pasado.

Como sea, ese no era el tema que quería tratar originalmente en esta serie de posts. De lo que quiero hablar es de mi desacuerdo fundamental con el filósofo español con respecto a la piratería. Ya muchas veces lo he leído escribir de la piratería como un robo, y luego decir que hay quienes se quejan de que los políticos roben pero ellos en sus casas están descargando (lease robando) películas y demás contenido de internet. Como si fueran equiparables esos dos tipos de robo. En otra ocasión con respecto a "la verdad", o bueno, con respecto a mentir, se declara relativista y dice que hay veces en que se justifican mentirijillas (e.g. Tener en casa a un judío y en la puerta a un oficial nazi en 1941). Así que ¿hay ocasiones en que romper la norma que nos hace confiar en nuestros semejantes (no mentir) está justificado, pero cuando se trata de la norma que nos hace respetar la propiedad del otro (no robar) para con un contenido en la web, descargarlo es una violación imperdonable?

14 de noviembre de 2012

La conjugación correcta

Loana me ha enseñado la verdadera conjugación del verbo poner en pretérito perfecto simple para las primeras dos personas del singular. La conjugación correcta es como con comer, yo comí papas, tú comiste alcachofas; o como todos los verbos en er regulares, yo leí un libro, tú leíste unos subtítulos, me mecí en una hamaca, tú meciste al niño, perdí mi credencial, bebí un copa de vino, tosiste, corrí hacia tu cuarto, te sorprendiste al verme, prendí la luz, pero te escondiste muy bien, etcétera. Es decir, los verbos regulares terminan en i-tilde para la primer persona del singular, y en iste para la segunda. Entonces, ¿a quién se le ocurrió que se dice "puse" y "pusiste"?

Mi pequeña no sabe de excepciones arbitrarias y perniciosas, así que me dice "ya me poní mis zapatos" o "¿ya poniste la película?". Y ese es tan sólo un ejemplo del modelo lógico de su gramática interna, sabe sin poder explicarlo en términos sintácticos, que poner es un verbo, que es de los que acaban en er, y por lo mismo le aplica automáticamente la regla de todos los verbos de esa clase. En mi caso, considero que ella tiene razón, no existe en el español otra palabra igual a poní o poniste, o sea que no se trata de una excepción para evitar alguna repetición o duplicidad ni nada por el estilo; seguramente es una de esas excepciones que algún poderoso o algún rey de esos que dictan pautas de lo correcto e incorrecto, hizo por razones supuestamente estéticas.

13 de noviembre de 2012

Una guia para los sin Dios: C9-Juicios (7 de 8)

Algunas veces, sin embargo, las emociones de la gente no responden apropiadamente a sus situaciones. Los ejemplos son de gente que tiene depresión, desórdenes de ansiedad, o problemas de manejo de su ira. Estar triste en circunstancias tristes es apropiado, igual que estar preocupado en situaciones preocupantes, y sentir ira frente a las injusticias. Con todo, estar triste, preocupado, o irritable cuando la situación no lo amerita no es apropiado. Las emociones se vuelven entonces disfuncionales.

Aún así, hay formas cognitivas de terapia que pueden ayudar a la gente con desórdenes emocionales. Esas técnicas se basan en el conocimiento que subyace a las emociones disfuncionales --conocimiento ni verdadero ni válido, sino falaz y distorsionado. Las formas cognitivas de terapia no actúan directamente sobre las emociones disfuncionales, sino que actúan sobre los pensamientos distorcionados que están detrás de ellas. Las emociones disfuncionales responden a razones, pero se basan en malas razones. La terapia ayuda a la persona a identificar las suposiciones que está haciendo o los pensamientos que tiene automáticamente en esas situaciones. La terapia ayuda entonces a la persona a entender el modo en que sus suposiciones son falaces o distorcionadas, y a "contestarle" a sus pensamientos automáticos. Mientras que la persona se vuelve habilidosa en identifica y arreglar sus distorsiones cognitivas, sus emociones, con el tiempo y la ayuda de su terapeuta, cambiarán y se volverán más apropiadas.

Por ejemplo, alguien que está deprimido y es incapaz de estimarse a si mismo adecuadamente descubrirá que sus sentimientos negativos están basados en suposiciones distorsionadas que llegan a su mente automáticamente. Podría enfocarse en comentarios negativos recibidos en el trabajo excluyendo comentarios positivos más numerosos. Podría tomarse de modo personal el comportamiento de otros. Tal vez podría relacionar la aspereza de su jefe con el enojo de este mismo hacia él, cuando, la causa más probable es que su jefe durmió mal la noche anterior. Podría ser un perfeccionista, y fracasar continuamente ante si mismo porque asume que una tarea que no fue ejecutada perfectamente no se hizo bien. Por medio de hacerle revisar esos patrones de inferencias falaces y convencerse de lo contrario, su terapeuta puede lograr gradualmente un cambio en su auto-estima y en su estado de ánimo.

El mehollo de esta discusión de la racionalidad de las emociones está contenido en la oración anterior. Las emociones responden a razones, pero frecuentemente responden sólo gradualmente y con ayuda. La explicación de porqué la respuesta es gradual es que nuestras emociones tienen dos trabajos. No sólo deben responder con precisión al mundo que nos rodea, sino que deben guiar nuestras decisiones. Es la racionalidad estratégica de las emociones la que retarda sus respuestas a las razones. Las emociones evitan que la toma de decisiones sea una tarea infinitamente tardada. Para hacerlo, enfocan nuestra atención en lo que aprendieron, correcta o erroneamente, que era información relevante. Simultáneamente alejan nuestra atención de lo que suponen que es información irrelevante. Al hacerle así, las emociones hacen que nos sea difícil poner atención a información que podría ser evidencia contraria. Así que nuestra respuesta a evidencia contraria será lenta, y podría requerir ayuda.

12 de noviembre de 2012

Por suerte llega más y más trabajo

Como todos (los adultos en mi casa) saben, el sueldo que gano en la empresa para la que trabajo apenas si me alcanza para pagar la renta, la guardería, y algunos consumibles de los niños (pañales, toallitas, pomadas, fórmula, etc). Pero también tengo que pagar gasolina, estacionamiento, café, entre otros consumibles y alimentos más. Y también, frecuentemente, se nos hace tarde a mi musa y a mí, y pedimos comida preparada a domicilio. Eso sin contar con las emergencias cuando los niños se nos enferman y los llevamos al pediatra, y les compramos medicinas; o cuando los llevamos periódicamente a los distintos especialistas que les toca (nefróloga, alergóloga, análisis de sangre, etc). Es decir, en realidad ni sumándole el salario de mi musa al mío, es suficiente para sostener a nuestras fierecillas. Así que hago otro tipo de trabajos durante las noches, y no se trata de irme a parar en algún cruce o alguna esquina.

En las noches, además de ver series de televisión y escribir en el blog, traduzco y freelanceo. Hace un par de semanas terminé de traducir un libro de un astrólogo italiano. Fue un periodo de relativa bonanza porque estuve entregando bloques de 4mil palabras semanales, y mi tarifa de traducción es de 10 centavos de dólar por palabra. Tabién me encargaron alguna que otra correcciones, modificaciones y mejoras a un par de páginas web que hice hace un par de años; aunque, por desgracia, como suele suceder en estos casos, terminé lo de los sitios web, acabé el libro, y dejé de percibir esos tan necesarios ingresos extra.

Pero hice bien lo que hice, mi trabajo fue apreciado y considerado bueno, al igual que mi actitud de servicio, así que me acaban de entregar otro libro que traducir, y los chavos de las páginas de internet ya me recomendaron con algunos de sus amigos y ahora gente que hasta ayer no conocía ha solicitado mis servicios. Y claro, ya les coticé, y ya empecé a resolver sus problemas. Estoy contento de esto que acaba de pasar, en primer lugar porque tendré ese extra que nos permite, a mi musa y a mí, de repente comprarnos un trozo de queso parmesano, o una botellita de vino, o quizá hasta ir a comer a un restaurant mientras alguna de mis cuñadas nos cuidan a los niños. Supongo que el libro me durará unos cuatro o cinco meses, y espero seguir siendo recomendado en cuestiones técnicas, de modo que en el futuro inmediato, si conservo mi empleo (y no tengo intenciones de perderlo), la cosa no se ve tan negra (a pesar de lo que dice Chico Buarque en "Querido Amigo").

11 de noviembre de 2012

Marigold hotel mejor el exótico

Hace no mucho vi una película de viejitos, no para viejitos, sino de viejitos que prácticamente agotaron sus posibilidades en inglaterra, ya sea por negligencia propia, de los hijos, o del difunto cónyuge y se van a la India, a un hotel que se hace publicidad en internet y se vende como una especie de paraíso indú con todos los servicios. Los personajes llegan y se encuentran con un edificio viejo, polviento, sucio, un poco derruído, donde funciona menos de la mitad de lo que hay, pero tienen a un anfitrión que se esfuerza muchísimo por hacerles pasar un buen rato, o por lo menos por convencerlos de que la cosa no está tan peor. Uno de sus dichos, que me hizo reír bastante, es que su padre solía decirle que "Al final todo va a estar bien", así que si la cosa todavía no está bien, es que todavía no es el final...

Entre los personajes se desarrollan ciertas historias de amor y de superación personal; porque a pesar de ser ancianos siguen buscándole sentido a la vida, y creo que así es, que siempre estaremos intentando hacer cuadrar este espacio/tiempo de locos que a todos nos toca vivir. Es una película que me gustó mucho porque no tiene finales felices para sus personajes, pero sus personajes tienen uno que otro momento feliz; lo demás es devenir, es lucha, es búsqueda, y qué bueno que así sea; pues no creo que nunca, nunca, nunca nadie de verdad acabe de resolver el rompecabezas de lo que es estar vivo. Y si alguien lo resuelve, todo está bien, pero ya es el final.

Otra cosa que me gusta es que en toda jornada, en todo viaje, en toda cotidianidad, hay enfrentamientos con nosotros mismos. Con mucha frecuencia nos sometemos o dejamos someter por cuestiones de conveniencia, pero llega un día en que nos revelamos, aunque sea momentáneamente. O también podría ser que nunca antes hubiéramos hecho algo, y no hablo de algo tremendo como enfrentar a un tigre, no, algo trivial, algo que todo mundo hace, como trabajar, por ejemplo, y llega un día en que rompemos con el patrón, rompemos con quienes somos. Y son ese tipo de detallitos que hay en la película, no acción, no dramas para cortarse las venas, no efectos especiales, pura humanidad. Y por supuesto está el toque de la vejez, que nos manda un mensaje más, y es que no hay edad para arriesgarse, no hay edad para intentar, no hay edad para el amor, etcétera... Pero los "jóvenes" haremos bien en hacerlo todo ahora, y no esperar hasta ser viejos, porque recuerden, esa es una película, su tarea es dejarnos contentos, pero eso no quiere decir que mientras más edad vaya a ser más fácil ni mucho menos, así que, como decía el profesor de La sociedad de los poetas muertos: carpe diem.

10 de noviembre de 2012

La torre de las lenguas

Ya éramos incontables, vivíamos al rededor de un gran lago en el que muchos nadábamos y pescábamos, estaba rodeado de un tupido bosque de árboles frutales lo que nos daba de qué comer a todos; nuestra lengua se había hecho grande, había crecido, y los viejos ya no recordaban a los sabios que les habían enseñado a cuidarla y preservarla, y mucho menos a los que antes les habían enseñado a sus maestros. Cada vez que alguno de nosotros encontraba alguna cosa que no sabíamos cómo se llamaba, la llevábamos con los ancianos. Ellos deliberaban. Casi siempre dos o tres decían una palabra al mismo tiempo, lo que quería decir que ese objeto ya existía en nuestro acervo. A veces se quedaban todos callados, se rascaban la cabeza, se miraban unos a otros, y luego se metían a la choza del lenguaje y buscaban algún dibujo que se pareciera al hallazgo; a veces pasaban días, a veces pasaban semanas, y los abuelos no encontraban rastro del objeto entre sus registros, otras veces alguno de ellos creía haber visto ese algo en las cuevas de los antiguos, y se iba de viaje a buscar la referencia. Cuando regresaba, normalmente podía nombrar lo que hasta ese día había permanecido innombrado, o bien se encogía de hombros, y mostraba las palmas de las manos en señal de no tener nada en su poder, y se abría el concurso. Todos podíamos proponer un nombre. En realidad lo hacíamos tan sólo unos cuantos, pero los que lo hacíamos estudiábamos con mucho esmero el objeto al que había que nombrar. Pensábamos en a lo que se parecía, en sus partes, en su tamaño y peso, etcétera. Al final proponíamos los nombres, la gente votaba por el que más les gustara, y se elegía uno. Nuestra lengua era una gran torre que nos llenaba de orgullo, todos contribuíamos y la usábamos.

Un día, uno de los más jóvenes en proponer nombres, se enojó porque era la décima vez al hilo que perdía en las elecciones. Ninguna de sus palabras habían sido adoptadas por la comunidad. Era un tipo original y sus nombres no eran tan malos, pero los viejos tenían predilección por lo que sonaba antiguo; no por lo nuevo. Entonces empezó la desgracia, el joven se ofendió, y empezó a usar su propia palabra en lugar de la que había sido elegida. Al poco rato toda una sección del lago usaba su palabra, no sabemos a qué se debió esa rebeldía, poco después otro de los que proponían nombres también se ofendió por el rechazo a su palabra y empezó a usarla en protesta, y así, poco a poco se fueron haciendo clanes separados, antes hablaban un solo idioma, ahora cada parte tenía su propio modo de hablar diferente del vecino. No que no supieran la lengua inicial, si hubieran querido se habrían podido hablar, pero ya no había remedio, se habían agarrado tirria y se había roto la convivencia. En un par de generaciones, y tras unas cuantas guerras, ya sólo quedaban las ruinas de nuestro antes tan perfecto lenguaje. Si hubiera mantenido su uniformidad habríamos llegado al cielo.

9 de noviembre de 2012

Cambio de programación (a menos)

En las mañanas, cuando voy hacia el trabajo, escucho siempre a Carmen Aristegui, su noticiero es excelente, no tiene miedo de preguntar, no se deja amedrentar, es firme y mantiene una línea honesta y de calidad. Suele machacar más que otros en temas relevantes, precisamente porque son relevantes, y no suele ser condescendiente con nadie, ni del gobierno ni de la oposición. Me gusta mucho la primera emisión de MVS porque además me parece que informa sobre la realidad sin caer en sensacionalismos. Casi siempre que llego a la oficina trato de conectarme lo más rápido posible porque quiero acabar de oír la transmisión.

Por las tardes, aún cuando uno de los protagonistas me caía mal, regresaba oyendo el principio del ahora extinto "Las del estribo", con Fernanda Tapia; que ahora que dejó de existir le abrió la puerta a "Por el placer de vivir" del Dr. César Lozano. Pues bien, por varios motivos cuando empezó a salir el programa del Dr. Lozano, intenté escucharlo como por una semana y es tan malo, tan pero tan ridículamente estúpido todo el contenido, va dirigido a un sector de la población emocional e intelectualmente tan desamparado, que no pude soportarlo y tuve que cambiar de estación.

Y ya para que yo le cambie a mi estación preferida (digo, MVS102.5 está en primer lugar tan sólo por Aristegui), es porque de plano lo que están trasmitiendo está espantoso. Digamos que "Por el placer de vivir" es una especie de "Mejor, con Gaby Vargas" pero sin investigación ni producción, con intervenciones del público, y de una hora de duración. Digo, ya de por sí las cápsulas de Gaby Vargas me parecían en su mayor parte chafonas, pero el programa de las 19:00 de MVS es francamente estomagante.

Así que ahora, de regreso del trabajo, le cambio a horizonte 107.9FM, y aunque los locutores de esa media hora que paso en el coche no tienen mucha personalidad y se nota a leguas que están leyendo un guión, por lo menos la información y los temas tratados no son tan baratos. Por lo pronto creo que fue una mala decisión estratégica, al menos desde el punto de vista de mí como radio-escucha, el poner ese tipo de programa motivacional en ese horario de la tarde; y si ese programa es de verdad lo mejor de la radio en ese horario, Las del estribo era definitivamente inalcanzable y probablemente resulte insustituíble por los siglos de los siglos.

8 de noviembre de 2012

Cómo embucharle el ateísmo a los demás (4 de 4)

cuarta parte de la traducción de este post

8. Ateidad: Asegúrate de que los adornos culturales de tu día feriado ateo favorito sean imposibles de ignorar. Si tienes un negocio, toca las mismas 20 canciones de Ateidad en tu sistema de sonido por al menos un mes, preferiblemente dos. Acusa de persecución e intolerancia anti-atea si aunque sea algunos negocios privados o individuos que no son ateos declinan reconocer a todo volumen tus días feriados ateos. Si algunos negocios eligen hacerse publicidad con las palabras “Felices Fiestas” en lugar de “Feliz Ateidad”, o algunos espacios públicos incluyen desplegados festivos de posiciones no-ateas o incluso desplegados religiosos, llama a eso “Guerra contra la Ateidad”. Organiza boicots hasta que los negocios pongan un énfasis exclusivo en la Ateidad. Después de todo, el ateísmo es la razón de la estación.

9. Confunde consistentemente la línea entre neutralidad y persecución. Declara que cualquier acto de neutralidad hacia el ateísmo es de hecho un acto de teísmo. Si los teístas quieren que se quite nuestro manifiesto ateo de la corte, declara que están haciendo a nuestra corte teísta. Si los teístas quieren que dejemos de hacer que los niños reciten el Mantra Ateo en las escuelas, declara que están haciendo a nuestras escuelas teístas.

10. Ve de puerta en puerta: peina los vecindarios, tocando en las puertas, para que puedas decirle a la gente la buena nueva sobre la ausencia de Dios mientras que se paran avergonzados en la puerta.

¡Diviértete!

7 de noviembre de 2012

Cómo embucharle el ateísmo a los demás (3 de 4)

tercera parte de la traducción de este post

4. Aprópiate de los edificios públicos u objetos: Graba el manifiesto ateo en mármol en edificios públicos, especialmente edificios de leyes como las cortes. Imprime “No existen los dioses” en toda la moneda de tu país.

5. Ve tras las leyes. Asegúrate de que las leyes de tu país reflejen sólo ideales ateos. Ejemplo: el matrimonio ateo es el matrimonio tradicional. Asegúrate de que tu gobierno no reconozca el matrimonio entre dos cristianos. De hecho, prohibe el matrimonio teísta.

6. Persigue la inclusión: No dejes que los niños formen clubes teístas en las escuelas. Proclama a todas voces que el ateísmo es la única elección correcta y el único camino. Arranca el pez de Jesús de los coches de la gente. No permitas que niños teístas entren a los boy scouts. Esta es una táctica más bien pasiva-agresiva, pero funciona.

7. Haz directamente que el ateísmo sea la única opción legal: Esto suena simple, pero debes de estar dispuesto a violar gravemente los derechos humanos. Haz al teísmo ilegal. Castiga a la gente que se meta al teísmo con la muerte o la cárcel. Y ya que estás, haz que sea ilegal rendir culto a otras personas o a gobiernos. Haz ilegal que se burlen de Christopher Hitchens.

6 de noviembre de 2012

Cómo embucharle el ateísmo a los demás (2 de 4)

segunda parte de la traducción de este post

2. Persigue a los niños en las escuelas: Los niños en las escuelas son otra audiencia cautiva. Asegúrate de que en tu escuela reciten el Mantra ateo durante los anuncios matutinos, diariamente. Haz que los niños le juren lealtad al ateísmo. Invita a oradores ateos a dar pláticas durante asambleas escolares sobre las virtudes del ateísmo y el vicio del teísmo. Cuelga citas sobre las maldades del Dios cristiano en los pasillos.

3. Ve tras el lenguaje: Usa el lenguaje para marginar al teísmo. Dile a la gente que el teísmo es una bofetada en la cara de esta gran nación. Define al teísmo y al ateísmo en términos morales: los ateos son morales, los teístas son inmorales. Si los teístas intentan tener más derechos, alega que darles derechos te va a quitar tu libertad religiosa.

5 de noviembre de 2012

Cómo embucharle el ateísmo a los demás (1 de 4)

Nuevamente una traducción, en cuatro partes. Me gustó porque usa de manera divina el sarcasmo. Una chica atea que propone 10 actividades para empujar el ateísmo a las mentes de nuestros familiares y vecinos y conciudadanos. ¿Ya dije que es sarcasmo? Sí, entonces cualquier explicación está de sobra, el link a su post original está aquí: link

Cómo embucharle el ateismo a la gente hasta por las narices

Aquí Christina...

Todos hemos oído la frase: “¡Ya deja de embucharme el ateismo hasta por las narices!” dicha por no-ateos. También hemos escuchado: “¡Deja de embucharme religión hasta por las narices!” de parte de otros.

Esa es una frase figurada. Significa algo así como: “¡Deja de imponerme tus creencias de un modo amenazador, hostil, opresivo, o ineludible!”

Bueno, ¿y qué tal si queremos embuchar el ateismo hasta por las narices de algunos cuantos?

Aquí hay algunas sugerencias, en formato de 10 fáciles pasos.

1. Persigue a tu familia: Es fácil embuchar el ateísmo hasta por las narices a los miembros de la familia. Haz de tu familia una audiencia cautiva, especialmente a los niños. No dejes que tus niños cuestionen el ateísmo. Prohíbeles ir a la iglesia o a jugar con niños religiosos. Negocia con privilegios importantes como el tiempo en la computadora o el tiempo con los amigos para usarlos de premio si van contigo a juntas ateas. Hazles saber que ningún teísta puede ser miembro de tu familia. Enséñales que todos los teístas carecen de moral. Niégale tu amor y afecto a tus hijos teístas. Castígalos severa y físicamente si los descubres leyendo cualquier material teísta o entrometiéndose con cualquier cosa teísta.

4 de noviembre de 2012

Una guia para los sin Dios: C9-Juicios (6 de 8)

En su libro, El error de Descartes: Emoción, razón, y el cerebro humano, Antonio Damasio describe cómo es que las emociones no sólo son útiles, sino esenciales, para tomar decisiones. (Damasio 1994:170-175) Para la persona que elige entre el lucro y la lealtad, establecer un enorme cálculo es hasta donde la racionalidad pura y desapegada puede llegar. Damasio sostiene, sin embargo, que, en una decisión de ese estilo, una persona usará sus corazonadas respecto a sus opciones. Las corazonadas (que Damasio llama "marcadores somáticos") son respuestas emocionales que aprendemos de la experiencia y que dirigen nuestras decisiones. Tal vez aquí, sus corazonadas enfoquen su atención en lo mal que se sentirá al traicionar a su amigo y le adviertan en contra de esta opción. Por lo tanto, sus emociones cerrarán el cálculo potencialmente infinito, algo que la racionalidad desapegada no podría hacer por sí sola.

Damasio estudió a pacientes que, debido a daños en su corteza prefrontal, eran incapaces de usar sus emociones en sus deliberaciones racionales. Tales pacientes parecían, en apariencia, como si no hubieran sido afectados por sus heridas. Su inteligencia, su conocimiento del mundo, sus habilidades y su entendimiento de moralidad convencional permanecían iguales que antes del daño. Sin embargo, sus vidas estaban fracasando miserablemente --no podían ni trabajar, ni hacer o mantener planes, ni mantener sus compromisos con otros. Podían pasar por largos procesos de deliberación cognitiva sobre qué hacer, pero no podían tomar decisiones. Con sus sistemas emocionales dañados, perdieron su racionalidad estratégica. Necesitaban procesos emocionales sanos para tomar decisiones.

Racionalidad cognitiva

Las emociones responden en su mayoría a razones de manera bastante directa. Nos entristecemos cuando oímos que un amigo está enfermo, pero nuestra tristeza se disipa cuando nos enteramos de que estábamos equivocados y que nuestro amigo está bien. Admiramos a alguien cuando oímos que ganó un premio, pero dejamos de admirarlo cuando nos enteramos de que hizo trampa. Nuestro enojo con alguien se disipa cuando nos damos cuenta que no dijo lo que creíamos que había dicho. Cuando las razones son suficientemente obvias, las emociones son por lo común racionales.

3 de noviembre de 2012

Obstaculizar el servicio

Cuando trabajaba en AeroMéxico, una de las quejas más frecuentes de las gerentes del área ante los directores era que en el menú telefónico la primera opción era la de "atención a clientes" (que en realidad no era un área de atención a clientes propiamente dicha, sino de manejo de conflictos y de respuesta a quejas) y por lo tanto la gente que buscaba reservaciones, o gran plan, o lo que fuera, nunca llegaban a escuchar la opción que les correspondía y presionaban la tecla 1, y nos llegaban las llamadas a nosotros, que al final teníamos que transferirlos hacia donde quienes llamaban necesitaban ir. Desde un punto de vista era algo bueno, porque entonces recibíamos un flujo de llamadas enorme, y las jefas podían justificar mayor o menormente su presupuesto; pero también era malo, porque nuestra estadística de llamadas transferidas era también enorme, y eso le quitaba tiempo a pasajeros extremada y razonablemente molestos que querían quejarse y tenían que esperar horas antes de que alguno de los ejecutivos (entre los que me contaba) lo atendiéramos.

No sé bien porqué, pero nunca cambiaron el menú, pareciera que se trataba de algo dificilísimo (yo que he experimentado con conmutadores digitales sé que podría hacerse en cinco minutos, pero tal vez ellos no tenían un conmutador digital); Pero con la excusa de ofrecer un mejor servicio, de que sólo llegaran a nosotros los pasajeros que de verdad nos necesitaban, las gerentas estuvieron mucho tiempo machacando a los de sistemas y telefonía para cambiar el orden de las opciones. Si por ellas hubiera sido, el menú incluso hubiera quedado enterrado en más y más opciones, y hubieran puesto respuestas automáticas para la mayoría de las opciones, por ejemplo:

- Si desea proponer una mejora y o poner una queja marque 12
-- Mejoras marque 1 (a continuación grabe su sugerencia después del tono)
-- Comentarios sobre la comida marque 2 (a continuación grabe sus comentarios después del tono)
-- Equipajes extraviados marque 3 (por favor digite el número de reporte)
-- más y más opciones de la 4 a la 9
-- Para quejas, y hablar con un ejecutivo de atención a clientes, marque 10...

Sí, eso hubieran querido, aun cuando por ello ya nadie lograra comunicarse al call center que dirigían. Hubiera sido un dolor de cabeza (¿pain in the ass?) para aquellos que, de algún modo, aunque sea de malas y ofendidos, le dan a las empresas la retroalimentación necesaria para mejorar sus servicios. Y tal vez AeroMéxico no hubiera perdido nada, porque su nicho y sus rutas están seguras, porque las comunicaciones y transportes no están sujetas al libre mercado en México (¿en EU sí?) sino a regulación y reglamentación gubernamental, y el gobierno es socio al 51% de AeroMéxico, y por toda una serie de restricciones que no le permiten ser rentable o tener ganancias significativas esa para-estatal no es muy atractiva como negocio que digamos.

Ahora bien, ¿por qué mencioné todo lo anterior? Porque trabajando para un cliente me encontré con un sitio web que dificulta el acceso, la administración, las solicitudes de servicio, y toda interacción significativa del cliente con sus productos al máximo. Se trata de internetworks, una página en la que se pueden comprar dominios y planes de hosting. Ya antes me había encontrado con sitios de difícil acceso y administración, pero este le gana a todos. Es el sueño de mis antiguas gerentes, al final si uno quiere hacer algo, lo que sea que no esté en las tres opciones del limitadísimo administrador, debe uno de dar como 10 clics hasta llegar a la sección donde puede uno levantar un reporte. El reporte lo atienden relativamente rápido, pero las respuestas son ambiguas e imprecisas y uno tiene que aclarar varias veces lo que ellos quieren decir, de modo que al final, aunque respondan cada comentario en menos de una hora, uno pierde todo el día (y 249 pesos más iva) en tramitar, por ejemplo, una redirección de dominio hacia otro proveedor de hosting. Afortunadamente los proveedores de nombres y planes de hosting son muchísimos y sí están sujetos a las reglas del mercado, así que mi sugerencia, estimados internautas, es que no contraten nada con internetworks, mejor compren con godaddy, dreamhost, incr.supremecenter.se o cientos de otros que seguramente les ofrecerán mejores planes, opciones, flexibilidad, administrador y soporte técnico.

2 de noviembre de 2012

Procrastinación invertida

Antes procrastinaba con el blog, es decir, tenía cosas que hacer con mi vida, cosas que en teoría tienen una prioridad más alta que escribir, y para no hacerlas me ponía a bloggear. Y así el blog se fue haciendo parte de mi vida, parte de mi forma de ser, una parte importante, tan importante que hoy en día sé que tengo que escribir, que es un compromiso personal cotidiano, una especie de deber propio, y entonces me pongo a trabajar en programas de software para no bloggear. Qué rara es la vida, antes bloggeaba para no trabajar o hacer las-cosas-importantes y ahora que ya oficialmente (al menos para mí) el blog es algo importante, procrastino al reves, para no bloggear.

Digo, esto que escribo no es algo que tuviera perfectamente conscientizado (o al menos no hasta ahora). Nada más me pongo frente a la pantalla del blog, veo la etiqueta que toca (vida, iDeas g, internet, reflexiones, estrategia, cómo, porqué, trabajo, lecturas) y me da una especie de pánico de ya no saber qué decir (¿será que ya no tengo nada que decir?) y prefiero darle la vuelta, ponerme a hacer otros pendientes, y conforme pasan los días y me atraso más y la presión se vuelve mayor, más pánico, claro, hasta que por fin tomo, aunque sea parcialmente (porque ni de broma voy a escribir todos mis posts atrasados de un jalón), al toro por los cuernos. Supongo que mañana o pasado me pondré a buscar una nueva traducción con la que compensar mis faltas y emparejarme con los posts.

¿Y de qué sirve concientizar esto, si una parte de mi quiere seguir escribiendo y practicando y jugando con las perras negras, pero a otra se resiste?, ¿será que me tego que librar del compromiso y dejarme fluir según me de la rechiflada gana? Sí, esa es la receta perfecta para no hacer nada... Pues no señor, así, con objetivo definido, con yugo, órele, a bloggear.

1 de noviembre de 2012

Calaverita de asesinato masivo

En la guardería de Loana me pidieron, o bueno, le pidieron a todos los papás pero yo me lo tomo como algo personal, que hiciéramos una o varias calaveritas para que compitieran en un concurso que se llevaría a cabo en el festival de día de muertos. El año pasado hice una en la que evité a toda costa que Loana muriera, al final la muerte no venía por ella sino que le da una manzana para que coma sanamente; así que este año pensé en hacer algo que fuera más atrevido, e hice una para Loana y otra para Lucas, en las que la huesuda terminaba llevándoselos a los dos.

No le gustaron a mi musa. Parece que no quiere dejar pasar la imagen mental de nuestros bebos muertos. Y tiene razón, yo soy un macabro maléfico que me permito imaginar lo que sea, en mi mente y para mi mente no hay límites, no censuro a mi imaginación, dejo que todo pase, y si surge un pensamiento de esos que pretenden detener la película, peor, a ese es al que censuro, le digo a mi yo interior: "a ver a ver, ¿a qué le tienes miedo?, denle play". Sin embargo, cuando se trata de los críos todo cambia y mi amada tiene tanto voto como yo, si no es que más, así que mis calaveritas no pasaron por el filtro. Por lo que, ya con el tiempo encima, improvisé otra más en la que mato a todas las "misses" de la guardería pero dejo a mis niños intactos. De hecho, el autor del crimen es Lucas, aunque no sé si pueda decirse autor, porque él no concibió ninguna fechoría, ya verán:

Las misses del Cidet están en el cielo
Allá terminaron juntas todas ellas
Allá están al lado de las estrellas
Se las llevó irrevocable la señora del velo
Y no las salvó ni el que fueran tan bellas

Juanita extraña un montón a sus chicos
Alely melancólica les manda sonrisas
Vero ya no se anda para nada con prisas
Lupita a todas les regala abanicos
Y Cármen y Paty dibujan un avión con tizas

Pasó que Lucas disfrazado de osito
Dijo el nombre de todas con tanta dulzura
Y causó tal revuelo, tan grande locura
Que el corazón de las misses se les hizo chiquitito
Y todas ellas se murieron por una explosión de ternura

No ganó. No sé qué calaverita se llevó el premio, ni tampoco sé el método de votación o de dictaminación. Sé que la mía no tiene métrica, aunque sí rima, aunque mata de ternura, etc. Tampoco el año pasado ganamos. Como sea, me agradan estos retitos creativos, supongo que seguiré enfrentándolos.