4 de noviembre de 2007

Cinco veces y apenas (1/4)

Mis escasos conocimientos de lingüística tienen orígenes Saussurianos, y si bien se trata de un concurrido acercamiento al mundo del lenguaje, no se parece en lo más mínimo al de Chomsky. Mi nivel de inglés es bueno, pero tal vez no a la profundidad requerida. Mi método de lectura es seguir leyendo aunque me distraiga, luego releer (cuantas veces sea necesario) y captar más, contrario a la popular norma de entender al 100% antes de proseguir (que no sé si sea siquiera posible).

Tal vez sea por todo lo anterior, pero me eché cinco leídas para apenas medio entenderle al primer capítulo de Reflections on Language, de Chomsky.

Trataré pues, aun con las consideraciones anteriores, de resumir a continuación el texto leido. Chomsky empieza el capítulo informando que será lo menos técnico que pueda, y que hablará de forma especulativa y personal. Luego pregunta motivos para estudiar el lenguaje, y después de exponer algunos dellos se suma a la la postura tradicional del lenguaje como "espejo de la mente", aunque no de manera ingenua, sino más bien con vistas a la posibilidad de descubrir principios que gobiernen su estructura y uso, universales de la especie, por necesidad biológica.

En seguida enfoca sus baterías a una pregunta clásica, que grandes filósofos desde Platón se han hecho a lo largo de la historia y que Bertrand Russel Resume en la siguiente forma: "¿Cómo es posible que los seres humanos, cuyos contactos con el mundo son breves y personales y limitados, sean sin embargo capaces de saber tanto como saben?" (Y no sólo a nivel individual, sino en ámbitos científicos y sociales).

Revisa la respuesta aristotélica con respecto al orden del mundo, que nuestros sentidos son capaces de percibir, y que ciertas capacidades mentales innatas logran descifrar (de particulares a especies a genus y a mayores generalizaciones, permitiendo alcanzar conocimiento de universales por medio de la percepción de los particulares).

Habla de un enfoque más fructífero para responder a la misma pregunta, que mueve la explicación de la estructura del mundo a la de la mente. En donde cita a un tal Cudworth y explica que para este último, así como para los racionalistas del diecisiete que lo precedieron, era plausible la doctrina platónica según la cual no podemos alcanzar conocimiento nuevo sino recuperar lo que ya se sabía. De ahí nacen conceptos como las "ideas innatas" o las "nociones comunes" de entre las cuales están los conceptos geométricos, las categorizaciones, etc.

Respondiendo a la pregunta de Russell de más arriba, dice entonces Chomsky:
podemos saber tanto porque en un modo ya lo sabíamos, aunque los datos de los sentidos fueran necesarios para evocar y despertar dicho saber. O para ponerlo menos paradójicamente, nuestros sistemas de creencias son aquellos que la mente, como una estructura biológica, está diseñada para construir.

En seguida opina que las lineas generales de los racionalistas parecen suficientemente plausibles aún ahora. Da varios ejemplos de investigaciones recientes que apoyan la posición de que muchos de los elementos que nos permiten aprender del mundo están integradas en nuestro sistema nervioso, cita a un tal Gregory que opina que "la velocidad con que los bebés llegan a asociar las propiedades de los objetos y empiezan predecir propiedades ocultas y eventos futuros sería imposible al menos que algo de la estructura del mundo fuera heredada..."

A pesar de la anteriormente mencionada plausibilidad, las ideas racionalistas han sido descartadas en los estudios del "comportamiento" y el "saber". Curiosamente los desarrollos físico y mental se abordan de maneras muy distintas. Da un ejemplo bastante bueno del enfoque usado para el estudio físico, que tiene que ver con el "esquema de crecimiento y desarrollo fundamental y genéticamente determinado de la especie"; mientras que en el enfoque para los "patrones de conducta" y "estructuras de conocimiento" se asume (siguiendo líneas de pensamiento conductista que Chomsky censura abiertamente) que el ambiente social es el factor dominante, sin que intervengan "estados internos".

Entonces propone el estudio del lenguaje de manera análoga al de un órgano corporal más. Pero deso escribiré más en el siguiente post de lecturas, porque en este ya me salí por mucho de mi norma de extensión...

(debo encontrar un mejor modo de resumir, ya que si sigo resumiendo de a párrafo por página nunca voy a acabar de escribir de este libro).


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