La lectura de Rayuela en compañía de mi amada va maravillosamente. Mi división de lo narrado en la parte de Del lado de allá es la siguiente: Los primeros nueve capítulos hablan nostálgica y retrospectivamente de una relación apasionada y mágica entre Horacio Oliveira y Lucía, alias La Maga; después, hasta el 18 hay algo de contexto: el Club de la serpiente visto y vivido desde sus integrantes ahogados de alcohol durante una discada de Jazz en el departamento de Ronald y Babs una noche lluviosa; del 19 al 23 hablan del día del hinevitable rompimiento de la pareja desde la perspectiva de Horacio y sus fantasmas, culminando en el tragi-cómico episodio de Berthe Trepat; del 24 al 28 es el mismo día del truene definitivo desde la perspectiva de la Maga y Ossip Gregorovius mientras este último trata torpemente de conquistarla en la micro pieza que ella solía compartir con Oliveira en el tiempo transcurrido entre la salida del mismo y su regreso, finalizando con la cruel escena de Rocamadour.
Ahora estamos en esas, los capítulos de la parte de De otros lados podrían clasificarse, pero no he emprendido tal actividad aún. Sé que lo que viene es la vuelta de Horacio a la pieza (ya entonces ocupada por Ossip, sin la Maga) con todos los nuevos fantasmas y demonios que eso representa (capítulos 29-34) , y que luego está la disolución del club de la serpiente (35), y el arresto de Oliveira y la clocharde Emmanuéle por actos "inmorales" en la vía pública (36); lo que nos da finalmente (pero eso ya en la parte de Del lado de acá) la repatriación de Horacio a la Argentina de los 50s y la linda historia de amistad con los entrañables Talita y Manolo Traveler.
Cada vez que leo Rayuela, me regala cosas nuevas y ahora no es la excepción (la deliciosa lectura junto con mi hermosa cómplice y las conversaciones que nos sucita). Sigo pensando que Julio es un tremendo, genial y enormísimo cronopio con quien me gusta mucho conversar de café a tumba, por decirlo a modo "Oliveiriano".
Nota: Las distintas partes de la serie fueron unidas después. Al escribirlas no pensé en relacionarlas, pero aquí están juntas.
1 comentario:
Muy bueno. Lo maravilloso de Cortázar, es que la primera vez que lo lees no sabes quién de los dos es el muerto.
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