31 de octubre de 2011

Planes vacacionales y oficina

Los directores de área no vinieron el viernes, ni tampoco vinieron hoy, lunes. Cuando pregunté me dijeron que se fueron de vacaciones. Afortunadamente, regresan mañana, o sea que si Lucas naciera hoy en la noche, ya puedo pedir mis vacaciones. Desgraciadamente, acabo de hablar con la chica de recursos humanos y me dijo que, en realidad y a pesar de lo que yo creía, del año pasado sólo me queda 1 día de vacaciones, con lo que no voy a tener doce sino once días hábiles para ayudar a mi compañera con la llegada de nuestro nuevo bebé. Como sea, este miércoles 2 de octubre la empresa lo otorga para que vayamos a festejar a nuestros muertitos, o sea que lo mejor, para efectos de acumulación de días libres, sería que Lucas naciera el jueves en la madrugada... Aunque en realidad que nazca cuando quiera, ya lo espero entre nervioso y ansioso, ya lo quiero cargar, cambiar, y toda la cosa.

Es curioso (al menos para mí) que el viernes, sin directores que bajaran a ver como íbamos, en lugar de procastinar más que de costumbre llegué y me puse a trabajar, trabajé y trabajé sin parar, hasta las seis que salí. Claro, ya me había mandado un mail mi jefe ordenando que terminara una funcionalidad el mismo viernes or else, así que nada de videos, nada de chat, nada de blog, el viernes, para asombro de todos mis compañeros de trabajo, solo programé. Y saqué la chamba que tenía pendiente. Ahora bien, esto de procrastinar es un problema más extenso de lo que creía, le pasa a muchísima gente, y hay varios enfoques para atacarlo, sin que yo sepa en realidad cual es el mejor método. Sé que a mí al menos no me ha servido el concientizarlo, sí, ya sé lo que hago, ya sé que lo hago, ya sé cuando lo hago, incluso me doy cuenta cuando estoy empezando a hacerlo, me recrimino mentalmente mientras lo estoy haciendo, pero eso no ha contribuido nada en que deje de hacerlo. Pero el viejo Absorto acaba de enviarme una liga a un texto buenísimo, algo llamado Structured Procrastination que me pareció tan pero tan bueno por la probable solución que me ofrece, que no sólo voy a ponerlo en práctica de inmediato, sino que además intentaré traducirlo en este espacio (nuevamente sin permiso, perfectamente citado y linkeado, hasta que los autores se percaten y me reprendan o me lo permitan).

30 de octubre de 2011

Qué linda está la mañana

Ayer fue el verdadero cumpleaños de Loana, los anteriores fueron festejos anticipados porque las probabilidades de que para estas fechas mi amada estuviera hospitalizada y recién parida eran bastante altas. En la mañana de ayer, pues, planificamos ir al papalote: museo del niño, pero se nos hizo tarde, y llegar allá a las seis para estar cuando mucho una hora, y para los precios de los boletos, y sin aprovechar la megapantalla, no nos pareció tan buena idea, así que nomás nos fuimos con mis papás (los nonnos, o en italiano "i nonni") a comer spaghetti, el platillo favorito de mi dragoncita, luego ellos se fueron a comprar los boletos del museo para ir hoy, y nosotros nos fuimos a seguir festejando a casa de mis suegros (los abuelos, en español "los abuelos").

Antes de llegar a lo de los abuelos fuimos al mercado, a ver si le comprábamos un disfraz de halloween a nuestra monstruita, pero ninguno nos satisfizo, la mayoría parecía indumentaria de sexoservidora, lo cual según mi parecer es un poco más grotesco de lo normal para estas fechas. En casa de mis suegros mi amada adornó con kitty un pand'oro, que es como un panettone pero sin frutas secas (yo hice varias veces la broma de que en realidad era le macho de las Pandoras, por el recuerdo de una mastín napolitana que tenía mi papá que así se llamaba, pero luego recordé que Pandora es un nombre propio mitológico). Le cantamos las mañanitas a mi pequeña, se tomó su biberón, comió un par de bocados de pand'oro, y se quedó dormida. Al final del día mi musa y yo nos echamos una partida de Continental con mis suegros (cuñada y sobrina) y no nos fue tan mal.

29 de octubre de 2011

Lograr la disciplina

Debo aprender a ser disciplinado. En primer lugar, por ejemplo, ver en la noche un episodio de mi serie preferida del momento está bien, son cincuenta minutos, quizá menos, con lo que podría disfrutar de algo de esparcimiento y luego hacer otras cosas. Por otro lado, ver tres o cuatro episodios, escribir poco y mal, e irme a dormir a las cuatro y media de la madrugada en días laborales ya no está bien; incluso en fines de semana está mal, porque al día siguiente estoy soñoliento y zombie cuando tendría que estar conviviendo de manera activa con mi amada pequeña y mi amada.

Pero es una compulsión que tengo, igual con la comida, por ejemplo, me compro una bolsa de 200 gramos de cacahuetes, y me digo: hoy debo de comerme un tercio, mañana otro, y pasado mañana el último, así la bolsa me durará tres días; pero una vez que empiezo a echarme a la boca las botanas (o las golosinas) ya no me detengo hasta que se acaban. No es de sorprender, entonces, mi sobrepeso.

Sé lo que tendría que hacer: apegarme al plan inicial de "sólo un episodio" o "sólo tanto chocolate", pero por alguna razón mi voluntad se tuerce, se corrompe, y cuando me dispongo a dejar de ver capítulos de la serie o a dejar de comer lo que sea que haya empezado a comer, una parte de mí me tienta: "otro puñito", me dice, u "otro capítulo", y me "doy chance" una y otra vez hasta que de plano ya queda tan poca botana en la bolsa o el plato (y mi voluntad ha quedado tan humillada), que mejor me la acabo, tal vez para desaparecer la evidencia de mi debilidad (aunque mi memoria está ahí y me lo recuerda). O hasta que de plano ya es tan tarde que me voy a acostar un poco preocupado por mi rendimiento del día siguiente. Más y más instancias del ya famoso Video meliora proboque, deteriora sequor Y sin embargo logré dejar de fumar, ¿no?, pero, ¿es esa la solución?, ¿la abstinencia total de lo que representa una tentación? Es el caso de que sé lo que tendría que hacer: moderarme, pero no lo he logrado, ¿cómo lograrlo? he ahí el dilema.

28 de octubre de 2011

Coloquio en madrid

Como en estos días estoy fascinado por "62, Modelo para armar", novela cortazariana con base en el capítulo 62 de Rayuela, me puse a investigar en la gran red qué opinaba el mismo Cortázar de esa obra suya, cómo la defendía, etc. Así que búscale que búscale me encontré con la transcripción de un coloquio en el que participó el cronopio mayor en Madrid del 77 (link a la página original) al lado de bastantes intelectuales españoles, entre los cuales estaba también nada más y nada menos que Fernando Savater (el cual por desgracia sólo hizo una pregunta medio fama al cronopiote de Julio)

Ahora bien, como yo sé que los textos guardados en un solo sitio pueden desaparecer en cualquier momento, y como creo en la redundancia informática, y en que si un día el espacio en el que está publicada la discusión madrileña setentaysietera se cayera es muy poco probable que se cayera simultáneamente mi blog (excepto si se diera de hecho el improbabilísimo apocalipsis, en cuyo caso de cualquier modo todo lo hecho con anterioridad por la especie sería irrelevante), decidí republicar acá el texto íntegro. Sólo espero que el autor sea comprensivo y no me pida que lo quite. Si me solicitaran quitar el texto de acá, de cualquier modo los conmino a seguir el link de más arriba para leerlo pues está muy padre. Ah, cuando lo lean imaginen en las secciones que corresponden a Cortázar un acento argentino afrancesado como el que tenía Julio, es más divertido.

Coloquio de Madrid
Julio Cortázar habla de los grandes temas de su obra

Foto de Cortázar tomada por Dasso Saldívar durante el coloquio en 1977

Dasso Saldívar

Carlos Fuentes confesó en alguna ocasión que todos los días, al despertarse, piensa en su amigo Julio Cortázar, lo cual es una prueba máxima de la admiración y el afecto que le tenía. Vargas Llosa escribió en alguna de sus columnas de Piedra de Toque que el escritor argentino fue, a pesar de las divergencias ideológicas, uno de sus mejores amigos y su modelo intelectual y personal durante muchos años. García Márquez, por su parte, admitió que el autor de Rayuela es el ser humano más impresionante que ha tenido la suerte conocer, y celebró el grato privilegio de haber sido su amigo. Y así, si hiciéramos una encuesta entre todos los que fueron amigos de Cortázar, grandes y pequeños, famosos o simples ciudadanos de a pie, creo que la mayoría señalaría el hecho de haberlo conocido y tratado como uno de los grandes dones de sus vidas. Pero este sentimiento no es sólo unánime entre sus amigos, sino incluso entre quienes hemos leído sus relatos o quienes en algún momento lo hemos visto y tratado aunque sólo hubiera sido por un instante. Tal fue mi caso y el de algunos contertulios que tuvimos la suerte de departir con él en el coloquio de Madrid de finales de octubre de 1977, a raíz de la publicación de su libro de relatos Alguien que anda por ahí.

El encuentro tuvo lugar en una de las últimas plantas del edificio modernista de Torres Blancas. Alrededor de una mesa blanca, que tenía una extraña forma de flor de gladiolo, estaban sentados Cortázar y sus interlocutores inmediatos: el filósofo Fernando Savater, el novelista José María Guelbenzu, el poeta Félix Grande y el crítico Rafael Conte. El coloquio fue moderado por Jaime Salinas, el entonces director de Alfaguara. Rodeando la mesa, en un ángulo de elevación respecto de su base, estábamos toda la aristocracia de gallinero: lectores, periodistas, escritores y aprendices. Obviamente, la presencia del escritor en Madrid había despertado una gran expectación en ese momento de la historia de España, y el hecho hubiera sido motivo para rebosar una sala de conciertos, pero era evidente que los que estábamos allí reunidos en un pequeño espacio alrededor de Cortázar, estábamos convocados y restringidos por el mismo pudor del escritor a convertirse en un espectáculo público. Así que el ambiente era más bien de intimidad y familiaridad, el de un verdadero encuentro de Cortázar con sus amigos y lectores. Tal vez por eso, él se sintió cómodo y durante el coloquio desplegó todo el encanto y todo el prodigio de su personalidad excepcional. Sus oyentes quedamos, por supuesto, hechizados, con la convicción duradera de que nos habíamos ganado el cielo durante dos horas. Recuerdo perfectamente, al final del acto, la visión conmovedora del poeta Félix Grande, enjugándose de las lágrimas: “No lo puedo evitar: ¡cada vez que lo escucho tengo que llorar!”. Para mí fue, sin duda, el momento más intenso y luminoso que he vivido junto a otro hombre, pues yo, aprendiz de escritor, aprendiz de hombre y aprendiz de casi todo en ese momento, aprendí todo lo que no había encontrado ni encontraría en cientos de volúmenes de la mejor literatura.

Volver a escuchar sus palabras y reproducirlas aquí para compartirlas con sus lectores, pretende ser nuestro particular homenaje al rey de los cronopios, ese escritor mayor que ha conseguido, además, que todos sus lectores nos sintamos también sus amigos del alma.

Fernando Savater: Si lo fantástico es un ordenamiento extremadamente crítico de la realidad y señala un atajo al auténtico corazón de lo real –demostrado en emblemas como “La autopista del sur”, “Casa tomada” o “La noche boca arriba”-, ¿Cómo es posible que haya cuentos cortazarianos literalmente realistas, debido a una serie de elementos de cotidianidad, sociales, políticos, etc., que de algún modo no encaja perfectamente con lo real? ¿Qué piensa Cortázar sobre la idea de lo fantástico como un atajo a lo real, no como algo que se queda en una periferia, sino como algo que busca una respuesta más exigente y crítica de la realidad?


Julio Cortázar: Muchas veces he tenido la impresión, y ha llegado a ser una convicción, de que si pudiera explicar lo fantástico, nunca habría escrito cuentos fantásticos. El haberlos escrito es para mí el único comercio que tengo con lo fantástico. Declaro honestamente que la concepción que tengo de este terreno no entra en lo racional. Por eso no es casual que hable de sentimiento de lo fantástico: no es nunca una idea, no es un concepto; es un sentimiento de apertura, de intersticio en lo real, de otras modulaciones de lo real. He sido siempre incapaz de estableces con precisión el límite entre la realidad y lo fantástico. Mis lectores saben que ninguno de mis cuentos es absolutamente fantástico. Son cuentos muy realistas que comienzan en un lugar determinado, con gente como nosotros, en un tranvía, en un café, en una casa, y en un momento dado hay esa apertura, es especie de, yo le llamaría, invasión de lo fantástico. Yo soy su primera víctima, la sufro en primer lugar, y el cuento es el exorcismo de esa invasión. Creo haberme curado de algunas neurosis escribiendo cuentos fantásticos, evitando así la visita al sicoanalista.

José María Guelbenzu: Sabemos que después de los cuentos fantásticos primeros, a Cortázar le preocupaba en especial una problemática sobre la literatura, la creación de estructuras cerradas, pero que al escribir “El perseguidor”, la visión de Cortázar se abre hacia una problemática más existencial, que es la que luego explicitará en sus novelas: en Los premios, en Rayuela, novela imán, debido a que en ella se encierran los procedimientos que Julio Cortázar había empleado hasta entonces y que empleará después, tanto en las novelas citadas como en sus cuentos posteriores y en los libros de miscelánea. Conocemos también que en Los premios la hilazón la da el argumento, los personajes, mientras que en Rayuela esta hilazón argumental desaparece, porque en ésta todo tiene más importancia que el argumento en sí. Como en este tiempo se produce una variación en la trayectoria literaria de Cortázar, quisiera que nos explique en qué consistió este cambio.

Julio Cortázar: Es verdad que “El perseguidor” se me aparece a mí mismo ahora como una especie de bisagra que divide en dos lados todo lo que yo he escrito. Al escribirlo no tenía la menor idea de que estaba escribiendo algo diferente de lo que precedía. Era un cuento más, que me interesaba por mi amor al jazz, por la admiración profunda a Charly Parker, por una serie de elementos vinculados con la vida de los músicos del jazz y con la ciudad de París, específicamente, donde se desarrolla la acción. Es decir, escribí ese cuento sin ningún propósito determinado que no fuera el dar salida a esa serie de sentimientos, de admiraciones y de nostalgias. Actualmente, sin embargo, puedo ver que ese cuento significa el acceso a una nueva manera de sentir la realidad y de moverme en ella. De alguna manera, si yo no hubiera escrito “El perseguidor”, no hubiera escrito tampoco Rayuela, porque el destino de Johny Carter prefigura en pequeño el destino de Horacio Oliveira. De alguna manera, los dos son los perseguidores, son los buscadores, pero ¿qué es lo que buscan? A través de ellos me buscaba yo. Tanto “El perseguidor” como Rayuela son libros de un estricto individualismo: están centrados en una búsqueda sumamente personal, que, a riesgo de caer en pedantería, yo llamaría una búsqueda ontológica. Los personajes de estos dos libros están centrados en su propia individualidad, la encuentran insatisfactoria y falsa, se sienten como fuera de sí mismos en tanto que individuos. Eso se traduce naturalmente en angustia e insatisfacción. En definitiva, esos dos libros son dos búsquedas de un destino personal. En ambos se refleja la persona que yo era cuando los escribí: alguien que no tenía en absoluto el sentimiento de la historia, alguien situado fuera de ella en un plano, al comienzo, estético, luego, metafísico y ontológico, y que se buscaba a sí mismo en un plano individual, sin tener el sentimiento preciso de su prójimo y, por extensión, el sentimiento de su pueblo y el de la humanidad en su conjunto. Ese proceso había de producirse más tarde y, con el tiempo, llevaría a obras como Libro de Manuel.

Rafael Conte: En Rayuela, Cortázar plantea la ruptura de la continuidad sicológica de los personajes, la continuidad espacial y la temporal, dando pistas externas con la ordenación o desordenación sabia de los capítulos: las posibles lecturas del libro. En 62, modelo para armar se produce también tal ruptura pero sin dar ninguna pista. Todo funciona en el interior del libro: los personajes van hablando en muchas voces, como una pequeña colectividad, pero desde el punto de vista subjetivo siempre; los escenarios se confunden; el tiempo va y viene, rigurosa, implacablemente. Todo, pues, funciona como un solo bloque que tiene para el lector una versión distinta en cada lectura. Para mí, 62, modelo para armar es una obra maestra; para otros, un fracaso. ¿Qué opina Cortázar?

Julio Cortázar: Desde luego que no es una obra maestra ni tampoco un fracaso. 62 podría ser calificado como una tentativa de quebrar los moldes típicamente sicológicos de la novela. Una mayoría abrumadora de las novelas de la literatura universal son novelas que corresponden a una casualidad de tipo sicológico: los sentimientos, las pasiones, las manifestaciones de la voluntad, el odio, el amor, la ambición… Pensemos en una novelística tan genial como la de Balzac: está íntegramente movida por las pasiones humanas. A éstas, de una manera general, las podríamos llamar la sicología del ser humano. Se me ocurrió si sería posible escribir una novela que, en la medida de lo posible, escapara a esa tiranía de los sicológico, que tendría que ser sustituido por otras formas de relaciones humanas. Para ello había que enfrentarse con una dificultad fundamental: había que hacer caer un aparato previo que autor y lector conocen de antemano, por sus propias pasiones, e intentar que la novela diera paso a otro tipo de acciones y, sobre todo, de interacciones. Yo acudí a la noción de figura y a la de constelación para referirme a esos sistemas de causas y efectos que no corresponden a nuestras leyes perceptibles. Creo que nuestra vida está dirigida de alguna manera y condicionada por causas y efectos de los que no estamos plenamente conscientes. Cocteau decía que las estrellas que forman una constelación no saben que la forman. Solamente nosotros al observar las estrellas en el cielo lo notamos. En este sentido, esta imagen se aplica a lo que yo quería hacer en esa novela. Es decir, mostrar que en algunos momentos de la vida de todos nosotros podemos desencadenar efectos de los cuales no tenemos sospecha, y terminar esos efectos en personas que tampoco se imaginan la causa. En la novela, por ejemplo, hay una muñeca que circula en distintos capítulos, una muñeca que alguien le regla a una mujer y que esa mujer decide luego enviar a otra mujer en otra ciudad, sin tener la menor idea de que esa muñeca va a desencadenar una serie de efectos que se van a volver en contra del primer personaje: del que al comienzo había dado la muñeca. La muñeca es entonces la objetivación de esa constelación que se forma entre cuatro o cinco personajes y que termina la tragedia final de la novela. Esto, como me lo diría cualquier profesor de lógica, no es lógico, no responde a la causalidad habitual. Sin embargo, yo creo que toda persona dotada de suficiente sensibilidad puede haber sospechado en algún momento de su vida que determinadas acciones suyas o de otras personas desencadenaron efectos totalmente inesperados en su propia vida. Ese es el núcleo central que me llevó a escribir la novela, y si, en alguna medida, ella es un fracaso, yo creo que se debe a que no podemos quitarnos tan fácilmente de encima la causalidad lógico-aristotélica, no la podemos sustituir tan fácilmente por algo que algunos críticos han llamado magia, aunque no lo es para mí. Tú sabes muy bien que, además, allí entró en juego una vieja obsesión mía, que es la vampirología, y entonces allí se infiltraron elementos obscuros, pero que precisamente por ser obscuros se prestaron a ese juego de las constelaciones y de las figuras.

Félix Grande: Julio Cortázar es un gran poeta en prosa y en alguno de sus versos. Pero en buena parte de su producción en verso, su calor poético, su intensidad poética, no se da casi nunca. ¿Puede ser debido a que en él se da esa dictadura del elemento festivo y lúdico que choca con el carácter intimista y trágico de la poesía? ¿Puede ser debido a que el poema en verso tiene su propio organismo, independientemente de que en un autor haya una gran cantidad de poesía en sus resultados? ¿No será que en efecto el poema en verso no es intercambiable siempre y en todo momento? ¿O no será entonces que, siendo así, y ésta es la pregunta torturadora, en Cortázar no hay la misma maestría a la hora de sentarse a escribir poesía en verso que poesía en otros géneros?

Julio Cortázar: Yo creo que tienes toda la razón, es decir, que no ha habido ninguna tortura. Todo lo que has dicho lo sé sobre mí mismo hace mucho tiempo. El hecho de que de tiempo en tiempo reincida en poemas en verso es simplemente porque hay determinados momentos en mi vida que no puedo expresar de otra manera, que solicitan el verso como vehículo para tratar de manifestarse. Pero, sobre todo, estoy de acuerdo contigo, por más vanidoso que parezca, en el hecho de que, fundamentalmente, y al margen de la división entre prosa y verso o prosa y poesía, yo creo que mi manera de captar la realidad, mi manera de verla, de sentirla y de vivirla, es una actitud de poeta. No me niego a mi mismo, con falsa modestia, esa calificación; muy al contrario, tengo la impresión de que si escribo prosa, sólo he podido escribirla porque el motor era un impulso de tipo poético. Lo que es difícil naturalmente –tú mismo te verías en dificultad para caracterizarlo y definirlo- es dar, si no una definición, por lo menos una caracterización aproximada de la condición poética, del hecho de ver la realidad como un poeta. Yo sé que eso no es posible. En mi caso yo no puedo hacerlo. Pero puedo dar algunos síntomas, por ejemplo: que frente a cualquier manifestación de la realidad, entre la explicación y la aceptación racional, inteligible de la cosa, yo suelo optar por otro tipo de explicación, tiendo a ver otra clase de cosas. A propósito de 62, hablábamos de otro tipo de causalidades. Eso se puede seguir extrapolando a toda mi manera de sentir la realidad. Por ejemplo, en este mismo instante en que yo estoy con ustedes, esto es una cosa tangible, palpable, mensurable, y al mismo tiempo estoy viendo esto como una especie de dimensión porosa llena de aperturas y de agujeros que no podría definir ni calificar, pero que dentro de una semana o un año pueden quizá dar un relato o el comienzo de una novela o, acaso, también un poema. La poesía en verso que solamente he escrito en forma esporádica para una satisfacción de tipo personal, no llena mi noción del universo. Yo necesito, además, ver, describir y entrar en el mundo de las cosas que pasan, en el mundo de las acciones, en el mundo del conflicto de las pasiones, y no en el plano personal, que es la característica del poeta lírico, que en principio habla siempre de sus amores, de sus odios, de sus sentimientos, aunque pueda extrapolarlos artificialmente hacia otros personajes. Yo creo que en mí hay un poeta y un novelista, si la cosa es posible; es acumular demasiados títulos, pero el hecho es que la manera de escribir mi prosa es una manera en que la conducta poética no se diferencia de la que tengo cuando escribo poemas. Nunca he notado un cambio perceptible en mí cuando escribía un cuento y cuando escribía un poema. El único cambio está en los diferentes problemas técnicos que plantea la prosa y que plantea el verso y en la diferencia de contenido, pero no de sentimiento ni de actitud. Si ser poeta es quizá ser, además de poeta en verso, otras cosas, yo creo que soy muy poco poeta en verso, pero soy un poco las otra cosas.

Dasso Saldívar: Si en la base de la obra de Cortázar existe una actitud poética ante la vida, como se ha señalado y admitido antes, creo que una actitud filosófica ante la vida no es menos cierta. ¿Cómo llegó Cortázar a esa simbiosis poesía-filosofía que nutre su obra?

Julio Cortázar: En la medida en que, desde muy temprana edad, la curiosidad por los llamados problemas filosóficos que plantearon primeramente los griegos, los del tiempo, del espacio, de la vida y de la esencia, fue lago que me hostigó a partir de entonces de manera simultánea con un sentimiento poético de la realidad, llegando a la coexistencia de preocupaciones de uno y otro tipo. Y es entonces cuando hay que tener en cuenta que la filosofía empezó siendo poesía y ésta, filosofía. No hay más que pensar en ese grupo de griegos que se llamaron los presocráticos o eleáticos. Parménides, Heráclito… fueron gigantes poetas. Lo que nos queda de ellos puede ser considerado no sólo desde un ángulo estrictamente filosófico, como indagación metafísica u ontológica, sino como una poesía de altísima calidad. Es decir, que hay un terreno común que luego la historia y la especialización inevitable de las disciplinas fue separando, hasta el punto en que el filósofo y el poeta se situaron en caminos diferentes, y Platón, filósofo, echó a los poetas de la República por considerarlos nocivos para la ciudad. En este sentido, yo he dicho de Lezama Lima, uno de los más grandes escritores de nuestro tiempo, que él pertenece a la especie de los presocráticos, es decir, ese momento en que el pensamiento del hombre no distingue exactamente entre razón e intuición pura, no distingue demasiado entre realidad y magia, entre prosa y poesía, para decirlo de una manera más simple. Entonces, las operaciones literarias que nacen de eso son de tipo presocrático, como bien pudo ser los poemas de Parménides o los fragmentos de Heráclito. Yo sé muy bien que lo mío se sitúa en un terreno diferente con relación a Lezama Lima, pero creo que comparto con él ese sentimiento en que lo filosófico y lo poético no son dos actividades separadas: las sigo sintiendo unidas.

Félix Grande: En Libro de Manuel, aparte de muchas otras cosas, Julio Cortázar interpreta, en relación con la política y la literatura, algo sustancial: que la revolución, la lucha política, no tiene que olvidar en ningún momento que está hecha para la alegría, que está hecha desde la nostalgia de la alegría hacia la obstinación de la alegría. Esta es una de las razones por las cuales el libro se ha visto agredido, pero también es una de las razones por las cuales el libro puede y debe ser definido.

Julio Cortázar: Es muy cierto, y en mi opinión muy lamentable, que parte de las críticas negativas que tuvo este libro se basó en la permanencia de un tono lúdico, de un tono de juego, pero el juego es una cosa muy seria, como lo saben los niños que juegan muy seriamente sus juegos. Y ello llevó a muchas lectores que militan activamente en el campo de la política –cuando dicho que militan en el campo de la política, quiero decir el campo al cual pertenezco yo mismo- a reprocharle al libro que un tema tan grave como es un tema que toca los problemas actuales de América Latina y las actividades de un grupo guerrillero urbano, que eso fuera tratado con un tono en donde, con frecuencia, la broma, el juego y el absurdo incluso, tienen una parte muy importante. Yo sabía que ese tipo de reproches me sería hecho y asumí el riesgo, porque, como tú lo has dicho admirablemente, es inconcebible una revolución que no tenga por fin la alegría, entendiendo por alegría una cosa mucho más amplia: la supresión de todo lo que es dolor antes de la revolución, la supresión de todo lo que nos humilla, nos explota, nos aliena, nos distancia, nos mutila. Entendiendo por alegría entonces el hecho de llegar por fin a nosotros mismos. Es mentira que nosotros estemos en la historia, estamos en la prehistoria. El hombre está todavía viviendo una especie de edad de las cavernas a pesar de su gran tecnología y los viajes a la luna, porque, en primer lugar, no sabe bien quién es él mismo, no ha encontrado todavía el término de esa larga exploración de la filosofía y la literatura en su conjunto, y, además, está muy lejos de haberse librado de todo lo que lo condiciona, de todo lo que le quita la alegría. Nuestras alegrías son artificiales, son individuales, y, sobre todo, son momentáneas. Pero la alegría no es solamente la carcajada; tal como yo la veo, es la condición humana en que el contexto exterior y el interior estén finalmente en armonía y permitan entonces que un hombre se sienta realmente en su propio destino, en su identidad. Esto no es un juego, no es lúdico, pero, sin embargo, forma parte del mundo lúdico, porque el hombre nació para reír, para jugar. Todo esto que estoy diciendo parece pueril y en el campo de la política se olvida con demasiada frecuencia. Las revoluciones se vuelven serias, se vuelven grisallas, se vuelven sordas. La gente deja de vestirse con colores alegres, si alguna vez las usó. Todo se vuelve grisalla. ¿Por qué? Bueno, hay razones que lo explican, hay problemas imperiosos, hay etapas que deben franquearse. Pero esas etapas deben franquearse sin olvidar los fines últimos, sin olvidar que el hombre es una animal lúdico como es un animal erótico, y eso, me permito agregarlo a lo que tú dijiste, es el otro elemento que a mí me pareció importante agregar a Libro de Manuel cuando lo escribí. Es decir, uno de los problemas de América Latina ha sido siempre, y es también un problema español, que en materia erótica estamos también en la prehistoria. Hemos dado algunos pasos adelante, pero aún queda mucho camino por avanzar. Todo esto traté darlo en ese libro, porque me pareció que si era leído por jóvenes –yo pienso sobre todo en los jóvenes- a quienes le movía un impulso político, una ideología, un afán de justicia social, ese libo podría, no darles respuestas –no soy hombre de dar respuestas-, pero sí plantearles ese tipo de preguntas: ¿Cómo son ellos, que quieren cambiar el mundo, cómo son cuando se trata de su mujer o cuando se trata de cualquier juego? Llevarlos a un sentido crítico que los vuelva más eficaces políticamente. Antes he dicho que con mucha frecuencia se olvida que alguien tan entrañablemente revolucionario como el Che Guevara llevaba siempre en el bolsillo un libro de poesía, o una novela, o los cuentos de Jack London, como los llevaba en el momento del desembarco en Cuba, o llevaba el Canto general de Neruda al final en la selva Boliviana, es decir, que ese sentido poético, lúdico, en último término, erótico en el sentido platónico –porque el eros abarca todo eso-, están presentes y despiertos en el Che, y todos los que lo conocieron supieron hasta qué punto tenía sentido del humor, hasta qué punto podía ser como un cachorro juguetón, siendo al mismo tiempo uno de los ejemplos más admirables del revolucionario. Bien. En la medida de mis posibilidades quise meter todo eso en Libro de Manuel. La crítica no lo vio sino parcialmente, pero ése ya no es mi problema, el libro debía defenderse solo.

Alberto del Campo: ¿Cree usted, Cortázar, como el personaje Morelli de Rayuela, en el poder de la literatura para cambiar las personas y aun la sociedad?

Julio Cortázar: Sí creo, pero críticamente y sin optimismos fáciles. Basta leer a los poetas románticos del siglo XIX, a Shelly, por ejemplo, para ver la actitud que tenían: veían a la literatura y al poeta, sobre todo, como a un pequeño dios dotado de poderes inmensos sobre los lectores y la historia. El poeta era el gran reformador. No hay más que leer la defensa de la poesía de Shelly, no hay más que leer a Victor Hugo, por ejemplo. Es decir, había un sentimiento mesiánico en el poeta, éste sí era el hombre que traía las antorchas de la verdad, de la justicia y de la libertad. Es evidente que el siglo XX se encargó de desmentir cruelmente esa ilusión, pero no la anuló totalmente. Yo creo que ese maravilloso optimismo puede y debe ser mantenido por nosotros dentro de límites críticos. El diálogo que yo he tenido con mis lectores a través de muchos años me ha permitido ver que en una cierta medida, muy por debajo de lo que quisiéramos los escritores, hay una respuesta positiva en el plano histórico, no sólo en el intelectual, de esos lectores. Ceo que una cierta literatura es revolucionaria al margen de su tema explícito; es revolucionaria en la medida en que al influir en el lector, al plantearle problemas y darle, acaso, algunas soluciones o señalarle algunos caminos, lo está ayudando en ese descubrimiento de sí mismo de que hablábamos antes, y sin el cual ninguna revolución tendría sentido. Entonces, con las restricciones que he hecho, pienso que la literatura en su conjunto es eficaz en el terreno histórico.

cronopios@cable.net.co 26 de agosto de 2004

27 de octubre de 2011

Primeros capítulos de The God Delusion

Me gusta mucho la estrategia discursiva de Richard Dawkins (R.D) en The God Delusion, título traducido como El espejismo de Dios, pero que yo traduciría como El delirio de Dios (sí, ese título también en inglés podría interpretarse como el espejismo o delirio sufrido por Dios, pero para quienes conocemos a Richard Dawkins es obvio que habla de el espejismo o delirio que representa Dios para los creyentes).

Me gusta mucho cómo primero R.D define el término "Dios" al que se refiere, que no es la metáfora "Dios = Naturaleza o Universo" usada por muchos científicos y muchos filósofos entre los cuales está Spinoza (aunque deplora que el uso del término "Dios" en esos casos sólo ha generado ambiguedad y que religiosos oportunistas se aprovechen de las palabras de grandes sabios para validar a su Dios); tampoco es el Dios de los Teistas: un ser inteligente que por decirlo de algún modo diseñó todo y prendió el switch, pero que de hecho no interviene para nada el mundo ni en las pequeñeces humanas (aunque hasta cierto punto también se pronuncia contrario a esa idea de Dios); sino que, el Dios al que R.D refuta es ese ser caprichoso y celoso, ese que interviene con "milagros" y castigos, ese que nos vigila y que está dispuesto a mandar a todos los desobedientes a rostizar, ese que está morbosamente interesado por nuestras vidas sexuales, etc. En realidad, no sólo al Dios de la bibila, en su refutación de Dios ataca la idea de un supuesto ser sobrenatural y súper-poderoso que pudiera estar ahí viendo e interviniendo y administrando justicia.

Avanzando más en el libro, habla de quienes son fanáticos: sabedores seguros de que Dios existe; de quienes son ateos: sabedores absolutos de que Dios no existe; de cómo ninguno de esos extremos es sostenible, para presentarnos finalmente a los agnósticos: aquellos que saben que no puede probarse de ningún modo definitivo que Dios no existe, pero tampoco que sí existe, y por lo tanto no se declaran tajantemente de ninguno de los dos bandos.

R.D opina que ser agnóstico está muy bien, ya que si no se tienen pruebas contundentes de la inexistencia divina, no se puede asegurar nada. Sin embargo, dice que el hecho de que no haya evidencia contraria, no quiere decir que las probabilidades de existencia vs inexistencia divinas sean 50/50, del mismo modo que no poder probar que las hadas o los unicornios no existen no quiere decir que haya 50% de probabilidades de que sí existan. De hecho propone una escala, del uno al siete, en donde uno sería el fanático, siete el ateo, y las distintas posiciones intermedias serían grados de credulidad Vs incredulidad que, digamos que a partir del cuatro, son modos de ser agnóstico, y R.D se declara en el nivel 6 y yo con él.

26 de octubre de 2011

Muñecas de bebés

Siempre había pensado que las muñecas, las bebés de tela y/o plástico entregadas a las niñas, eran una especie de aberración misógino-machista en la que se pretendía educar a las pequeñas para cuidar críos, a sus críos, cuando los tuvieran. Yo lo veía como una especie de inducción tempranísima a la maternidad, como crearles el deseo de tener hijos, para poder cargarlos y arrullarlos y darles su lechita tal y como se hace con esos bebés ficticios que son los/las muñecos/as.

También existen esas otras muñecas aspiracionales como las Barbies, que son un modelo a seguir que nada tiene que ver con la emancipación femenina, pero de este segundo tipo de juguetes no es del que quiero ocuparme en este post.

Así pues, cuando nació Loana me dije que yo trataría de no proveerle ninguno de esos dos tipos de juguete. No le regalaría muñecas tipo bebé porque ser mamá es algo que tendría que decidir cuando fuera adulta, y no basada en juegos de la primera infancia; y no le regalaría muñecas aspiracionales porque prefiero un modelo enfocado en cultivar la inteligencia y la cultura, más que en unos atributos físicos inventados por la estética contemporánea.

Sin embargo, resulta que Loana tendrá dentro de no mucho un hermanito, un bebé como nunca los ha visto, ha visto a niños chiquitos, pero nunca de días de nacidos, y entonces ya no me pareció tan mala idea que le regalaran en su cumpleaños un par de muñecos de bebés recién nacidos para que vaya acostumbrándose a la idea de como son, de que va a convivir con ellos, para decirle que es importantísimo que los cuide, que los tape, que no los tire al piso, que no los maltrate, o que no los muerda ni pellizque.

Todo para que, cuando finalmente llegue Lucas, nuestra dablilla no vaya a cometer alguna maldad que lo lastime. Así que ahora ya no veo con tan malos ojos a las muñecas tipo bebé. Sigo viéndolo mal si no es para acostumbrar a un pequeño o una pequeña a la próxima presencia de un hermanito, pero ese es precisamente el uso legítimo y perfectamente aceptable de ese tipo de juguetes.

25 de octubre de 2011

Organizar los tiempos

Es interesante como acomodan sus actividades los internautas. Por ejemplo, en mi caso suelo leer noticias y artículos de distintas fuentes, leer además constantemente algunas páginas de libros online hasta terminarlos, leer también documentación sobre programación, ver videos cortos, capítulos de series, películas enteras, jugar individualmente o multi-player, revisar mails y redes sociales, chatear, responder correos, escribir el blog, desarrollar software, etcétera.

Por supuesto que en realidad no hay tiempo para todo. Es menester tener una especie de rutina flexible, en la que podría empezar por leer el diario, por ejemplo, luego ver algunos cortos cinematográficos, luego escribir un poco, luego desarrollar algo de software, en seguida revisar mails/redes-sociales, jugar, volver a programar un rato, buscar un episodio de alguna serie, dejarlo descargando mientra chateo, verlo, y finalmente desconectarme y uf, descansar de tanta actividad. Decía que rutina flexible porque por ejemplo si los titulares de ese día no resultan muy interesantes, puedo leer un poquito de un libro, o adelantar mis otras actividades; o si por el contrario las noticias ese día fuero súper relevantes, puedo tardarme demasiado leyéndolas y no ver avances o no escribir. Total que los internautas debemos organizar nuestro tiempo para aprovecharlo al máximo, eso sí, aprender a organizarte puede tomar toda la vida. :-P

24 de octubre de 2011

Calaverita para Loana

En la guardería de Loana me pidieron una calaverita escrita. Yo pensé que se trataba de una calavera de dulce de esas que ponen en las ofrendas, con el nombre de mi pequeña escrito en la frente, lo cual ya me pareció suficientemente oscuro, así que compré dos adornos de azúcar con forma de cráneo y las llevé a la escuela un día antes del plazo que me habían dado para que entregáramos el pedido escolar. Cuando las entregué me dijeron que no, que hiciera una calaverita, un choro-epitafio, o para explicarlo mejor, según la wikipedia:

Son epitafios humorísticos de personas aún vivas que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión. Finalizan con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba. Es muy común dedicar las "calaveritas" a personajes públicos, en especial a políticos en el poder. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya muerto.
Sin embargo, si ya de por sí me había parecido tétrico llevar un cráneo de azúcar, imaginémonos hacer unos versos en los que la huesuda, pelona, calaca, o cualquier otro apodo que quieran ponerle a la muerte se lleva a mi amada engendrita. Nonononono, no es solamente por mamón, sino también por aversión a la idea, rechazada de mi pensamiento en cuanto se asoma, en cuanto se insinúa. Pero al final se me ocurrió una solución, algo seguramente nada original, una calaverita en la que la muerte pierde, o mejor aún, la muerte da consejos de vida, así que ahí les va:

En su escuela estaba mi Loana,
comía todas las golosinas:
los Totis, frituras y harinas,
muy tempranito por la mañana.

Entonces acercose la muerte,
en mano traía una manzana.
Cómete esto y crecerás sana
así siempre estarás súper fuerte.

Temí que vendría por mi vida,
Respondió respetuosa Loana,
Y la parca sonrió enternecida.

No niña no, yo quiero que vivas,
que inspires a músicos y poetas,
y seas una luz más de las letras.

23 de octubre de 2011

Una guia para los sin Dios: C4-Realización personal (7 de 9)

Potenciales individuales

Hasta aquí hemos examinado aquellas características que son distintivas de, o esenciales respecto a los seres humanos como especie. Tal vez, sin embargo, la realización personal involucra desarrollar un potencial que no compartimos, el "caracter distintivo" que mencionó Rousseau en el lema introductorio de este capítulo. Tal vez deberíamos considerar potenciales que son distintivos o esenciales en cada uno de nosotros como individuos. Tal vez podamos encontrar sentido actualizando algún potencial que le pertenece solamente a cada uno de nosotros. Tal vez podamos ver el sentido de desarrollar nuestros potenciales individuales sin apelar a ninguna fuente mayor de valor.

¿Que hace de cada uno de nosotros distinto? Posiblemente nuestra configuración genética individual nos distingue de los demás. Entonces desarrollar nuestras habilidades genéticamente dadas distintivas hará nuestras vidas significativas. Sin embargo, gemelos idénticos no tienen potenciales distintivos para auto-realizarse porque tienen configuraciones genéticas idénticas. la singular consecuencia es que, sin naturalezas distintivas, los gemelos idénticos no pueden tener vidas significativas.

¿Cuales son nuestras esencias individuales? Cada uno de nosotros desciende esencialmente de la unión de un esperma particular con un óvulo particular. Esas uniones nos dieron configuraciones genéticas individuales. Tal vez esas sean nuestras naturalezas esenciales y nos indicarán los potenciales naturales que deberíamos desarrollar. Sin embargo, podríamos haber nacido con habilidades naturales genéticamente determinadas para hacer cosas triviales o inmorales, como multiplicar grandes cantidades en nuestras mentes o matar a otros. Desarrollar dichas habilidades no le daría sentido a nuestras vidas.

22 de octubre de 2011

14 días

El lunes se cumplen 38 semanas de gestación de Lucas, o sea que en cualquier momento tendré que ir al hospital y estar ahí de guardia hasta que salga alguien y me diga que todo salió bien y que fue niño y toda la cosa. Esta es una de las situaciones para las que definitivamente no quiero prepararme para lo peor, aunque ha pasado por mi mente como un relámpago, pero en fin, la cosa es que por procedimiento estándar del Seguro Social, supuestamente tendrá que ser una cesarea; lo que dejará las siguientes dos semanas después del parto deshabilitada a mi amada, y tendré que estar aquí 24/7 para hacerme cargo. Así que decidí que será buen momento para tomarme mis vacaciones.

Según la chica de recursos humanos de la oficina, me dan dos días por paternidad, el día del nacimiento y el día siguiente; pero (siempre hay un pero) son días calendario, es decir que si mi próximo bebé nace en día festivo o en fin de semana, no me cambian el día por otro: vamos, que si nace en viernes me dan nada más el viernes, si en sábado, no me dan nada, y si nace en domingo me dan solamente el lunes, con lo que estaría genial que se decidiera a nacer en martes o jueves, y mejor aún si naciera a la una de la madrugada (así, en lugar de retirarme a media jornada laboral, no iría a trabajar durante todo el día). Por otra parte, como en julio cumplí dos años de trabajo, tengo 10 días hábiles de vacaciones (14, si tomamos en cuenta los fines de semana), más otros dos que no aproveché el año pasado y parece que sí me los van a dar este año.

21 de octubre de 2011

Películas pasadas fueron siempre mejores

De las series y películas gringas que he visto, me han fascinado las producidas por HBO porque se ve que los guionistas le piensan y cuando ponen a los personajes en situaciones delicadas no es de a gratis ni porque sean unos estúpidos, sino porque con todas las consideraciones hechas y la trama y todo, tenían que acabar ahí. Y la solución también es acorde a cada personaje, así que mis respetos para los de HBO y sus series Boardwalk Empire y The Sopranos, ambas escritas y producidas por Terrence Winter. Otras series, como Nikita, se sacan demasiados ases de la manga de modos bastante chafas, los personajes de repente son capaces de las mayores argucias y de repente son bastante estúpidos y se dejan emboscar casi como si fueran unos retrasados mentales; y por supuesto al final los rescata "milagrosamente" el script.

Con respecto a las películas, acabo de ver también la de Midnight in Paris, la penúltima del Woody (la última se llama Nero Fiddled y fue filmada en Roma). Digo, última y penúltima hasta este momento, pues ojalá que haga muchas muchas más. La de Midnight in Paris me encantó, esa onda de la nostalgia por otros tiempos mejores, que, puesto que ya pasaron podemos revisarlos en su totalidad y pensar en esos personajes famosos hoy en día con obras monumentales, como genios sobre los que nos paramos nosotros; pero en su tiempo, ellos también tuvieron un inicio, una producción limitada, y su mirada puesta con nostalgia en otros tiempos mejores con personajes y obras monumentales y vidas completas y todo lo demás. Me gustó eso, y toda la onda de realismo mágico que tiene esa peli.

Ante estas ideas de saltos al pasado me imaginé viajando al tiempo de Aristóteles, conversando con él, viendo su nostalgia por los presocráticos o algo así, y lo cool que sería 1. salvar la parte de su obra que desapareció en las edades oscuras, y 2. que al volver al presente me encontrara con un fragmento en el que me está citando o mencionando. Digo, el personaje de Midnight in Paris encuentra, en su tiempo, el diario de la chica guapa que era amante de Picasso en el que ella escribe de él, lo que lo hace emocionarse muchísimo. No es Hemingway el que escribe de él, no es Dalí, pero es una de las chicas de ese tiempo. Ahora bien, ¿cómo me sentiría si alguien famoso de otro tiempo hubiera escrito de mí?

20 de octubre de 2011

La enfermita con botas

Loana se nos volvió a enfermar. Ahora del estómago, y según la pediatra de su guardería es por parásitos intestinales o lo que comunmente llamamos amebas. Tales bichos suelen vivir sin muchos problemas en nuestros organismos, excepto cuando por un bajón en las defensas se multiplican y su número crece más allá de lo normal.Así que le mandó unas medicinas y una dieta en la que están prohibidas las golosinas. Lo cual está muy bien porque nuestra fierecilla ya se había acostumbrado a pedir y pedir dulces y a que le cumpliéramos el capricho.

A propósito de caprichos, hace un par de semanas mi amada le compró a nuestra pequeña unas botas bien bonitas, con peluchito y todo, y resultó que Loana se negó rotundamente a ponérselas, hasta se tiró a llorar y si intentábamos ponérselas se revolcaba como si la lleváramos al matadero. Creímos que era el peluchito porque ya antes había rechazado unas chanclas con un acabado similar, así que de regreso a la tienda a cambiar las mugrosas botas, por otras de puro cuero, y según yo, el doble de bonitas.

Cuando se las intentamos poner volvió a reaccionar desproporcionada y adversamente, y total que convencí a mi compañera que me dejara ponérselas a pesar del llanto. Al principio y ya con las botas puestas se quejó, lloró, gritó, hizo drama, pues, por la siguiente media hora, pero al ver que no estaba funcionando y que le dejaríamos las botas al menos otra hora, se fue calmando. Al poco rato andaba correteando por la casa con sus botas, eso sí, cuando le pregunté que si quería que se las quitara corrió hacia mí y me respondió que sí. Espero que la siguiente vez que se las pongamos su reacción sea menor y menos prolongada.

19 de octubre de 2011

Ominoso atraso bloggero

En los últimos días mi blog ha estado viviendo al borde. ¿Por qué al borde? Pues porque llevo un post de atraso, y en las madrugadas escribo el post que debió salir el día anterior. Esta situación es precaria porque si en una de esas se me acumulara aunque fuera otro post, muy probablemente ya no podría recuperarme y por decirlo de algún modo, quedaría eliminado del juego. Lo que tendría que hacer es una noche desvelarme más y escribir dos posts, con eso al menos me emparejaría. O tal vez quedarme media hora más en la chamba y escribir ahí. O tal vez, pero esta última opción me parece prácticamente imposible, levantarme una hora antes y escribir temprano en la mañana, aprovechando el recién haber salido del sueño y el tener la mente fresca y descansada. Pero probablemente para escribir deba estar un poquito cansado, de lo contrario me pongo a leer artículos, a navegar, a procrastinar, y al final no escribo nada.

18 de octubre de 2011

Enfermedades recurrentes

Ayer cuando Loana salió de la guardería nos reportaron que estaba enferma del estómago y nos dieron una receta de la pediatra del lugar con las medicinas que debíamos darle. No debía tomar leche, por pesada, y debía estar a dieta blanda. Por supuesto que llegado el momento exigió su biberón de leche y no aceptó ningún sustituto. Por suerte no puso peros para tomarse la medicina, y desde que llegó a casa hasta que la dormimos no hizo popó, por lo que eso de que tenía diarrea o el estómago suelto no se cumplió ya estando ella en su hogardulcehogar.

Supongo que el cuerpo humano debe enfermarse periódicamente cuando se es un infante para ir adquiriendo las defensas que luego le servirán a uno por el resto de la vida. Supongo que es normal que Loana se enferme cada dos o tres semanas, ya sea de la garganta, o del estómago, y que estemos gastando una fortuna en medicinas. Supongo que deberían existir fideicomisos o cuentas de ahorro especializadas en prepararse para los gastos médicos excesivos de los hijos de quienes quieren ser papás en un futuro.

¿Piensa tener hijos? ¿Sabía usted que un infante "sano" se enferma en promedio cada quince días?, ¿Tiene los medios para pagar sus medicinas?, Ahora puede empezar a ahorrar para el feliz evento desde 10 años antes, con nuestros planes de ahorro usted tiene garantizada la atención médica y los medicamentos por los primeros cinco años de su bebé. Me parece que sería buen bisne.

17 de octubre de 2011

Respondiendo a la respuesta 4

Este post iba a ser para poner una teoría de la conspiración que más conspiranóica imposible, pero la realidad se me adelantó: un presunto terrorista iraní, presuntamente enviado por su terrorista gobierno, se juntó presuntamente con unos terroristas zetas mexicanos que le ayudaban a cruzar la frontera, y armado con armas terror-venezolanas, estaba a punto de efectuar un acto terrorista y asesinar a un embajador o príncipe o califa o mullah de Arabia Saudita en EU, cuando lo capturaron autoridades mexicanas, descubrieron la conspiración musulmana-iraní-venezolana-terrorista, y lo entregaron inmediatamente a los iranófobos gringos.

¿En este caso, donde queda el Onus probandi? (Lo de las armas venezolanas lo añadí yo, pero porque poco les faltaba para incluirlas). Como sea, ¿qué pruebas tienen de que ese supuesto atacante tenía los medios y las capacidades para llevar a cabo su crimen?, pero más aún, ¿qué pruebas tienen de que de verdad era un agente al servicio del gobierno iraní? A estos gringos de Obama les faltan pantalones, en realidad debían haberle permitido al terrorista atacar y matar al Saudí, para luego capturarlo vivo y mover al mundo en contra de Irán... Pero de ser así ¿qué papel habrían hecho los servicios de inteligencia estadounidenses y mexicanos?

En fin, habrá quienes pretendan probar con este incidente que el islam es intrínsecamente violento, porque una teocracia intentó un crimen de estado mientras que a los gobiernos democráticos como el gringo o cualquiera de los europeos jamás les pasaría por la cabeza mandar asesinar a nadie (¡Tu quoque!, gritará algún hipócrita lector).

Como sea, a mis respuestas anteriores (1, 2 y 3), recibí una respuesta titulada: Sobre respuestas inconsecuentes y la negación de la realidad. Vamos a ver, inconsecuencia según la RAE es: falta de consecuencia en lo que se dice o hace, o sea que mis respuestas no tienen consecuencias. ¿Qué me está diciendo?, ¿que no lo voy a convencer?, ¿era acaso esa mi intención?, ¿hice explícito mi deseo de que hubiera alguna consecuencia?, ¿la puse en negro sobre blanco?, pues no, así que al menos en eso tiene razón el Tona.

La segunda parte del título habla sobre la negación de la realidad. A ver, a ver, creo que existen consensos que definen hasta cierto punto ese término de "realidad", por ejemplo, hay científicos que dan datos concretos como que el agua son dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, que la gravedad terrestre es una interacción fundamental que tiene aprox 9.81 metros sobre segundo al cuadrado de aceleración, etc; estos, por experimentación y porque están abiertos a escrutinio y a falsificación, son datos que conforman la realidad en un plano y que nadie sensato se atreve a negar (a menos que tenga nuevos datos experimentales que desmientan el consenso anterior). Luego hay otros consensos que arrojan datos como que: Napoleón murió en la isla de Sta. Elena el 5 de mayo de 1821, y tendemos a darlos por ciertos porque hay registros del evento, pero no está descartada la posibilidad de que alguien lograra demostrar que en realidad el que murió en Sta. Elena fue otro y que Napoleón se fue a vivir a una casa de campo con su amante por el resto de sus días. Pero para lo anterior, ese alguien tendría que proveer la suficiente "evidencia" como para que su alegato fuera creíble, o al menos para arrojar serias dudas sobre la versión oficial. Luego existen otros consensos según los cuales, por ejemplo Rubén Darío fue el príncipe de las letras castellanas, lo cual puede verificarse de dos modos: a) que en efecto se haya dicho eso de él, y b) que de verdad sea el príncipe de las letras castellanas. Corroborar "a" no es tan difícil pues hay documentos que atestiguan ese mote, pero en cuanto a "b", es una cuestión de gustos literarios. Así que, ¿qué realidad es la que estoy negando? ¿Una como la segunda? ¿Y no hay suficientes razones para dudar de la versión oficial? Por otro lado, y lo comenté en el post mismo, ¿qué es evidencia?, ¿estoy negando la evidencia?, y acá repito las palabras del Bill Maher en su película Religulous cuando el director del proyecto del genoma humano le intenta decir que hay evidencia de que Jesús vivió en los tiempos que se dice que vivió: "What evidence?"

16 de octubre de 2011

Nueva interfaz de google chafea en el iphone

Ahora que estuve escribiendo desde el iphone de mi compañera en el hospital noté dos cosas: 1. Que mientras mayor conectividad mejor, pues gracias a ella pude escribir ahí, leer, y aun cuando casi me acabé la pila logré estar entretenido por algunas horas antes de intentar dormir infructuosamente.

2. Que a veces las nuevas interfaces de google no están listas para un uso extensivo, es decir que intenté hacer mi post en el iphone, pero la nueva interfaz actualizada de Blogger no funcionó correctamente en el dispositivo móvil, así que tuve que regresar a la interfaz anterior para poder postear.

Supongo que hay una aplicación de blogger para el iphone, con lo que estar ahí intentando editar desde el safari podría ser (desde el punto de vista de los creadores del iphone) una estupidez, pero es necesario entender que yo no soy el dueño del teléfono, así que no tengo el password con el que mi musa entra al app store y descarga programas.

De modo que aún cuando haya una aplicación de blogger para dispositivos móviles, y aún cuando esté ultra chingona y funcional y usable, la aplicación web debería funcionar a la perfección desde el navegador del smartphone que sea, pero no, falla en todos lados, en cambio la interfaz anterior es mucho más estable. De modo que hasta que no reparen sus bugs, me quedo con la versión previa.

15 de octubre de 2011

Durante y después del hospital

Mientras mi amada estuvo en el hospital, yo me quedé ahí, pues esas son las reglas, debe haber un familiar por si se complica todo y el paciente queda inconsciente, y se deben tomar decisiones graves. Yo no sabía cómo estaba mi musa, entró muy mal y pensé que pronto habría un bebé entre nosotros, así que tras una noche en vela y un relevo de un par de horas de mi papá que aproveché para ir a la casa a dormir y para llamar al trabajo e informar de la situación, volví al hospital para el reporte de las 10: ya estaba estable, ya no había riesgo de parto prematuro (36 semanas), pero seguiría en observación y estaban esperando unos análisis. En el reporte de las 13 no hubo novedad, en el de las 17 tampoco, pero para el de las 20 fui con mi cuñada, y en lugar de entrar yo entró ella, y quién sabe qué hizo pero salió con noticias: había visto al amor de mi vida y estaba mejor, y probablemente la darían de alta al día siguiente (o sea el viernes).

El viernes fui a trabajar, por supuesto, pero mi papá me apoyó con su presencia en el hospital para el reporte de las 10, en el que no hubo novedad, y para el reporte de las 13 entregó una muda de ropa que yo había preparado para mi amada con lo que ella finalmente fue dada de alta y pudo regresar a casa. Ahora le pongo inyecciones cada doce horas, de una sustancia hiper-tóxica y dolorosa, pero que según esto debería terminar de curarla. Yo espero que para el martes, día después de que acabe el tratamiento, ya esté súper bien y lista para transcurrir las dos semanas siguientes sin complicaciones. Como sea ha quedado asentada la costumbre: de aquí a que nazca Lucas, y seguramente por al menos unos dos meses después (si no es que ya definitivamente), yo despertaré y llevaré a Loana a la guardería.

La novedad fue que el jueves, después de la guardería, mi pequeña se fue a Texcoco con los abuelos, se bañó por allá, cenó, jugó con los perros, la pasó increíble y se durmió y pasó la noche por primera vez lejos de casa.

14 de octubre de 2011

Una guia para los sin Dios: C4-Realización personal (6 de 9)

Esencia

Debemos buscar un modo mejor de llevar juicios de valor a teorías de desarrollo del potencial humano. Una posibilidad es elegir para su desarrollo sólo aquellos aspectos de la naturaleza humana que son esenciales del ser humano. Por ejemplo, es una característica esencial del oro que un átomo de oro contiene exactamente setentaynueve protones en su núcleo. Tener setentaynueve protones es lo que lo hace a un átomo de oro, y no un átomo de otro elemento. Si, por ejemplo, un átomo tuviera ochentaydos protones, entonces necesariamente no sería de oro sino de plomo. Aún cuando tener setentaynueve protones en su núcleo distingue al oro de otros elementos, sigue siendo una característica intrínseca del oro. El número de protones en un átomo de oro es una característica intrinseca del oro porque no depende de la naturaleza de otros elementos. Tal vez la naturaleza humana tenga características esenciales similares que determinen el potencial humano.

Notemos, sin embargo, que los seres humanos son entidades mucho más complejas que los átomos de oro, y que determinar la esencia de la humanidad será correspondientemente más difícil. El candidato más probable para la esencia humana es la configuración genética. Cualquier ser con una configuración genética idéntica sería un ser humano. Sin embargo, incluso si los científicos descubrieran los genes esenciales de la naturaleza humana, todavía tendríamos que hacer juicios sobre lo que importa. La relación entre la configuración genética humana y el potencial humano es compleja. Nuestra configuración genética humana compartida nos permite el desarrollo de muchos potenciales. Permite no sólo la racionalidad y la producción social cooperativa, sino también el sentido del humor y matar por placer. Sigue quedando en nosotros el decidir qué potenciales son triviales, cuales son malvados, y cuales vale la pena desarrollar. Así pues, demostrar que alguna característica es esencial a la naturaleza humana no es suficiente para enseñarnos qué potenciales le permiten tener sentido. Seguimos teniendo que apelar a una fuente de valor mayor que nos muestre que desarrollar tal potencial vale la pena.

13 de octubre de 2011

Hospitalización en el seguro

Anoche mi amada se sintió mal. Se sintió tan pero tan mal que la llevé al hospital. En realidad nos trajo (sí, desdel mismo hospital escribo) mi papá que había ido a visitar a su nieta junto con mi mamá. Mi mamá se quedó cuidando a Loana y yo me quedé haciendo guardia en el bendito y horrendo hospital.

Me quedé por procedimiento, más que por devoción, en realidad si van a darme info hasta mañana, deberían pedir un teléfono y mandarlo a uno a casa. Una vez que admitieron a mi amada me dijeron que me fuera a sentar a unas sillas de metal incomodísimas mientras la valoraban. Cuando finalmente la valoraron me mandaron llamar, me entregaron su ropa en una bolsa de papel, me hicieron algunas preguntas para llenar un formulario, y me dijeron que me darán más información a las diez de la mañana (o sea en unas 8 horas), y yo tendré que permanecer aquí a la espera de nuevas por si se presentara alguna emergencia y fuera necesario trasladar a mi paciente (así le dijeron) debe haber aquí un familiar para que se le avice o para que autorice.

Así, estoy en una banca de metal a la una y media de la madrugada, escribiendo un post. Según lo poco que me dijeron cuando me llamaron, es ligeramente improbable que Lucas nazca hoy, o al menos me pareció que intentarían posponer la llegada de mi vástago a este mundo un par de semanas. De cualquier modo, creo que yo hoy no dormiré, y al rato, no iré a trabajar. Actualizaré si algo más sucede.

12 de octubre de 2011

Llevar a Loana a la guardería

Hace un par de semanas mi musa y yo decidimos que para que Loana no sufriera un shock demasiado fuerte por la llegada de su hermanito y los cambios que eso acarreará, yo empezaría cuanto antes a llevarla a la guardería. Por supuesto, esa semana yo llevé a mi criaturilla una sola vez, y un día en que mi amada tenía un compromiso super importante tempranísimo en la mañana. Los demás días de las siguientes dos semanas nos apiadamos del sueño de nuestra pequeña, además de que yo ya iba tarde para el trabajo, así que nuestra inducción para prepara a Loana a la vida con una mamá ocupada cuidando a otro mocoso fue deficiente.

Esta semana fue diferente: el martes yo llevé a nuestra infanta a la escuela, no sin un enorme esfuerzo para levantarla, lo que además ocasionó que yo llegara una hora más tarde que de costumbre. Hoy miércoles nos tomamos tiempo: treintaycinco minutos para despertarla-vestirla-peinarla, y ahora llegue "solo" media hora más tarde de lo acostumbrado al trabajo. De cualquier modo, es obvio que para llegar a tiempo al trabajo debo salir al menos 20 minutos antes de mi hora de entrada, con lo que tendría que empezar a despertar a mi niña a las siete y cinco, con lo que yo tendría que empezar a prepararme a las seis y media... ¿Acaso lo lograré?

11 de octubre de 2011

Mi pequeña contreras

Mi pequeña es super contreras, a veces quiere hacer algo que su mamá y yo no queremos que que haga porque representa un riesgo para ella, como pararse en la cama o en los brazos de los sillones, y por más que le decimos que no se pare, se levanta y se levanta, y se enoja si la bajamos o sentamos a fuerzas. Obedece a sus propios impulsos, como cualquiera, y como cualquiera se molesta si interferimos o nos oponemos a esos impulsos.

Por otro lado, a veces queremos que haga algo y ella no quiere: "ven, vamos a bañarnos" o "ven, vámonos de la cocina (porque es peligrosa)"; e invariablemente responde "NO", si insistes, si le dices que porfavor, si dices simplemente "Loana", o cualquier frase dirigida a ella, una vez que se puso a la defensiva la respuesta siempre es un rotundo NO. Y nuevamente, si utilizamos nuestra superioridad física para obligarla (y contrariar su voluntadcita) hay drama y enojo y hasta agresiones físicas de su parte.

Sin embargo, he encontrado un modo que me parece hasta cierto punto curioso, si no hay distractores (como la tele, o algún juguete al que ella le esté poniendo atención en ese momento), le pido algo una sola vez, por ejemplo que se siente, y me le quedo viendo a los ojos sin volver a pedir absolutamente nada, entonces ella obvio que dice que NO, y luego me ve y me vuelve a decir que NO, y luego lo recalca y reafirma (NO, NO, NO), pero mientras eso dice se va sentando poco a poco. Sé que si le hubiera reiterado mi pedido, si hubiera repetido la solicitud, además del NO se habría negado a hacerlo, pero cuando se lo pido una sola vez y me la quedo viendo fijamente, termina por hacer caso.

Cuando quiero que se salga de la cocina tengo otra técnica, también se lo pido una sola vez, luego me acerco y la tomo delicadamente de la mano, y me la llevo caminando por su propio pie, y si bien protesta verbalmente, no opone resistencia.

10 de octubre de 2011

15 minutos antes sin resultados

En estas últimas dos semanas he logrado despertarme y levantarme como quince minutos antes de lo que solía hasta hace poco. Logro acopiar la fuerza, sentarme en la cama, alzarme, ir a la cocina por un vaso de agua, preparar el biberón matutino de Loana, tomar algo para desayunar, vestirme, y de todos modos estoy saliendo a la misma hora que antes.

No entiendo en qué se me van esos quince minutos que le robé (o pedí prestados) al sueño, según yo tenía que aprovecharlos y salir quince minutos más temprano, pero no, hay algo en mi inconciente que me sabotea, que me hace procrastinar, dejar mis objetivos hasta el final, y tendría que buscar qué es porque si no me va a resultar mucho más difícil salir de pobre, y por mis crios quiero salir de pobre.

Tengo un oficio que cada vez hago mejor y se paga bien y con el que puedo hacer productos informáticos valiosos y venderlos, escribo más o menos coherentemente, hablo/leo/escribo en cuatro idiomas, pero no he podido explotarme para que Loana y Lucas (sí, ese es el nuevo nombre, y parece que será el definitivo) tengan al menos acceso las posibilidades que yo desaproveché, pero que ojalá que ellos no.

9 de octubre de 2011

¿Y si no hay guión?

Siempre que veo una película, una serie, o que leo algún libro de esos de aventuras y acción como los escritos por Tom Clancy o Dan Brown, noto escenas en las que se acumula tensión porque el personaje principal está en problemas, pareciera que todas las rutas de escape están cortadas, que va a morir al segundo siguiente, que se le acabó su suerte, y en eso llega un milagro gracias al script.

Digamos que si la película de Stalingrad, fuera gringa, los soldados que al final mueren congelados mientras erran por la helada estepa siberiana, se habrían despertado en un hospital gracias a que alguien más los salvó al último momento. Por eso Óscar ha definido el fenómeno como: "tener al script de tu lado". Y sí, pase lo que pase, sin importar el número de enemigos y dificultades que haya, si uno tuviera al script de su lado como lo tiene James Bond, o Indiana Jones, o casi cualquiera de los personajes creados por escritores gringos para su televisión o su industria cinematográfica, podría actuar con confianza, con la seguridad de que al final triunfará.

Por otra parte, cuando uno no tiene el script de su lado, ni caso tiene, porque el que sí lo tenga de su lado nos vencerá irremediablemente. En la vida real (¿gracias a Odín?) no hay guiones, o scripts, tanto se puede perder como ganar, y es por eso que la estrategia de los que acumulan poder es acumular el mayor posible a toda costa y a costa de todos, de modo que la llegada del héroe hollywoodense para detenerlos sea prácticamente imposible.

En la vida real la estrategia es la que siguió Estados Unidos para volverse la nación más poderosa del mundo, la de acumular el mayor poder de fuego que pueda existir, y la de ser gandalla y ejercer la violencia y la coherción. Supongo que el problema llega cuando darle uso a ese poder de fuego es tan caro que al ejercerlo empobrece al país que lo usa, y otros países se enriquecen implacablemente... Sí, creo que todos entiende que estoy poniendo de ejemplo a China.

Estaría bueno que Europa-Rusia-China se unieran en un gran bloque que armara un estado de bienestar medio keynesiano, en el que la población ganara bien y fuera capaz de consumir lo producido dentro del mismo bloque sin importar prácticamente nada del exterior, con el mayor ejército del mundo para defensa, y de ese modo dieran una lección a los E.U. Lástima que no haya un guionista supremo que se pudiera poner del lado dese gran bloque, de otro modo me iría a vivir pallá.

8 de octubre de 2011

Respondiendo a la respuesta 3

Las teorías de la conspiración son ideas que tienen que ver con una sensación fundamental de ser el centro del mundo (cosa cierta para cada quien), y con el hecho de que si se es el centro del mundo todo lo que sucede al rededor tiene que ver con uno, ¿no? La cosa está así, si alguien me agravia no es por estúpido o por error, sino porque me tiene celos, o coraje, o envidia, o simplemente es malvado (y yo soy siempre el bueno del cuento). Esta misma forma de pensar es la que hace que uno crea que si tembló en el defe y se cayeron algunos edificios no fue por azar, accidente, incompetencia de los constructores, porque así pasa, o porque las placas tectónicas acumularan energía y en un momento dado la liberaran toda, no, porque en lo anterior no hay intención, y para hacernos tanto daño debió haber una intención, así que empieza uno a imaginar a un grupo de malvados que puso una bomba subterránea, o a los demonios, al diablo, o tal vez al mismísimo Dios enojado por nuestros pecados.

Richard Dawkins en una charla que dio en una convención de ateos que yo vi en youtube, plantea que somos seres que retribuimos, que tenemos un mecanismo de retribución que ha sido de gran ayuda evolutiva: si alguien nos hace un favor quedamos en deuda, si alguien nos hace daños, queremos cobrarle con sangre, lo que hace que por lo general tratemos de portarnos bien con nuestros semejantes, ya que por experiencia propia, por nuestros propios sentimientos cuando alguien nos hace algo (bueno o malo), sabemos que si nos portamos mal eventualmente habrá consecuencias desagradables y que si nos portamos bien, en la mayoría de los casos se nos retribuirá.

Con ese mecanismo de retribución nos sucede que, cuando una gran desgracia nos ocurre (digamos que perder a seres queridos en un accidente) empezamos a cuestionar el hecho, "si yo nunca hice daño a nadie, no me lo merezco, es injusto, etc" y queremos encontrar algún culpable; o si algo buenísimo nos pasa (digamos que ganar la lotería) tratamos de convencernos de que algo bueno hicimos, de que en el fondo Dios o quien sea nos está sonriendo o nos está ayudando, y quisiéramos agradecerle a alguien. Dawkins argumenta que aquello que funciona muy bien en una escala entre individuos, la reciprocidad, el agradecer y el desquitarnos, no funciona igual en escalas más grandes o con actores no humanos, y que esa necesidad de culpar o agradecer lo que nos sucede, es una de las tantas causas de que sea posible concebir a un Dios personal que nos vigila y cuida.

Como sea, eso quiere decir que por lo general hay que descartar teorías de la conspiración que involucren a fuerzas naturales, por ejemplo, el tsunami japonés de marzo pasado, no pudo ser obra del hombre, ¿o sí?, Bueno, de hecho como poco a poco controlamos más y más a la naturaleza, aunque es sumamente improbable, sí pudo ser una bomba submarina... Bueno, pero, un huracán, ¿qué tal un huracán?, no, creo que eso todavía no, ni un tornado, ni muchos otros fenómenos tampoco. Ok, pero, ¿y las torres gemelas?, a esas las tiró la gravedad ¿no?, junto con unos avionazos, unos incendios, y toda la ayuda de Allah, ¿no? El punto es que no sabemos, no hay modo de saberlo, lo que sí podemos averiguar es quienes se beneficiaron, y no fue Bin Laden, no fue Sadam, no fueron los países con población musulmana, sino algunos pocos personajes gringos. Estados Unidos tiene dos enormes fronteras que más porosas no se puede, vamos, por ellas pasan miles de inmigrantes ilegales al año, tiene dos costas gigantes por las que seguramente se puede contrabandear de todo, ¿qué no era más fácil meter una bomba sucia por algún lado, y luego detonarla ahí en cualquier punto de NY, que secuestrar cuatro aviones y estrellarlos sobre el WTC/pentágono? Sí pero al parecer hicieron lo segundo, no lo primero.

En fin, como los arquitectos e ingenieros por la verdad del 11/9 se detienen tras explicar que el desmoronamiento de los tres edificios del WTC es más fácil de explicar con una demolición controlada que con un impacto, fuego y la gravedad, pero no acusan a nadie ni se ponen a elucubrar, yo voy a atar los cabos en una teoría de la conspiración que más conspiranóica es imposible, en la próxima entrega de esta serie.

7 de octubre de 2011

Casi todo el contenido

El sitio web cuevana.com es uno que tiene un repertorio inmenso de películas y series, tan pero tan grande, que sospecho que lleva mucho tiempo funcionando y que no es ilegal ni nada por el estilo. De hecho, no permiten que bajes los archivos de las películas o series, sino que hacen que las veas ahí mismo en su propio player, pero la calidad de los videos es buena, lástima de subtítulos.

Ahí me puse al día en la serie Breaking Bad que está buenísima, pero eso no es todo, los nuevos capítulos de Breaking Bad salen los domingos a las 10 de la noche en estados unidos, y a las once y media ya está en línea el episodio de estreno que acaba de trasmitirse. Con lo que ahora veo un capítulo a la semana (en lugar de los maratones a los que me sometí), y estoy sumamente satisfecho de que esté tan pronto en internet. Ya vi también Avatar, La leyenda de Aang, serie animada en la que se basaron para sacar la película titulada El último maestro del aire, y la verdad la serie está mucho mejor que que la película.

Internet tiene demasiado contenido que me dispersa y me distrae de tareas más importantes. Lo bueno es que ya acabé de ver películas, ya no hay ninguna de las que me interesaban (gringas) que no haya visto, lo malo es que las series (gringas) son mejores que las películas, y te dejan picado de un capítulo a otro; en eso considero que son como telenovelas pero para adultos. Como sea, ahora con el pequeño habrá un periodo de mucho trabajo hogareño, así que no voy a poder andar viendo ni películas ni series, y tal vez no pueda ni escribir... Como sea, un pequeño más es un gran incentivo para buscar mayores ganancias monetarias por todos lados, quizá me ponga finalmente a traducir profesionalmente, quizá trabaje más freelances, perhaps, perhaps, perhaps.

6 de octubre de 2011

Tensos a la espera de Matute

El nuevo miembro de la famiglia llegará en algún punto de las próximas tres semanas y todavía no nos decidimos por un nombre (seguimos diciéndole Matute). Estoy nervioso y algo tenso, cuando nazca tomaré vacaciones y pasaré dos semanas en casa ayudando a mi musa y cuidando del pequeño. Le dijeron a mi amada que por procedimiento, puesto que no han pasado dos años desde la última vez, en esta ocasión también tendrá que ser con una cesarea, con lo que estará convaleciente largo rato tras el nacimiento del crío. Creo que va a ser tan despierto y vivaracho como su hermana mayor, los primeros meses son siempre los más duros, pero luego poco a poco irá creciendo, y los ritmos volverán a tener unos espacios aceptables y normales.

Mientras tanto Loana anda súper chipil y exigente, impaciente y madreadora. Si uno la contraría más allá de su breve paciencia intenta de inmediato morder, si no puede morder, trata de pellizcar, si no lo logra al menos suelta uno o dos manazos; y parece que así anda también en la escuela, pues ya nos han reportado jalones de pelo y pellizcos contra sus compañeritos. También le ha dado por dormir una siesta en la tarde, y luego mantenerse despierta hasta las doce de la noche, pasando el tiempo con nosotros que para esos momentos ya estamos ligeramente tronados.Al mismo tiempo mi musa está toda adolorida de las articulaciones, con náuseas, reflujo, y todos los malestares propios del último mes de embarazo, que hacen que mi amada ya esté pidiendo esquina.

Yo por mi parte debo conservar la calma, estar presente, cuidar a mi compañera de la brusquedad de Loana, etc; he seguido leyendo, viendo series y películas (el fin de semana me aventé la trilogía de Transformers, y la neta me esperaba que fueran peores), escribiendo, programando y conviviendo con mis seres queridos.



5 de octubre de 2011

Una guia para los sin Dios: C4-Realización personal (5 de 9)

Consideremos, también, el siguiente experimento mental: Un potencial es distintivo de los seres humanos sólo si los seres humanos tienen ese potencial y los seres no humanos no. Supongamos que los humanos, y sólo los humanos, tienen en la actualidad el potencial de trascender su conciencia ordinaria a través de la meditación y otras disciplinas espirituales. En el presente, trascender la conciencia ordinaria es un potencial distintivamente humano. Supongamos que, en el futuro, los chimpancés fueran a evolucionar y adquirieran el potencial para meditar y trascender la conciencia ordinaria. Entonces el potencial para trascender la conciencia ordinaria ya no sería una propiedad distintivamente humana. En ese punto, ¿será acaso que alcanzar estados trascendentes de conciencia pierda repentinamente su valor? Más probablemente un practicante de la meditación opinaría, que las vidas humanas no pierden su potencial para encontrar sentido, sino que las vidas de los chimpancés adquieren ese mismo potencial. Entonces no es porque el potencial de trascender la conciencia ordinaria sea distintivamente humano que es importante.

La estrategia de la distinción hace al sentido de la vida dependiente de características extrinsecas, características no de humanos, sino de otras especies. Absurdamente, el sentido de la vida no dependería entonces de cómo son los humanos. En cambio dependería de cómo no son otras especies. (Nozick 1981:515-516) La distinción de una característica siempre es extrinseca en cuanto a que siempre depende de si otras especies también poseen dicha característica.

4 de octubre de 2011

Importa tus contactos de:

Resulta que al principio del desarrollo de La red social privada, a nuestros jefes se les ocurrió que para que fuera algo "íntimo", se permitiría a los usuarios invitar tan sólo a 50 amigos, de ese modo cuidarían sus invitaciones al máximo, y funcionaría como una especie de club super exclusivo al que te podían invitar, siempre y cuando fueras alguien de verdad importante para los que ya eran miembros. El problema era que si se quiere ser masivo, y tener millones de usuarios para vender publicidad targeteada, no se puede ser exclusivo; así que al poco rato de estrenada la red se quitó esa restricción y los usuarios tuvieron la capacidad de tener amigos ilimitados. Sin embargo, el mecanismo de invitación sigue siendo un campo de texto donde escribes uno por uno el mail de aquellos a los que quieres invitar, con lo que ha habido quejas por lo lento del proceso de invitación, ya que los usuarios querrían mecanismos similares a los que tienen facebook o google+, que importan todos los contactos de alguna cuenta de mail y los invitan a todos.

Así que me tocó ponerme a investigar de alguna aplicación pre-existente para importar contactos, y encontré una llamada openinviter que está hecha en php, y hace precisamente eso, consigue los contactos de los distintos servicios de mail y/o redes sociales, por medio de un un login y un password. He estado estudiando el código, y ahora tengo suficiente conocimiento del programa como para integrarlo a nuestra red social. Supongo que de este modo habrá miles de usuarios en poco tiempo, pues los socios ya registrados podrán invitar a todos sus contactos, y así tendremos muchos registros en la base de datos con los cuales experimentar. Ahora que lo pienso, Facebook sí tiene un límite de 4999 amigos, para las cuentas personales, y ese límite debe ser por algo, debe ser por el uso de la base de datos o algun asunto del desempeño de la aplicación. Hay una diferencia entre una cuenta personal y una cuenta pública, de esas dedicadas a los artistas, que en lugar de amigos tienen likes y/o seguidores, que funcionan de modo más o menos similar a las cuentas individuales pero definitivamente son muchas menos. ¿Tendremos que ponerle un límite finalmente a cuantos amigos pueden tener nuestros usuarios?

3 de octubre de 2011

El maestro Dawkins presentando The God Delusion

Ante abogados del ateismo tan elocuentes y contundentes como Richard Dawkins, no entiendo a quienes después de oirlo no se dan cuenta de que los argumentos que sirven como sustento a sus ideas ya fueron humillantemente pulverizados. Hace poco, gracias al Tonatiuh Díaz Alegría, vi un microvideo de Richard Dawkins en el que sale diciendo lo siguiente:

The God of the Old Testament is arguably the most unpleasant character in all fiction. Jealous and proud of it. A petty, unjust, unforgiving control freak. A vindictive, bloodthirsty, ethnic cleanser, a misogynistic, homophobic, racist, infanticidal, genocidal, filicidal, pestilential, megalomaniacal, sadomasochistic, capriciously malevolent bully.
Que aproximadamente quiere decir: "El Dios del viejo testamento es arguiblemente el personaje más desagradable de toda la ficción. Celoso y orgulloso de ello. Un mezquino, injusto, e implacable obseso del control. Un matón vengativo, sediento de sangre, limpiador étnico, misógino, homofóbico, racista, infanticida, genocida, filicida, pestífero, megalómano, sadomasoquista, caprichosamente malevolente."

El video que pongo a continuación es de dode se extrajo el fragmento anterior, fue la presentación del libro "The God Delusion" en el Randolph-Macon Woman's College, Lynchburg, Virginia, en 2006. Hace una lectura de fragmentos de cuatro capítulos, y luego hay una excelente sesión de preguntas y respuestas en la que varios religiosos intentan sus mejores preguntas para sacar de balance al maestro Dawkins, pero este, como el gran jedi conceptual que es, se los ensarta a todos.



Pueden ver el discurso completo en este link. Mientras Dawkins leía su de su libro (que de hecho quiero comprar) me deleitó otro fragmento (entre muchos otros) que traduciré a continuación:
God ordered Abraham to make a burnt offering of his longed-for son. Abraham built an altar, put firewood upon it, and trussed Isaac up on top of the wood. His murdering knife was already in his hand when an angel dramatically intervened with the news of a last-minute change of plan: God was only joking after all, 'tempting' Abraham, and testing his faith. A modern moralist cannot help but wonder how a child could ever recover from such psychological trauma. By the standards of modern morality, this disgraceful story is an example simultaneously of child abuse, bullying in two asymetrical power relationships, and the first recorded use of the Nuremberg defence: "I was only obeying orders".
Que traduzco así: Dios le ordenó a Abraham que sacrificara a su tan esperado hijo. Abraham construyó un altar, le puso leña en el, y subió a Isaac sobre la madera. Su cuchillo asesino ya estaba en su mano cuando intervino dramáticamente un ángel con la noticia de un cambio de planes de último momento: Dios sólo estaba bromeando, después de todo, "tentando" a Abraham, y poniendo a prueba su fe. Un moralista moderno no puede más que imaginar cómo un niño podría alguna vez recuperarse de tal trauma psicológico. Según los estándares de la moralidad moderna, esta escandalosa historia es un ejemplo simultaneamente de abuso infantil, e intimidación en dos relaciones de poder asimétricas, así como el primer uso registrado de la defensa de Nuremberg: "Sólo estaba obedeciendo órdenes".

2 de octubre de 2011

Componer los horarios (¿otra vez?)

Pobre Loana anda con los horarios todos desconchinflados, pero eso es debido a que su mamá y yo no somos suficientemente disciplinados (además de que somos sumamente desvelados). Antes nuestra pequeña se levantaba a las siete de la mañana, dormía una siesta de media hora como a las once, otra como a las cuatro, y lograba conciliar el sueño como desde las diez de la noche. Digo, eso fue recién entrada en la guardería, creo. Pero ahora se levanta como a las 10, no duerme siesta en la mañana, y si la dejamos dormir siesta después de las siete de la noche, no se acuesta sino hasta las doce de la noche, para despertar una media hora a las cuatro de la madrugada nomás para hacernos sufrir a su mamá y a mí. Supongo que para regresarla al ritmo anterior tendríamos que empezar a despertarla temprano otra vez. La cosa es que eso no va a ser opcional cuando nazca su hermanito, así que a levantarla a las siete de la mañana desde este lunes que viene.

1 de octubre de 2011

Comidas de la guerra

Cuando cocino papas, primero las hiervo y luego las pelo, con lo que las cáscaras que se desprenden son delgadísimas y suelo tirarlas a la basura sin remordimientos. Pero hace tiempo, cuando mi abuela paterna todavía vivía, recuerdo que le enseñó a mi mamá un guiso que consistía de cáscaras de papa. No de las ultradelgadas pieles que quito de las papas hervidas, pero de las que se quitan con un cuchillo de papas crudas antes de cocinarlas. Es decir, cáscaras de papa pero con todavía un poquito de carnita, o de papa pues.

Según me contó mi mamá, mi abuela le platicó que ese era un guiso de guerra, de la segunda guerra mundial, en la que si uno encontraba en un basurero cáscaras de papa era casi casi como ganarse la lotería. Algún rico había tirado las cáscaras (obviamente se había comido las papas), y entonces quien las encontraba podía darle de comer esa noche a sus hijos. Otras historias de la segunda guerra mundial que me ha contado mi papá (que nació después, o sea que él a su vez las oyó de alguien más) cuentan de como llegó a haber tal escasez en algunos lugares por ciertos periodos, que se tuvieron que comer a sus mascotas, gatos, perros, caballos, etc. En México no es conocido el guiso de cáscaras de papa, sin embargo he leído que durante la revolución hubo hambruna varias veces en el defe, y lo mismo se comieron a sus perros, y la gente se caía muerta de hambre en la calle.

Todo esto lo narro porque hoy hice espinacas, y les corté el tallo, quedándome solamente con las hojas. Luego vi tal cantidad de tallos que tiré a la basura, que pensé que era un desperdicio, y que probablemente, si estuviéramos en tiempos de guerra, o si hubiera gran escasez de alimentos, guardaría esos tallos para intentar algún guiso condimentado con otras sobras o cosas que se tiran, el cual probablemente en un futuro de mayor abundancia les cocinaría a mis nietos.