8.- Recibí un email de parte de Rodrigo en donde me invita a contribuir en una conversación iniciada previamente. Si no entiendo mal, la sucesión de los eventos es como sigue:
1.- Rodrigo estaba conversando vía messenger con Arturo, un compañero de la oficina, la conversación le pareció lo suficientemente relevante a este último como para
2.- Compartirla con Francisco, un profesor suyo de la universidad.
3.- Francisco hizo unas breves anotaciones intercaladas en el texto respecto a la charla y les respondió el correo.
4.- Rodrigo quiso saber más dél, saber sobre un tema que tocaba en su respuesta, indagó y
5.- Francisco no respondió a la pregunta, prefirió dar una referencia y desviar la conversación en un mail de tres párrafos hacia una tecnología específica.
6.- Entonces Rodrigo argumentó extensamente (y documentadamente) las cuestiones tecnológicas y éticas con que se identifica, opuestas a la tecnología promovida por Francisco.
7.- A lo que el profesor volvió a responder intercalando sus comentarios en el texto de Rodrigo.
Los temas tratados son diversos aunque giran en torno al cambio social y la tecnología. Las inserciones entre líneas hacen que uno no entienda bien quién dijo qué o si algún comentario interrumpe al interlocutor inicial a la mitad de algún párrafo, o donde empezaba y acababa alguno de los rounds previos. Por lo que me di a la ardua tarea de ordenar todos los textos, para así ir respondiendo por partes y dar a cada cual su merecido. Definitivamente no quiero entrar en esa mecánica de responder donde se me ocurra en un texto ajeno y fragmentar más la discusión. Por lo tanto escribiré textos de corrido en los que trataré de abarcar todo lo que se comentó en esa correspondencia.
Y como tampoco quiero que me respondan intercalando comentarios en mis párrafos publicaré aquí, en este mi terreno, donde los comentarios salen en una sección aparte. Será una larga respuesta que por mis reglas de extensión deberá salir por partes.
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