Regresando a la oficina me puse a trabajar de inmediato en una galería que requería una página que estaba terminando, ya para entregarla y pasar a otra cosa. Llegué, me puse a chambear, la integré en un lightbox como pidió el jefe, se la fui a demostrar para que ya me diera el visto bueno, y nel. No le gustó. La vio, hizo algunas pruebas, y a pesar de que cumplía con su requerimiento y hacía todo lo que él había pedido, me dijo que no le latía esa galería (ni ese lightbox) y que no podía yo mejor lograr el mismo resultado que en esa (y me mostró otra página).
Ya no le dije nada, ni defendí mi galería, sabía que iba a tirar todo lo que había hecho a la basura pero mejor terminar lo antes posible el trabajo. Me puse a investigar en la página en cuestión, qué galería usaban, qué dropbox usaban, los descargué, probé, implementé, y dejé funcionando en cosa de 3 horas; con lo que me sentí más o menos satisfecho de mi proesa. Al día siguiente mismo llamaron al director del área que recibirá esa página, la revisó y le gustó un montón y quedó satisfecho. Ahora me debo integrar al equipo de desarrollo del que había quedado excluido cuando hicimos la red social que nunca jaló... A ver qué tal me va.
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