Yo tenía la idea de que sería un día mágico, así que no quise arriesgarme a echarlo a perder con mi post N°13 de toda la vida en mi blog personal. (Creo que ahora que deje atrás esa cifra, me fijaré sólo cuando con un post vaya a alcanzar un número primo-hermano)
El pedo, es que el 7 del 7 del 7, fue un sábado que si bien empezó bien, acabó en forma trágica, continuando la tragedia hasta la madrugada de hoy. Así pues, qué bueno que no lo empeoré supersticiosamente, hubiera sido el el continuose del acabose, y no hubiera logrado despertarme esta mañana para el trabajo.
El número 13 es tradicionalmente significativo. En ciencia es el número atómico del aluminio; en religión: el número de participantes a la última cena, la edad a la que los niños judios se vuelven hombres, es el número en que se basa el calendario Maya, el número de escalones entre la vida y la muerte según los egipcios, etc...
En música, por ejemplo, The Doors, Blur, Solace, Six Feet Under, Brian Setzer, Teenage Fanclub y Die Ärzte, hicieron un álbum llamado así (gracias wikipedia).
Suele tener poderes reconocidos de mala suerte, por eso iré hoy mismo a comprarme un ojo de venado, una pata de conejo, una herardura, etc. Por si las dudas.
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