También me pregunto generalmente: ¿de qué voy a escribir hoy?
Porque como no es sólo para mí, no sirve para reflexionar sobre mi más profunda intimidad, ni para poner datos comprometedores o riesgosos con respecto a mí o mis seres queridos (imaginad: datos abiertos a todo un mundo de ladrones y secuestradores, ávidos de mis infinitas riquezas espirituales).
No, esto tiene que ser apto para casi todo el público, sin que represente un riesgo para mí, y por eso hay (y debe haber) censura. La censura como una elección personal ante un contexto social. ¿Y no siempre es así?
Se puede ver que por hoy, mi pregunta inicial ha obtenido respuesta. Quiero aprovechar la oportunidad también, para explicar que el original e ingenioso título de este post es porque por este mes ya no bloggearé más.
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