24 de abril de 2011

¿Quien se comió la caca del cabá...?

Disfruté minuciosamente los últimos seis días de vacaciones, jugué mucho con Loana, vi películas y conversé mucho con mi compañera, salimos todos a pasear a un parque, al horrible monumento a la revolución (art-deco mis huevos), a Polanco, fuimos a comer carne asada un día a casa de uno de mis cuñados y a desayunar gorditas el día siguiente a casa de otro de mis cuñados (lo bueno de estar casado con la menor de nueve hermanos, es que a cada rato hay reuniones, banquetes y festines... Supongo que tendremos que organizar también nosotros alguna reunioncilla de vez en cuando), e invitamos a mis papás a comer a la casa una pasta con zucchini y crema que cocinamos mi amada y yo y nos quedó deliciosa.

A Loana la vi aprender muchísimo, muy rápido, tal vez tuvimos una racha, pero en estos días incrementó su vocabulario con tres nuevos términos reconocibles, "oche", le respondió a la tele cuando en un programa el personaje decía que "buenas noches"; "eche", pronunció cuando llegué con su leche una noche; y ya responde "yo", así, clarito, cuando su mamá le pregunta que "quien es la más hermosa", que quien es su princesa, y que "quien se comió la caca del came..." También, tiene un entusiasmo tan espontáneo y violento que varias veces casi se aventó desde mis brazos cuando por la calle vio, por ejemplo, unos globos; una vez que íbamos saliendo (le encanta ir a la calle); y cuando vio en el mercado unas piñatas. No sabe decir piñata, pero dice dale, dale, dale; para referirse a los globos dice bleble; y "calle" sí lo dice bien, y seguido.

En estos días casi no entré a internet, y casi no escribí por las noches, Loana me despertó más o menos temprano todos los días y me puse a escribir tras darle su biberón matutino. Después de una probadita así, de días libres, de no trabajar, de disfrutar con mi familia, casi casi ambiciono no tener que trabajar nunca... O bueno, trabajar desde casa, y no de lunes a viernes, sino de lunes a miércoles, y es cuando el prospecto de dedicarme a traducir textos que la internet me mande me hace ojitos. ¿Qué depara mi futuro? We shall see.

No hay comentarios.: