30 de agosto de 2007

A 30 horas de iniciar mi retorno

Ya ando bien ansiosín e irritable, ya quiero ahorcar a todos los que se me acercan y no me tratan con pinzas. No porque haya disminuido el cigarro a 3 al día en estas últimas 72 horas (aunque también podría ser que eso influyera), no porque me traten mal o me tengan mala leche o me pongan cara o el servicio sea descuidado o me tenga que levantar tempranísimo o me esté durmiendo por lo general a las dos (aunque eso podría ser también de algún peso).

No, pasa que estoy irritabilín, ansiosirijillo y explosivón, porque hace dos semanas que no veo a D, porque pasado mañana saldré volando (literalmente) hacia sus brazos y me parece que el momento ya está cerca y tan lejos sin embargo, tan fuera de mi alcance que siento entrar en mí una desesperación insuperable y minuciosamente deprimente. ¿Desgracias contagiadas de la generación next a un pobre individuo pobre de entre la X y la Y?

No sé, debería estar requetefeliz pues ya falta poquito, y contradictoriamente (para variar) estoy apachurrado porque sé que a mi vida no puedo ponerle forward para llegar a cuando quiera mientras todavía no es tiempo... Odio al tiempo.

No hay comentarios.: