El curso que estoy tomando es en modalidad de "Train the trainers", por lo que se supone que saliendo de aquí tendré la habilidad de ir a enseñarle a otros (y cobrarles muy caro) lo que aprendí.
El instructor dijo que llegará un grupo interno el martes 5 de septiembre, a tomar un curso con él, y que si nos quedamos una semana más (se supone que me regreso el 1ero), nos dejará dar el curso a nosotros, y como bonus adicional nos prestará por los próximos seis meses una laptop-servidor con todo el material preinstalado para que la usemos en nuestras clases y demostraciones.
Cabe mencionar que la aplicación se vende por licencias de uso individual, y que cada una cuesta una superduperhiper-lana; o sea que llevarnos esa laptop es una oferta soberanamente generosa de su parte, y una herramienta indispensable si queremos empezar a impartir los cursos en paises de habla hispana.
Sin embargo, eso no toma en cuenta que para quedarnos, nos tienen que autorizar en la empresa de México otra semana de gastos de hotel y de viáticos, más el cambio del avión. Tampoco toma en cuenta que yo estoy enamorado y desde el primer día quiero volverme a mi pequeña patria, al lado de mi Señora (o bueno, señorita :-P , la dueña de mis fantasías pues).
Yo voy a mandar un mail a la empresa para informarles de la situación. No creo que me permitan quedarme (hay mucho trabajo por allá), pero si dijeran que bueno, ¿qué hago?, ¿con quién lo veo? "Dios" no quiera que extiendan mi estancia en este pueblo de malamuerte. "Dios" permita que el regreso sea el sábado sin contratiempos ni retrasos ni problemas y llegue al Defe a la hora establecida. Desgraciadamente para mí, sé que Dios no existe. Afortunadamente para mí, las probabilidades de que me autoricen más gastos son casi nulas. Desgraciadamente para mí, la conexión en Cleveland es de 32 minutos, por lo que un mínimo contratiempo puede ocasionar desgracias. Afortunadamente para mí, las aerolíneas protegen a los pasajeros que ellas mismas hacen naufragar y ofrecen cambios de ruta para el mismo día. Conclusión: a ver qué pasa.
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