Continúo con el debate publicado en The Guardian sobre filosofía versus ciencia.
Lawrence Krauss: Bueno, ciertamente estoy disfrutando la conversación, que es aparentemente el “porqué” estoy participando en ella. Sin embargo, sé que mi disfrute sale de procesos estructurales que hacen disfrutable para los seres humanos enredarse lingüística y filosóficamente. Supongo que tendría que voltear tu pregunta y preguntarte ¿por qué (¡si me perdonas la pregunta “porqué”!) crees que cosas como el amor nunca van a ser reducidas al disparo de neuronas y las reacciones bioquímicas? Para que ese no fuera el caso, tendría que haber algo más allá de lo puramente “físico” que gobernara nuestra conciencia. Supongo que yo no veo nada que sugiera que ese es el caso. Ciertamente, ya entendemos muchos aspectos del sacrificio en términos de biología evolutiva. El sacrificio en muchos casos, es bueno para la supervivencia de un grupo o familia. Tiene sentido evolutivo para algunas personas, en ciertos casos el actuar de modo altruista, si la propagación de genes dirige la acción en una dirección básica. No es un gran paso imaginario el esperar que algún día seremos capaces de desglosar desde esas acciones sociales, estudiadas a escala macro, hasta reacciones biológicas a escala micro.
En un sentido puramente práctico, esto podría ser computacionalmente demasiado difícil de hacer en un futuro cercano, y tal vez siempre lo sea, pero todo lo que sé sobre el universo me vuelve tímido al momento de usar la palabra "siempre". Lo que no es gobernado por las leyes de la física es, de algún modo, inevitable. Así pues, ahora mismo, no puedo imaginar el que yo pudiera determinar computacionalmente el movimiento de todas las partículas en la habitación en que estoy respirando este aire, de modo que debo usar cantidades promedio y hacer estadísticas para poder computar comportamientos físicos. Pero, algún día, ¿quién sabe?
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