31 de octubre de 2012

Opinar sobre mis traducciones

Últimamente he estado haciendo traducciones de textos que me han parecido interesantes, pero con los cuales no concuerdo del todo. Sin embargo, ¿qué puedo hacer?, ¿interrumpirlos a la mitad de lo que me parece errado y poner ahí mis opiniones?, podría hacer eso, pero entonces, ¿qué clase de traductor sería?

Es decir, soy muchas cosas, entre ellas traductor, y como tal quiero hacer bien mi trabajo, quiero que el texto en español sea tan fiel como me sea posible al texto original. Entonces se me ocurrió que también voy a hacer una especie de crítica posterior, es decir, ya con el texto fielmente traducido, unos posts después, daré mis opiniones al respecto.

Sí, ya sé que soy extremadamente quisquilloso, y que a veces hago tormentas en vasos de agua por tonterías (yo más bien lo veo como que en las sutilezas está el diablo), y todo lo que me caracteriza según quienes me conocen. En fin, voy a tomar uno a uno los textos que traduje en últimas fechas y los voy a comentar aquí mismo. Es más, también voy a opinar sobre otros textos que no traduciré pero hacia los que pondré el enlace.

Pero si ya están escritos o traducidos en español, pues mejor. Por supuesto que seguiré haciendo traducciones, hace no mucho me recomendó unos textos el buen Tonatiuh Díaz Alegría, y expresó su interés en que fueran traducidos, y como él por lo general tiene buenos gustos en cuanto a sus temas preferidos y los autores que esgrimen argumentos al respecto, muy probablemente terminaré traduciendo algunos de esos escritos.

Pero además, ahora que estoy leyendo Le Ton Beau de Marot de Hofstadter me entró la espina de traducir poesía en verso respetando lo más posible todos los elementos de los poemas originales: estructura, métrica, tono, extensión, etcétera. Sé que es mucho más difícil que traducir prosa, sé que una noche de desvelo podría no alcanzar para una buena traducción, sin embargo, es uno de esos retos que me gustaría enfrentar.

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