29 de noviembre de 2011

Adaptándonos al nuevo miembro

La adaptación con Lucas no está siendo tan dura como lo fue con Loana. Supongo que Loana nos entrenó de maravilla, de modo que ahora ya prácticamente mi musa y yo estábamos listos para el nuevo integrante della famiglia, y si hubiéramos decidido traer más chamacos al mundo, cosa que definitivamente ya no va a ser, estaríamos preparados ya para lo que fuera.

Digo, ya no habrá más hijos biológicos, pero mi musa en su faceta filantrópica me ha hablado de también adoptar a unos cuantos niños necesitados de papás decentes... Por supuesto, eso lo haríamos siempre y cuando tuviéramos los recursos que por ejemplo tenían Angelina Jolie y Brad Pitt cuando adoptaron a toda esa camada de africanitos y chinitos y demás tercermundistitos. Y como estamos muy lejos de contar con un presupuesto parecido, ni Loana ni Lucas tienen que preocuparse porque sus papás deban dividirse entre muchos otros hermanitos putativos.

Como sea, ahora más que nunca debo encontrar fuentes alternas de ingresos porque con mi sueldo y el de mi amada ya nomás no la vemos llegar: es principio de quincena y ya nos gastamos todo el dinero y entramos de inmediato en modo de supervivencia (rezándole a la diosa fortuna que no nos abandone). Supongo que intentaré el camino de las traducciones, no soy malo y ya tengo práctica, y debido a mi promedio de palabras traducidas por minuto creo que podría ganar como el triple de lo que me deja mi empleo actual (siempre y cuando haya suficiente demanda de traducciones, me paguen la tarifa que quiero cobrar, y me paguen a tiempo; cosas estas tres últimas, de las que no estoy seguro, pero no pierdo nada al intentarlo en mi tiempo libre).

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