21 de septiembre de 2012

¿Por qué ser felices cuando podrían ser interesantes?

Siguiendo la tradición de los videos con transcripción traducida, acá está este de un gran sabio contemporáneo: Slavoj Zizek.



¿Saben?, la felicidad es para mí una categoría muy conformista. No entra en el cuadro. Hay una seria desviación ideológica al principio de una famosa proclamación de independencia -- ya saben, la búsqueda de la felicidad... Si hay un sentido en el psicoanálisis, es que la gente no quiere o desea realmente la felicidad, y yo creo que está bien que así sea.

Por ejemplo, seamos serios: cuando ustedes están en un esfuerzo creativo, en esa hermosa fiebre --"¡Dios mío, estoy en algo importante!" etcétera --, la felicidad no entra ahí. Ustedes están listos para sufrir. Algunas veces los científicos -- leí sobre historia de física cuántica o antes de la radiación -- estaban incluso listos para considerar la posibilidad de que morirían debido a la radiación y etcétera. La felicidad es, para mí, una categoría inmoral.

Y también, en realidad no queremos obtener lo que creemos que queremos. La clásica historia que me gusta, el escenario tradicional del macho chovinista: Estoy casado con una esposa, la relación con ella es fría, y tengo una amante, y todo el tiempo sueño, "Dios mío, si mi esposa desapareciera...", no soy un asesino, pero por decir algo, "eso me abriría a una vida nueva con mi amante". ¿Saben lo que cualquier psicoanalista les dirá que pasa con frecuencia? Cuando, por alguna razón, la esposa se va, se pierde a la amante también.

Ustedes pensaban "eso es todo lo que quiero". Cuando al fin lo tuvieron enfrente, se dieron cuenta de que era una situación mucho más compleja, donde lo que querían no era de verdad vivir con la querida sino mantenerla a distancia como objeto del deseo sobre el cual soñar. Y esa no es una situación excesiva. Yo afirmo que así es como funcionan las cosas. En realidad no queremos lo que creemos que deseamos.

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