Creo que estoy saturado de proyectos. ¿Quién lo dijera, que con más opciones, disminuye la tan famosa libertá? Supongo que tiene que ver con los límites y el manejo. Me explico (aunque no debería), si yo tuviera ante mí, todos los días, un teclado de piano con siete octavas, para practicar y mejorar mis habilidades ahora en deshuso, y practicara algunas horas periódicamente: al principio (el primer y tal vez segundo año) me sentiría limitado por mi torpeza, pero conforme me familiarice con el instrumento, con los sonidos que provoque presionando las teclas, con el lenguaje partitural, etc, luego de ese periodo de adaptación, empezaría a moverme con soltura, y ejercería mi libertad dentro de esos límites espacio-temporales que representa el piano.
Mientras que si yo tomara un instrumento de la orquesta por día (de los 27 oficiales), y me pusiera a practicar furiosamente hasta 18 horas seguidas con cada uno, secuencialmente, no creo que pudiera llegar a dominar, ni a ser libre en ninguno. Por lo pronto creo que la verdadera libertad se da entre límites precisos, en el dominio de esos límites y su comprensión. No en no tener límites de ninguna clase, porque eso sólo produce incompetencia y desparpajo (en los distintos oficios y prácticas, se entiende).
Paradojas existenciales mías pues.
13 de septiembre de 2007
Demasiados proyectos menor libertad
Etiquetas: contradicciones - Publicó persona.vitrea a las 22:49
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