Junto con Diana iniciamos a leernos, primero le leí yo, El nombre da la rosa, ella aceptó que yo le leyera, como quien se deja contar cuentos, y sin importar qué tan cansada estuviera me escuchaba (algunas veces se quedó dormida). Baudolino lo leimos capítulo por piocha, luego El péndulo, después La isla, y hoy terminamos de leernos La misteriosa llama. Ha sido minuciosamente sublime y hay planes para empezar con otros autores y otros géneros.
Completamos un círculo de obras. ¿Libros más o libros menos?, yo no creo en eso de los libros menos, porque siempre se puede releer, ya lo he hecho con Eco, y sé que volveré a ellos. En cuanto a los libros más, creo que nuevas referencias son siempre enriquecedoras, pero llegado un punto no añaden a la masa crítica de razonamiento que tiene el filósofo. Ya no tiene sentido buscar más la iluminación... Lahiluminación, el filóhsofo fihlosofaba filosohfías recalentadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario