6 de noviembre de 2007

El mundo en línea

Cuando yo iba en la primaria, mis papás tiraron la casa por la ventana comprando enciclopedias y diccionarios, de modo que las raras veces que tenía dudas con respecto a temas que ellos desconocían, mi papá me decía que usara el "tumbaburros" y en algunas ocasiones me demostraba su uso y me entregaba tras breves hojeados una definición. Supongo que en la actualidad, si un niño me preguntara con respecto a un tema del que no sé, le sugeriría buscarlo en google y la wikipedia, y tras breves teclazos le demostraría la maravillosa enciclopedia mundial que se está construyendo con la participación de todos (que de hecho está solicitando donaciones para expandirse).

Cuando inicié este blog, no estaba haciendo nada nuevo, mi amada Diana ya iba en su enésimo blog desde hacía mucho, yo ya había comentado como "repunck" en el blog de plaqueta y el de Mario, entre otros, desde aquella prehistórica época del desafuero en el 2005. Lo importante del fenómeno de los blogs es el poder que ofrece: seas quien seas puedes decir lo que quieras en una plataforma mundial, ser tu propio editor en jefe, tu corrector de estilo, tu censor, etc. Si tus posts son sensatos y/o entretenidos, y frecuentes: en teoría, empezará a haber audiencia y retroalimentación (aunque no es tan simple, también entran en juego factores como la sociabilización en otros blogs, la suerte, etc).

Con esos dos elementos, se me demuestra que escribir acerca de internet no es más fácil que hacerlo con respecto a internacional. A estas alturas seguramente el Bush ya habrá dicho o hecho alguna de las suyas, o Putin, o Chávez, o Ahmadinejad. De cualquier modo el tema da para mucho más sin tener que entrar en chismes del momento.

No hay comentarios.: