16 de noviembre de 2007

El "Yo" desconocido

Después de filosofar un rato con la cita de Rousseau que hace Fernando Savater en Política para Amador (que dice que el primer chico listo que convenció a otros para que respetaran su "propiedad privada" fue el causante de todas los dolores de cabeza de la humanidad), tuve una conclusión iluminadorsísima: La propiedad privada, es tan sólo una burda extensión del "Yo". De la persona a la que nos referimos cuando decimos "Yo". Es decir que, de creernos el "engaño del Yo" a reclamar "lo mío", hay una nada de distancia.

¿Por qué digo el "engaño del Yo"? Pues porque: ¿qué es lo que une a mis personalidades?, ¿este cuerpo?, ¿y no se supone que se renueva constantemente, de manera que las células que lo conforman nacen y mueren, y ya no son las mismas que cuando "Yo" era niño? ¿Soy "Yo" el que produce los escenarios de mis escasos sueños o de mis fantasías?, si es así, ¿qué tan consciente o voluntaria es la elección de los elementos que aparecen en ellos? ¿Soy "Yo" el que piensa esto que escribo?, ¿no será que las ideas me piensan y por eso las escribo? (trillado, claro)

Otro ejemplo: una semana me siento contento y alegre en compañía de mi amada, hay cierta uniformidad en mi "Yo", me levanto y la veo y me entusiasmo y la saludo con gusto, y nada puede estar mejor. La vida es puras delicias y sonrisas y deseos e ilusión a su lado. De repente una noche digo algo mal, y entramos entonces en una espiral de violencia verbal, de echar culpas y descalificaciones y sarcasmos, las mañanas son tensas y los comentarios hirientes, la comprensión escasa y el fantasma del fin de la relación se asoma. ¿Es acaso el mismo "Yo" actuando tan distante y distintamente?, ¿cómo puedo relacionar a esos dos "Yos"? Sobre todo si al "Yo" que ama, le parece una estupidez volverse el otro "Yo", y tal vez viceversa.

Es decir, desde el aquí y ahora: paz, fiesta y cariño, me veo (con el ojo del recuerdo) emputado y soy patético, en retrospectiva todas las veces que me he ofendido, ha sido por cosas insignificantes que apenas se las mira bien y dan risa, ¿por qué no puedo (¿o hay algún "Yo" que tal vez no quiere?) dimensionar adecuadamente durante las crisis?

Sé que este post debería ser acerca de iDeas geniales que ocurriéronsenos a mi deliciosa hada y a mí, la intención original era platicar con respecto a las soluciones que hemos planteado ella y "Yo" para nuestros conflictos, pero a decir verdad, en este ámbito no hemos sido suficientemente geniales. ¿"Nos" Llegará algún día la iluminación?

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