26 de noviembre de 2007

Tipos de juego de Video (5/5) MMOG

MMOG quiere decir, Massively Multiplayer Online Game o Juego en línea multi-jugador masivo. Suena extraño, aunque recordad que ya antes hablé de cómo la mayoría de los juegos de la actualidad son también multi-jugador, o en red. La diferencia es que los MMOG son única y exclusivamente en red, (es imposible jugarlo sin conexión), bajo un esquema de membrecías que es El Negocio. En este momento, World of Warcraft (único de este tipo que he jugado gracias a una promoción, y del que hablaré a continuación) cuenta con casi diez millones de suscriptores que pagan quince dólares al mes.

Este tipo de juegos puede compararse en muchos sentidos con aquellos juegos virtuales (de inmersión incluso sensorial), que anunciaban en la ciencia ficción de los 80s del último siglo del milenio pasado. Se trata de un universo virtual de fantasía que combina características de "juego de rol", FPS, RTS, chat, mail y otros elementos del ciberespacio. Empiezas por crear un personaje y repartir un monto de puntos entre habilidades específicas (fuerza, inteligencia, velocidad, etc).

Puedes elegir entre diversas especies, razas, complexiones, tamaños, looks, orígenes, ideales y lealtades supuestas. Una vez creado el personaje que se te antoje, eliges un mundo (hay varios, con distintos estados de ocupación y desarrollo) y al entrar ves a tu personaje de espaldas, frente a algún paisaje, ante el que puedes empezar a moverte y explorar.

Muy al principio, tu experiencia es nula, por lo que debes acercarte a algún pueblo para recibir instrucciones de algún instructor automatizado, que te mandará a cumplir misiones y combatir. Con cada enfrentamiento tu capacidad mejora, cada victoria permite acumulación de puntos que te ayudan a subir de nivel y capacidades, además, cada contrincante caido dejará algunos bienes que podrás pillar de su cadaver, y que permitirán que te enriquezcas.

En los pueblos, o cerca de las fortalezas, encontrarás a muchos otros jugadores, se diferencian de los instructores automatizados porque llevan una especie de aureola con su nickname. Puedes interpelar a cada uno de esos personajes y dialogar con ellos. No sólo eso, llegado a cierto nivel de experiencia, puedes hacer equipo con ellos para cumplir misiones particularmente difíciles.

La interfaz de juego es sumamente compleja, debes revisar puntos de vida, dinero, espacio para cargar, vestimenta, protecciónes, experiencia, fuerza, etc. Por si eso fuera poco, te puedes especializar en hasta 3 tres 3 profesiones de entre como treinta (herrero, minero, herborista, mago, etc). Con todos esos puntos y características, puedes comerciar dentro del juego para obtener más habilidades, mejores armas, más dinero, y todo lo que en ese mundo vale.

La promoción con la que pude tener experiencia de este juego duraba 10 días, es tan adictivo que al final tuve problemas con D, pero mi personaje ya era del nivel 10, con muchos poderes y armas que me permitían enfrentar con buenas probabilidades de éxito a contrincantes hasta de nivel 15. Ya tenía ahorrada una buena suma de dinero y estaba entusiasmado con mi "progreso", pero se acabó mi tiempo y decidí no pagar por más.

Con este post concluyo mi descripción de lo que he visto en el mundo de los videojuegos. Sostengo que los juegos de video nos muestran (proponen) dos cosas: 1.- Hay interfases complejísimas en ellos, sin dejar de ser fácilmente manejables después de uno o dos tutoriales por los que las usan. 2.- Los jugadores suelen pasar voluntariamente horas frente a sus pantallas usando gustosos dichas plataformas para fines que sólo proporcionan satisfacciones virtuales. Mi pregunta entonces es ¿No podría ser que interfases de mayor utilidad, con fines beneficiosos para el usuario (más que virtualmente), pudieran ser planteadas y construidas desde un punto de vista lúdico?

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