27 de febrero de 2008

Una sola vida

La astrología tiene dos facetas en la actualidad: una sirve como mapa mental de los posibles peligros y oportunidades que se acercan al individuo según un cálculo anual, la otra es una adopción del esquema indú de reencarnación según el cual si eres malo te hundes y si eres bueno te elevas (en vidas sucesivas, hasta alcanzar otro nivel de conciencia y renacer en otro mundo mejorado).

La parte de la reencarnación es muy importante porque, ¿cómo explicarse una existencia condenada a la miseria, si no es por causa de un castigo temporal y con posibilidad de redención? Pero, ¿por qué se te castiga? Porque tu ser hizo daño en la vida anterior. ¿Es decir que eres culpable de lo que no sabes o recuerdas? En efecto, y además, tú fuiste tu propio juez, pero de eso ya nada tienes que resolver, ahora se trata de vivir esta vida con dignidad y aprender a construir sin dañar, de modo que a la próxima nazcas bajo mejores estrellas. Claro que para esta vida jodida que te tocó, el universo es taaaaaan generoso, que además nos dio pistas en las cartas astrales y los retornos solares, conocimiento del cual te puedes beneficiar.

¿Y si te sientes cansado y no quieres volver a nacer? Non puoi, c'est impossible, you can't, no se puede. Tu ser tiene una misión cósmica ineludible en esta realidad, y aquí reencarnarás hasta que la cumplas (parte de cumplirla es descubrir de qué se trata y no acumular karma negativo).

Le pregunté a mi papá, que cree en esas cosas, que ¿por qué le parece tan difícil imaginar que cuando uno muere se apaga el mundo individual mientras todo sigue? Porque carecería de sentido, me dijo. ¿Y si mi vida es disfrutar el hoy con mi musaprincesaamada, y dejarle alguna pista de mi pensar/ser a los hijos de mis amigos, mientras mantengo un frágil y complejo equilibrio político-emocional-espiritual-económico con mi entorno social? sin aspirar a más vidas ni más oportunidades, ¿carezco también yo de sentido?, ¿o tal vez de ambición?

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