14 de febrero de 2008

servicios (casi) póstumos en web

D y yo extendimos la idea del documento de passwords. No sólo lo extendimos, sino que tenemos la semilla de una idea que podría ser un gran negocio en la web. Podría ser la nueva herramienta de seguridad para los que "saben demasiado".

Todos hemos visto alguna película en la que una persona tiene información comprometedora documentada con respecto a algún gangster o político, se entrevista con su enemigo y lo disuade de matarlo ofreciendo a cambio su silencio: "Si algo me pasa, los documentos han sido resguardados y a menos que yo de señales de vida cada x tiempo, se entregarán a la policía y los diarios". Son películas que suponen un orden de poderes separados y antagónicos en las que normalmente funciona este razonamiento: puse en marcha un mecanismo de difusión, el único que puede desactivarlo soy yo, por lo que ahora mi vida, y no mi muerte, tiene valor.

El servicio web que ofreceríamos sería sencillo. Por un lado recibiríamos documentos (papel y electrónicos) que resguardaríamos en algún bunker. Por otro solicitaríamos del suscriptor un listado detallado de a quienes entregar los mensajes y las pertenencias en caso de alarma. La alarma, sería un mecanismo que el usuario debería desactivar periódicamente (el periodo lo define el mismo usuario) por medio de una interfaz web tras una serie de passwords. Por supuesto el cliente recibiría mensajes en su buzón al acercarse la fecha de alarma para que acuda a desactivarla.

Para evitar errores o papeléo con actas de defunción, no investigaríamos: "No garantizamos que quien le envía este mail haya muerto, sino que nunca acudió a desactivar nuestro servicio".

Probablemente no sea tan atractivo para espías, periodistas o gangsters, que saben cómo funciona la movida y que los poderes se respaldan y compran los unos a los otros. Pero sí para quien se sabe en una ciudad violenta, y quisiera mandar póstumamente sus passwords a sus seres cercanos para que cierren sus cuentas y avisen a los spammers. Tal vez para los que no se atreven a decir lo que sienten a sus familiares y quisieran dejarles algo dicho, por si acaso.

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