Savater en varios lados dice que los seres humanos "somos tan malos como nos dejan ser", y como ejemplo dello menciona países tercermundistas como el mío, donde a los políticos los dejan hacer lo que quieran, nadie les pide cuentas, y no hay forma de a) llamarlos al órden, b) castigarlos. En México los crímenes de la clase política quedan en su mayoría inpunes, así que por eso son tan asquerosamente corruptos. En Francia por otra parte, y en algunos otros países del norte de Europa, fiscalizan y penan a sus políticos si se portan mal, y por eso mismo hay menos corrupción.
Pues eso mismo aplica aunque no seamos políticos. Por ejemplo, cuando yo defraudé a mis papás diciéndoles que iba a la universidad cuando no estaba asistiendo a clases (aunque me la pasara paseando por CU) fue en parte por eso mismo, es decir, porque "confiaron" en mi. Y yo creo que unos papás no pueden "confiar" en sus hijos. ¿Por qué confiar entre comillas? Porque no era tanto confiar como desinteresarse. Para ellos era muy cómodo "confiar", no tenían que estar fiscalizando, no tenían que pedir papeles, ni lidiar con mi carácter adolescente, así que mejor "confiaron"... Y claro, si lo que querían era a un hijo profesionista hicieron mal; yo por mi parte sé cual fue mi responsabilidad en todo el asunto, sé que hice mal también, sé que si hubiera tomado otras decisiones otras serían las oportunidades que tendría enfrente ahora. Y claro, mi vida ha tenido tales giros que hoy creo que no la viviría de otro modo, por ejemplo, no cambiaría a mis críos por nada del mundo, y si haber tomado otras decisiones en cuanto a lo profesional hubiera significado no verlos, pienso ahora en retrospectiva, mejor volvía a tomar las mismas decisiones una y otra vez... Pero esa es una falacia, quizá de haber vivido de otro modo habría tenido otros hijos, y estaría pensando exactamente lo mismo.
No es tanto que el confiar sea malo o no sirva o sea una estupidez. Pero confiar no tiene porqué ser a ciegas, ni tampoco tiene por qué ser para siempre, ni nada por el estilo. Por ejemplo, si me encargan un desarrollo freelance, yo pongo una fecha de entrega, y si no la cumplo mis clientes tienen todo el derecho a dejar de confiar en mí; pero si sí la cumplo, pueden encargarme otros detalles u otros desarrollos con confianza. Es decir, si yo cumplo, soy de fiar, si no cumplo pues no. Si dejo de cumplir digamos que tres veces seguidas y además me ofendo porque ya no confían en mí, el loco soy yo. Y así es como concluimos, mi amada y yo, que conforme vayan creciendo nuestros pequeños, los vamos a fiscalizar muy estrictamente, los vamos a llamar a cuentas cada cierto tiempo (tampoco se trata de estar las 24 horas vigilándolos), y vamos a tener varios tipos de control externos, para que prosigan cierto rumbo que nosotros, como papás, consideremos mejor para ellos. Sí, ¿confiar?, "no señor, no confío en ti, confío en tus acciones, confío en la consistencia de esas acciones, confío en que coincida lo que dices con lo que veo que haces, etc.
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