18 de diciembre de 2012

Vacaciones prácticamente obligadas

Como en la guardería de los críos suspenden labores el 21 de diciembre y vuelven al trabajo el 7 de enero, y como no tenemos a nadie que nos pueda cuidar a los chamacos, mi musa y yo pedimos vacaciones durante ese periodo en nuestros respectivos trabajos. Sin embargo, cuidar a una nena de 3 años y a un changuito de uno es un trabajo de tiempo completo que desgasta tanto física como intelectual como emocionalmente. O bueno, al final del día, cada día que pasamos con ellos amamos más y más a nuestros pequeños, pero también, al llegar la noche, o incluso antes, al llegar la tarde, tanto mi amada como yo ya pedimos esquina, ya desearíamos que hubiera cambio de turno, que la paternidad fuera cosa de grupos de seis (para cubrir tres turnos), etc. Ya sé, ya sé, acabo de decir algo polémico, uno es súper celoso de sus chamacos y si ya de por sí ponerse de acuerdo con la pareja con respecto a lo que pueden o no comer es un desmadre, imaginémonos ahora estar seis en el mismo canal... Habría debates interminables, pero si debatiéramos tanto, ¿quién cuida a los niños? Como sea, el punto principal es que hacerse cargo de un par de criaturitas es agotador. Así que vacaciones vacaciones, de vacar, de vacante, de ausencia, de ausentarse, o ya pa que se entienda de echar la hueva, no son. Creo que de algún modo mi compañera y yo renunciamos a ellas por los siguientes ¿qué se yo?, ¿20 años? cuando decidimos tener hijos. La ventaja es que hay más momentos de asombro por ver cómo aprenden, más momentos de ternura al observarlos dominar algún reto, más momentos de apapacho y comunión, etc.

La verdad es que es horrible que haya vacaciones escolares. Los niños deberían de ir a la escuela siempre, todo el tiempo, sin pausas, excepto por días festivos y por periodos en que los papás tomaran vacaciones. Es decir, tal vez mi musa y yo hubiéramos preferido tomar vacaciones en mayo, o en agosto, o en noviembre, y no justo ahora. Pero ah, no señor... Afortunadamente, las vacaciones de verano ya les tocarán cuando sean más grandecitos, cuando tengan entre cinco y seis años, si no, no sé ni como le haríamos.

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