Los niños llevaban como tres semanas enfermos así que mi amada y yo decicimos llevarlos a su pediatra. Antes de eso, los estuvo atendiendo la pediatra de la guardería, que no dudo que sea buena la mayor parte del tiempo, pero en esta ocasión nomás no le atinó a lo que mantenía a nuestros críos malitos. El pediatra de cabecera, que los ve periódicamente desde que tenían una semana de nacidos, es además especialista en vías respiratorias, así que cuando revisa gargantas es certero como un francotirador. Los checó, Loana se dejó oscultar perfectamente, se portó bien, etc... Lucas se puso como energúmeno, a gritar y a moverse y a intentar pegar. Al final el Doc nos mandó a los cuatro un antibiótico que ya nos estamos tomando y todos estamos mucho mejor.
Pero en sí ese no es el tema que quiero tratar hoy. El tema es que, en cierto momento le comentamos nuestras dudas con respecto al diagnóstico de ATR de Lucas, pues ha habido según la FUNATIM un exagerado sobrediagnóstico de ese padecimiento. Parece que se puso de moda diagnosticar Acidosis, y al evaluar (el laboratorio de nefrología del hospital infantil de México, entre otras instituciones respetables) los análisis de 50 casos, como 45 estaban mal diagnosticados. Entonces pues obvio, nos quedó la duda, y buscaremos seguramente otra opinión. Pero vuelvo al pediatra, cuando le dijimos que nos preocupaba que hubieran diagnosticado mal a nuestro changuito, y le dijimos de donde venía la información (principalmente de comunicados en internet) nos regañó y sugirió no seguir investigando en internet. Demasiada información que no sabemos como manejar, parece. "Ustedes pónganse en manos del experto (en este caso nuestra nefróloga, amiga suya) y dejen de andar ahí investigando porque la mayoría de la información médica en internet es basura, sólo los va a asustar, etcétera".
Sin embargo, yo no estoy para nada de acuerdo con esa postura. Estamos en plena era de la información, tenemos acceso a internet, la wikipedia, google, etc. Lo más natural del mundo es que nosotros, hijos de estos tiempos, le pidamos información a la gran red, al oráculo contemporáneo. Y obvio, no deberíamos abstenernos. En realidad yo creo que esa es flojera de los médicos a la antigua, que para mantenerse con los tiempos actuales deberían, en lugar de desaconsejar que los pacientes o los papás de los pacientes se informen, ofrecer ellos mismos un listado de links con información correcta y digerida con respecto a enfermedades específicas. ¿Tu hijo tiene acidosis, y yo soy nefrólogo?, pues esta es la lista de links donde puedes mantenerte al tanto de a) qué es, b) cómo se trata, c) los avances que se logran en este campo con respecto a esta enfermedad, y d) estadísticas y porcentajes relevantes. Eso haría mucho más fácil todo para todos. Uno como papá del pacientito tendría como tarea dar una repasada a toda la info antes de la siguiene cita; el médico podría referir el caso y los avances a ejemplos proporcionados en la documentación, e internet sería más útil en cuestiones de salud. Pero no me gusta esa onda de "no busques y confía". Porque eso de la confianza de plano no se me da.
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