Como sea, las consecuencias en el colectivo no serían instantáneas; primero se debería pasar la voz de tu sitio de archivos pirateados, luego todo el mundo tendría que empezar a descargar los contenidos, luego todos deberían disfrutar de los contenidos, verlos, escucharlos, leerlos, y si para cuando eso estuviera pasando no hubiera habido ya una intervención policial internacional, sólo entonces empezaría a haber algunas consecuencias insignificantes, irrelevantes.
Y de todos modos, si como hacker hubieras puesto a disposición de todo el mundo todas las obras hermosas de la humanidad, pero no pudieras mantener actualizado tu sitio con el último filme, la última serie de TV, el último disco de Shakira, las últimas fotos del fotógrafo X, el último best-seller, etc; es decir, si el sitio permaneciera estático, con obras pasadas y tú no siguieras robando sistemáticamente, las consecuencias mínimas del párrafo anterior se desplomarían en un par de meses.
Como sea, las consecuencias a largo plazo siempre son impredecibles, incluso cuando estás seguro de estar haciendo algo bueno en sí. El ejemplo que tengo es que igual y alguien protegió en la segunda guerra mundial a los abuelos o papás de Ariel Sharón o Netanyahu; si esos alabados protectores hubieran podido vislumbrar la debacle palestina de hoy en día, ¿lo hubiera hecho de todos modos? Y la respuesta debe ser que eso no importa, no importa lo que los salvados hicieron con la vida que les fue dado conservar, ese es asunto de ellos, importa lo que uno hizo, importa haber salvado vidas humanas.
Así pues, si las consecuencias a largo plazo no son tan relevantes, sino el acto en sí mismo, si no importa que hayas salvado al siguiente Hitler, o a su abuelo, mientras salvaras esa vida en ese momento; entonces tampoco importará tanto que se cometa la piratería siempre que se tenga un buen fin en mente, ¿no?
15 de diciembre de 2012
Los piratas no son nazis (4 de 5)
Etiquetas: estrategia - Publicó persona.vitrea a las 09:00
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