28 de enero de 2008

El consumo y el registro

En el último de estrategia, dije que escribiría más de las cooperativas, pero no he investigado lo suficiente. Mi primo Roberto, amablemente me dejó en la sección de comentarios, algunas ligas a más información que revisaré sin duda más adelante. Pero mientras, hablaré de mi experimento personal de registro del consumo.

El consumo es la última parte de la economía, antes están la producción y la distribución. Claro, el consumo marca la pauta de la demanda que rige la producción, pero sigue siendo un fin de ciclo (lo que la muerte es para la vida). Cuando un consumidor final se come el contenido de una lata de frijoles, cumple con su rol económico y desecha los excedentes, disipando el esfuerzo invertido en la hechura y el transporte.

Consumir de por sí es una carga, aunque los medios nos quieran hacer creer, como bien decía Rosario Castellanos, que compra es sinónimo de orgasmo. Lo cierto es que comprar es desplazarse hasta donde vendan, pasar tiempo seleccionando bienes que canjear por el propio dinero, desplazarse de regreso (ahora cargado), almacenar lo comprado, desempacarlo y prepararlo. Si lo vemos bien, consumir es caro y por lo general, debido a múltiples causas, algo que estamos educados para olvidar en cuanto se termina. Si no lo crees, responde la siguiente pregunta sin pensarlo mucho: ¿Qué comiste el lunes pasado?

Por observar ese mismo olvido de lo consumido, tan normal en nuestra sociedad, y por algunos experimentos en las bitácoras del servidor apache, entendí que para controlar algo personal es necesario conocerlo y recordarlo, así fue como empecé a registrar en una hojita todos mis gastos diarios, para después vaciarlos a una hoja de cálculo, graficarlos y entender mejor mis hábitos de consumo. De eso intentaré escribir en los siguientes posts de esta categoría, hasta que tenga suficiente conocimiento de las cooperativas para decir algo.

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