2 de enero de 2008

de la historia individual

Hace poco más de cinco meses empecé a bloggear, es decir, a publicar en linea algunos textos de mi ronco teclear. Resultó una experiencia didáctica y divertida (en ningún caso un éxito comercial). Tango la impresión de que si no hubiera empezado a escribir, mi vida sería muy distinta, aunque no sé porqué ni como. Tal vez se deba a que rompo muchos compromisos que hago conmigo mismo, pero el del registro de gastos, y este, los he mantenido aferradamente.

Por otra parte, voy haciendo historia. No la Historia (con hache mayúscula), sino una, mi historia. Esto es, puedo leer lo que escribí en cierta época determinada de mi vida, y entonces observar los cambios con respecto a la actualidad u otro momento. Claro, en este medio tengo tan sólo algunos meses de historia, pero ya que tengo la intención de seguir con este hábito, sé que la ínfima estela que ahora dejo, se alargará y con ella mi perspectiva y visión.

Creo que, al igual que un país sin historia es un país bárbaro al que otras naciones manipulan, un individuo sin historia es como un niño al que otros individuos pueden engañar fácilmente. La historia individual se guarda en la mente, lo sé, pero la mente olvida mucho y el recuerdo es estimulado más fácilmente por hitos, huellas, imágenes y/o expresiones textuales. Todos los individuos tenemos nuestra historia, pero no todos la conocemos o tenemos fresca, y mucho menos, podemos navegar las evidencias en órden cronológico. El blog me da entonces la oportunidad de registrar datos de mi historia, y releerlos cuando quiera, nada desdeñable.

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