9 de enero de 2008

Legítimos esclavos

D y yo tenemos ahora la manía de ser nobles romanos. Ella es Caya Máxima Diana Duartibus Castilium y yo soy Publicus Scipio Aemilianus Ricciorum Africanus. Diana puede remitir su linaje a la diosa de la caza y de la luna, mientras que mis antepasados, aunque de clase inferior a la de los dioses, son (y fueron) igualmente antiguos e influyentes.

Gracias a Saturno logramos descifrar la verdad en nuestros nombres y comprendimos nuestra verdadera estirpe y destino. Por lo que en adelante actuaremos despiadadamente y sin remordimientos, como mandan los Dioses.

Seguro que yo seré mucho más paternal e indulgente con nuestros esclavos. Caya Máxima tiene un caracter sumamente severo, ojalá no le mande sacar los ojos a las esclavas que no lleguen a un grado alto de perfección en sus labores. Supongo que habrá que poner reglas del tipo: "Podemos azotarlos todo lo que creamos necesario, pero no debe de haber más de cinco ejecuciones de escarmiento al año, ni tampoco más de 20 mutilaciones de castigo." O algo por el estilo. Aunque es sabido que como tendremos poder absoluto sobre sus existencias, muy probablemente nos corrompamos y acabemos tomando el doble de acciones correctivas, sólo que por macabra diversión más que por indisciplina, total, siendo nuestra legítima propiedad podemos hacer lo que nos plazca, ¿no?

El problema principal es que a pesar de nuestros linajes y abolengo, nuestra riqueza no es material o económica, así que por el momento no hemos podido hacernos de propiedades tan caras y delicadas...

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