El voto diario

Es curioso que sin haber planificado minuciosamente estos resultados, empiece el año con un post de estrategia. ¿Querrá decir esto que el año entrante estaré metido en grilla?, ¿será que parecon, y el camino hacia esa "utopía" requerirán que le dedique más tiempo que en otros años?, ¿me estaré dejando hechizar por mitos hurbanos (todo lo que hagas el primer día del año marca la pauta)? Ya veremos, mientras tanto a comentar con respecto a la grilla y empezar el año.

Elegir cada seis años a nuestros representantes políticos es insignificante, y queda demostrado con el megafraude del 2006. Pero, aunque se hubiera quedado quien verdaderamente ganó, seguiría siendo insignificante. Y lo es porque creo que no sólo votamos en las urnas a cada muerte de papa, sino en cada mostrador, en cada caja, en cada transacción que llevamos a cabo económicamente.

Lo voy a poner en los siguientes términos, el día de las elecciones presidenciales emití mi voto y lo robaron, pero ese mismo día, voté por cuatro corporativos al comprar sus productos, y por otros dos al comprar en sus almacenes. Pero la cosa no acaba ahí, según mis cuentas, desde esa fatídica jornada electoral llevo más de 3000 votos por marcas y tiendas distintas. ¿Cómo se compara un voto cada seis años, contra los docemil votos comerciales que hago entre una elección presidencial y la siguiente?

La diferencia es que cuando uno compra, no toma la adquisición como una elección, y por si eso fuera poco, la mayoría de las personas olvidan lo que compraron hace apenas unos días. Si le preguntara casi a cualquier individuo, cuanto o en qué, gastó hace dos semanas, no me sabría responder. Y no porque haya sido algo sin consecuencias para su bolsillo. Por lo tanto, el primer paso para no dejarse transar en esta sociedad, es hacer conciencia. La conciencia no es tan sólo entender lo que sucede, es en cambio, "tener los pelos de la burra en la mano" como dicen acá en México, es fiscalizar lo que uno mismo hace y entenderlo con cierto grado de profundidad.