25 de enero de 2008

Más y más Roma

Terminamos de ver la segunda temporada de Roma. Al igual que la primera tiene muy buena trama, en los 22 capítulos de la serie completa narran (incrustando elementos de acción y ficción) los últimos ocho años de Julio César, y los siguientes doce en que Octavio Cesar llega al poder. Claro, para no tener que envejecer tanto a los personajes, lo hacen parecer como si hubieran sido 10 años, de manera que, cuando Octavio Cesar toma Alejandría y Marco Antonio se suicida, el hijo de Clepatra y Julio Cesar, Cesarión, parece apenas de unos ocho o nueve años.

La serie me llevó a la wikipedia, a estudiar un poco a los personajes y sucesos. Cuentan que Cesarión murió a los 17 rogando por su vida, por mano de los sicarios de Octavio. Octavio después de deshacerse de sus contrincantes se volvió finalmente Augusto Cesar en el 27 aC. y centralizó el poder, deshizo la república y gobernó hasta el 14 dC. Cuarenta y un añotes como jefe único del imperio Romano. Un hijo de Dios, puesto que hizo proclamar divinidad a Julio Cesar (que lo adoptó en su testamento como heredero universal). Con él se inicia la Pax Augusta, que tuvo en relativa paz al mediterráneo por cerca de 200 años. Mientras se consolidaba y expandía el imperio que se derrumbó por el 350. Precisamente en la época de Augusto nació otro "hijo de Dios" (curiosa coincidencia), que después sería usado como estandarte de los mismos romanos, por los siguientes dos milenios.

La investigación me abrió otros apetitos, por ejemplo se me antojó leer los Commentarii de Bello Gallico en latín (nota: próximamente habré de aprender latín) del mismísimo Cesar, y en el que la palabra Bello tiene que ver sólo con lo bélico y para nada con la belleza. Dicen los wikipedistas que es un texto que se usa para aprender la lengua del vaticano debido a la excelente prosa de su autor.

La vida es breve y lo mejor es disfrutarla hoy, decía desde entonces Horacio. A quién también me gustaría conocer más. Supongo que soy demasiado nerd.

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