Cuando voy por la calle y veo a niñas y niños descuidados y/o maltratados por quienes los acompañan, me entra un sentimiento de desprecio de proporciones cósmicas. Por ejemplo, una señora pidiendo limosna en un semáforo mientras arrastra bruscamente a una pequeña mugrosita y moquienta que recién empezó a caminar. Ganas de atropellar a la mugre vieja esa y de guarecer y dar cariño a la niñita que no entendía ni qué hacía ahí. (Claro que no se le puede pedir gran civilización a quien es excluido della, lo sé, aunque eso no me quita el sentimiento)
Otro ejemplo: una malvada llevando en una carriola a un niño de menos de un año (o así se veía) flaquito, sin cobertores, en playerita, todo sucio y ceniciento, retorciéndose y temblando de frío en el día más helado que nos tocó hace poco, mientras además le lloviznaba encima.
Internamente me (les) digo muchas cosas a esos adultos, como que, en caso de ser ellos los progenitores desos menores, mejor no los hubieran traido al mundo si era para tratarlos así. Que son unos pinches irresponsables tarados de mierda, etc.
Luego recuerdo que en una plática motivacional pronunciada en la empresa para la que chambeo el director de Yakult habló sobre el respeto que se da en japón a los mayores y los ancianos, para en seguida relacionarlo directamente con el triunfo económico de la sociedad japonesa... respetar a los mayores es una actitud que en sí misma no es mala, excepto que yo no respeto sólo a las canas, sino la sabiduría que es demostrable en los hechos.
Recuerdo también que protesté mientras oía en una grabación esa parte de la plática y dije más o menos: "Claro, mugre vejete, a promover lo que le conviene. ¿Y qué hay del respeto a los niños? porque me parece que estamos en una sociedad que respeta muy poco a su infancia. Creo que más que respetar a los ancianos deberíamos respetar a nuestros niños. Y que si los respetáramos más, ya habríamos llegado al primer mundo como nación."
1 comentario:
Tsssss.
Yo me acuerdo, alguna vez cuando estaba joven, una ñora le puso una chinga a un PEQUEÑITA de unos 3 años en un elevador y yo sí le puse una madriza y para cerrar con broche de oro le dije se metiera con alguien de su tamaño. Ojalá que a partir de entonces ya no haya hecho nada a la pobre criatura (aunque genio y figura) o en su defecto, lo haya pensado un par de veces.
"La justicia libera"
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