La lingüística no sólo es acerca de la lengua, o bueno, tal vez sí pero la lengua, las lenguas humanas, sirven para abarcarlo todo, o todo aquello de lo que es posible hablar, lo cual hasta incluye a las lenguas mismas. Ahora bien, uno de los factores interesantes de la lingüística es que como para todas las disciplinas es necesario describir y ahondar en ellas, para cada disciplina se usa la lengua. Con algunos términos específicos de cada campo tratado por supuesto, pero finalmente se usan emisiones verbales y/o sus representaciones escritas o mentales.
Lo anterior hace que aquellos estudios que tratan de las interacciones sociales e interpersonales, o también de la mente y la configuración del mundo interior, no puedan ignorar la lingüística sin que eso represente a su vez una grave carencia intrínseca. Entonces surgen conceptos como sociolingüística o psicolingüística, en los que más que explicar cómo se interrelacionan la sociología o la psicología con la lingüística, intentan aplicar los estudios lingüísticos (como la fonética y la fonología) a sus respectivas disciplinas.
Así, en mi selección de lecturas universitarias hay un largo texto de sociolingüística escrito por Yolanda Lastra, que resume varias aplicaciones lingüísticas en estudios sociológicos; es un texto titulado: Variación Interna y cambio lingüístico. William Labov es la referencia principal de dicho escrito, pues parece que fue uno de los pioneros en usar este tipo de técnicas. La idea que tuvo este personaje fue hacer un muestreo de entrevistas con personas de distintos estratos sociales, con lo que logró diferenciar las variaciones en la pronunciación así como en el léxico y la sintaxis, dependiendo de la clase en que efectuaba los cuestionarios.
La finalidad de esos estudios era ver si se podía definir con antelación los cambios lingüísticos que habría en las siguientes generaciones, y aunque arrojó resultados bastante interesantes, resultó que tales cambios no pueden predecirse (aunque curiosamente sí se puede predecir qué cambios no ocurrirán, o qué restricciones hay a los posibles cambios).
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