28 de febrero de 2011

Manzana panacea

Hace un año todavía, mi estómago era de acero, podía comer lo que fuera, emprender los excesos más depravados culinariamente hablando y nada me pasaba. O bueno, podía sentir pesadez y hasta tener reflujo, pero no me dolía el estómago, ni me daba diarrea, ni había ninguna especie de dolor. Pero desde hace unos cuantos meses, aunque no coma nada pesado, de repente me da un ardor horrendo en la boca del estómago, y si por pura casualidad tengo gases y eructo, me arde todo, desde el estómago hasta la laringe y a veces hasta la garganta. Así que ahora me aquejan ¿gastritis?, acidez, ardor, e hipersensibilidad.

Pero Alá es grande, hace aprox tres semanas empecé a traerme a la oficina manzanas para sustituir todas las chucherías y porquerías que compraba en la tiendita, y resultó que las manzanas me alivian. Apenas empiezo a sentir ardor o acidez, me como una manzana y se me quitan los dolorosos síntomas por entre cuatro y ocho horas. Tras este descubrimiento cargo manzanas pa todos lados, y por supuesto, ya empecé a moderar mi dieta para dejarle espacio a una manzana, en caso de que lo que coma resulte malévolo... De momento las manzanas son mi remedio casero, pero si un día, a pesar de los divinos frutos del bien y del mal los síntomas persistieran, sería hora de ir al médico sin falta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

an apple a day keeps the doctor away, wey