9 de febrero de 2011

Los límites ahí están

Me estoy dando cuenta cada vez más de mis límites. No que crea que no puedo hacer las cosas, claro que puedo, pero sólo tengo 24 horas al día, y no dormir es horrible, y no sólo es horrible en cuanto a la sensación que me deja, y en cuanto a la energía que merma al día siguiente (aunque si no dormí, ¿no sigo estando en el mismo día?); sino que también es horrible para mi salud. Recuerdo que un coach de futbol americano nos sermoneaba a todos sus entrenados y alegaba que los dos principales enemigos de la condición física eran (son) el cigarrillo y las desveladas ("el alcohol no", aclaraba no sin cierta complicidad).

Anoche debía trabajar en una galería para la que ya quedé super mal, tan mal tan mal que no sé ni siquiera si me la van a recibir. Todo porque estuve concluyendo otros proyectos. De hecho, estuve hasta las seis de la mañana del martes, puliendo detalles de un sitio web para la revista Lee más (Lee+) de Gandhi. Revista mensual con tiraje de 50mil ejemplares. Espero que su sitio web crezca en audiencia y, junto con el de Más Cultura (+cultura), sean estrellas de mi currículum, y de ese modo pueda yo vender más y más y +.

Anoche, no sólo no trabajé, sino que tampoco escribí. Me quedé dormido, agotado de tanto cansancio acumulado. No sólo sé que tengo límites, sino que debo ponérmelos, como ya dije con aterioridad.

1 comentario:

choco Nocturno dijo...

Te recomiendo esta lectura:

http://kukodachocolado.blogspot.com/2008/12/aventuras-psiconaticas-crnicas-de.html?zx=7f385cfa512fa5f2