23 de junio de 2012

Loana y Lucas creciendo

Lucas lleva ya casi dos semanas practicando pararse. Se acerca gateando a la reja de la cuna, se agarra de los barrotes, y se empuja y se esfuerza hasta que se pone de pie. Tiene siete meses y medio, está súper chiquito, pero ya está a punto de caminar. Por otro lado ya no le damos los citratos en jeringa; desde que supimos que tenía ATR diluíamos los citratos en leche materna en un recipiente aparte, y con una jeringa (primero de tres, luego de cinco, y finalmente de 10 mililitros) le íbamos dando traguito a traguito su "medicina" (aunque, pensándolo bien tal vez se trate más de un complemento alimenticio). Pero desde que nos fuimos a Chetumal empezamos a diluir los citratos en una toma de leche en su biberón, y se toma todo muy bien. Es más, como los citratos los diluimos en más líquido, seguro no saben tan fuerte, y eso contribuye a que le vaya mucho mejor.

Además de sus citratos y su leche, Lucas ahora ya come papilla. Como tiene alergia a la leche es posible que haya otras alergias ahí subyacentes, por lo que la alergóloga nos puso que le diéramos papilla de un sólo ingrediente por una semana, y observáramos a nuestro crío. Así fue como las primeras cinco semanas comió papa, betabel, zanahoria, poro y jícama. Esta semana ya va a comer manzana, y luego tenemos una lista como de 15 frutas con las que irá probando alimentos más sólidos. Por lo pronto le ha encantado comer papilla, y ahora con la de manzana mucho más.

Loana por su parte tiene un manejo del lenguaje cada vez mejor. Es muy lista, cuando por ejemplo le digo que nos vayamos a bañar se niega y pide que la bañe su mamá, pero cuando se enoja con mi amada, me dice a mí que la bañe. Ya empieza a explicar cuando le preguntamos que porqué hizo algo, y ya dice alguna que otra mentira, que casi siempre le cachamos por obvia e inocente; por ejemplo hace unos días ya nos íbamos de casa de mis suegros, y le dije que se fuera a despedir y ella exclamó "pero ya me despedí papi", obvio que los abuelos y los tíos saltaron de inmediato a desmentirla y a pedirle ellos que fuera a despedirse. Otra de sus mañitas es cuando por ejemplo le decimos que ya es la última galleta (o la última golosina), entonces se la acaba y pide otra, cuando mi musa le dice que no, que ya no, Loana le propone "¿la mitad y la mitad mami?", logrando así que nos derritamos de ternura y le demos otro pedacito.

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