Capítulo 8
EMOCIONES
"Cuando estoy enojado, estoy de hecho poseído por la pasión, y en esa emoción ya no tengo otra referencia hacia ningún otro objeto, al igual que cuando estoy sediento, o enfermo, o tengo más de cinco pies de estatura."
- David Hume (1711-1776), Tratado sobre la naturaleza humana, Libro II, Parte III, Sección III (Hume 1888:415)
Hemos visto dos modos de preguntarnos sobre el sentido de la vida. Uno pregunta si la vida tiene un propósito. El otro pregunta si algo de verdad importa. El primer modo es el modo antiguo, el modo de Aristóteles y los filósofos de la iglesia medieval. Lleva a una búsqueda infructuosa de propósitos sobrehumanos con los cuales deberíamos alinear las metas de nuestra vida. Los sin Dios debemos abandonar esta búsqueda de un propósito cósmico. En cambio, debemos aceptar el segundo modo de hacernos la pregunta y buscar qué es lo que de verdad importa. Podemos basar las metas de nuestra vida en el resultado de esta búsqueda.
Hemos examinado la realización personal, las experiencias placenteras, y el deseo/satisfacción como posibles respuestas a la pregunta de lo que de verdad importa. Cada teoría se ha demostrado inadecuada. La teoría de la realización personal falla al explicar porqué el desarrollo de nuestro potencial humano debería importarnos. Las experiencias placenteras nos importan, pero no son todo lo que importa. Queremos que las cosas de verdad pasen, no que parezca que pasan. Cumplir nuestros deseos no es todo lo que puede importar. Los deseos siempre están dirigidos hacia eventos futuros. Lo que importa, sin embargo, incluye no sólo eventos, sino también personas y cosas. Las incluye no sólo en el futuro, sino también en el presente y el pasado.
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