5 de julio de 2012

Esperanza Vs Cinismo

Hace unos días en una conversación yo sostenía ante una persona panista que hubiera estado bueno que ganara López Obrador, por la esperanza. Ya le había comentado desde antes de las elecciones a mi musa, que no importaba si en realidad no había cambios sustanciales y profundos de aquí al 2018, mientras tanto, si AMLO ganaba y aprovechaba la oportunidad, habría esperanza en la funcionalidad y vigencia del sistema, y esa esperanza seguramente habría ayudado a combatir la corrupción.

¿De qué estoy hablando? De que si la población no cree en la democracia y sabe que votar o no votar de todos modos no sirve para nada, el cinismo resultante es la mejor cuna para la corrupción. Y es que cuando el cinismo se apodera del alma se vuelve más fácil y más lógico que para la próxima elección en lugar de pensar en los derechos, en el futuro, en la nación que le espera a los niños, uno se ponga a buscar representantes del partido que vaya arriba en las encuestas para ver de a como le compran el voto...

Yo le decía a mi interlocutora, pues, que el PAN ya la había regado mucho y estaba bien que lo castigaran quitándole el poder ejecutivo y mucho del poder legislaltivo; que el PRI, al menos tenía que haber sido castigado 52 años, no esos míseros doce. Ahora bien, decía yo, todos sabían que si llegaba otra vez el PAN al poder era nada más por designio y transa del presidente, o sea por motivos nada democráticos; que si llegaba el PRI era porque las televisoras lo amaban y producían, y por todas las trampas tradicionales de ese corrupto partido... Ppeeero, si llegaba el PRD, con todos los medios y empresarios en contra, si la voluntad del pueblo se hacía oir, la gente volvería a creer en las instituciones (al menos las electorales) y habría esperanza, al menos tres de los siguientes seis años. Y como decía más arriba, la esperanza hace que uno se mueva en pos de objetivos y mejoras futuras, mientras que el cinismo derivado de la estafa hace que uno se acomode y busque los beneficios del momento sin preocuparse por el mañana.

Así pues, la cúpula de los que decidieron de manera anti-democrática en este 2012 que sería el PRI el que llegaría a la presidencia, dejaron claro el México que quieren, y que quieren que se quede así, transa, corrupto, un México de mordidas y de estafas al abrigo de "la ley". Un país tercermundista, mucho más lucrativo que un país de primer mundo.

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