25 de julio de 2012

Yo soy Edmundo Dantés

Hace poco vi una película malísima titulada Law Abiding Citizen, empieza con una escena horrible y angustiante en la que un papá (Gerard Butler) que está compartiendo amorosamente con su familia va a abrir la puerta ingenuamente y lo nockean unos maleantes y se meten a su casa. Cuando Butler despierta su esposa está también en el piso, ve como la matan y empiezan a violarla, y en ese momento se asoma su hija de ocho o nueve años y uno de los maleantes se la lleva a otra habitación. Luego ves a Butler platicando con un fiscal que acaba de negociar con la defensa que ejecuten a uno de los maleantes y liberen al otro (al que liberan es al más malo, al que cometió las peores atrocidades), y te enteras que tanto la esposa como la hija murieron el día del "robo". Total que el personaje agraviado se queda lleno de odio mientras ve como liberan al violador y asesino de su esposa e hija. Corte.

10 años después. Claro porque una venganza bien planeada sólo podía hacerse después de ese tiempo. Es la fecha de ejecución del criminal condenado en la escena anterior, y en lugar de ponerlo a dormir con la inyección letal indolora como debía haber sucedido, quién sabe qué le inyectan que el tipo muere en una dolorosísima agonía. Ahí se dispara el plan de venganza de Gerard Butler, que incluye no sólo descuartizar al odiosísimo asesino-violador, sino acabar con todo el departamento de justicia de Filadelfia, con los jueces y fiscales, y demás servidores públicos que, por mediocres negociaron con el crimen.

La cosa es que el sistema de justicia es imperfecto, ok, pero es aún más imperfecto porque de entrada los acusadores se dan por vencidos y dan el brazo a torcer. Según el personaje principal del filme, el fiscal tenía que haber perseguido hasta sus últimas consecuencias a los malos, ya si por las imperfecciones legaloides quedaban libres los dos maleantes, ya si los jueces, si el jurado, si la defensa, si el sistema, liberaban a los malhechores, nuestro anti-heroe podía haberse vengado de otro modo, pero como en este caso los fiscales, por conseguir ganar un porcentaje del caso dejaron ir al otro, entonces fueron igual de culpables y deben ser ajusticiados.

Por la mitad del filme, ya que Butler mató a medio mundo, el fiscal medio corrupto (pues negoció con los malos) que llevó el caso entra en contacto con un ex espía sacado de la manga que le explica que el tipo al que no se le hizo justicia hace 10 años, es el mejor asesino a distancia del mundo, entrenado y usado por la CIA para misiones "imposibles". Le explica que si Butler lo quiere muertos, ya está muerto, sin esperanza alguna. Al final, gracias a unas cuentas bancarias conseguidas por el novio de una de las fiscales previamente asesinadas por Butler, logran desmontar el último asesinato y de paso matar al ya obviamente enloquecido padre vengativo. Sin embargo, desde el momento en que supe que era un genio homicida titeretero invencible súper-espía agente de la CIA etcéteraetc; entré en una especie de disonancia cognitiva, ¿cómo es que vivía en una casa tán fácil de asaltar?, ¿cómo es que abre la puerta tan despreocupado?, ¿sin siquiera asomarse por alguna mirilla, o alguna cámara? y al final, ¿cómo es que el fiscal y la policía logran entrar a su guarida sin que él se diera cuenta?, se me hace que al principio y al final es un tipo demasiado descuidado como para ser tan meticuloso en el medio. Es de esas fantasías gringas de poder y venganza, con un pretexto indignante cualquiera para empezar y una excusa chafa para acabar de manera aceptable, ¿y cómo es eso de "de manera aceptable"? Pues así, que el agraviado que ya se vengó pero se volvió malo en el camino muera por sus propios medios mientras recuerda la sonrisa de su pequeña. Usando la escala del filthty critic, califico a esta peli con el dedo, para un filme "conde de montecristo style" la neta esperaba mucho más.

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