Antier me puse malo. Estos son los síntomas que he atribuido a mi intoxicación: me empieza a doler la cabeza, empiezo a eructar profusamente, empiezan a darme náuseas y tras una media hora de las mismas, y con la cabeza cada vez más adolorida, debo correr al baño a vomitar todo lo que había en mi estómago, al final me echo en la cama y debo dormir dormir dormir.
Ahora bien, ese día desayuné una omelette de queso y un café, en la oficina bebí agua en un vaso que no había lavado, y comí cacahuates japoneses. Descarto el desayuno porque eso no salió en el vómito, y porque generalmente entre ingerir algo malo y el dolor de cabeza pasan unas dos horas, y me empecé a poner mal como a las seis. Queda la bolita entre el vaso no lavado (pero seco) y los maníes, de los que puedo decir que su fecha de caducidad era en octubre, o sea hasta dentro de cinco meses. El agravante de los cacahuetes (me acabo de enterar en la rae y wikipedia, que ese es el término correcto en castellano, cacahuate es un mexicanismo) fue que me los comí al lado de mi compu y con manos de teclado.
Por otro lado, mi hipótesis de intoxicación es por los eructos, la náusea, y el vómito, pero bien podría ser alguna afección mental, por el intenso dolor de cabeza. Podría deberse a la enajenación en la programada sin moverme de mi lugar ni para beber agua o ir al baño durante largos periodos (retengo, en lugar de dejar fluir), o por fumar o por no comer... Estos mismos síntomas me han ocurrido 3 veces desde diciembre. Tomaré medidas higiénicas y espero que no vuelva a suceder, pero si ocurre nuevamente iré al médico.
7 de mayo de 2008
¿Intoxicación u otro mal?
Etiquetas: reflexiones - Publicó persona.vitrea a las 09:00
3 comentarios:
Mejor ir al doctor.
Bien, esto es terriblemente extraño. Y es que mis intoxicaciones se manifiestan con harto salpullido por todos lados, sobre todo sobre la piel de la panza.
Luego, está la parte de la indigestión. La cual creo que tiene unos síntomas más parecidos a lo que te ha sucedido. Comenzando por la acción de eructar y las terribles naúseas. Las ganas de vomitar también son harto comunes y, es probable, que haya habido alguna infección estomacal. La cuál seguro te provocó fiebre y, por lo tanto, sueño.
Ahora, yo no soy ningún experto ni nada. Pero eso ya lo sabes. Así que, porfavorcito, haz caso omiso de todo esto que te digo.
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