La fiesta de Loana estuvo padrísima, mi musa mandó hacer una manta con una imagen similar a la de la invitación, así como un pastel hermoso con un paisaje de los animalitos de baby tv. También vectorizó e imprimió todos los susodichos animalitos, los recortó y reforzó y les puso dos patitas para que estuvieran parados. A loana le regalaron muchas cosas, jugetes super lindos, y ropita que probablemente no use porque mi beba está enorme, gigante, como del doble de edad, y la mayoría de la ropita que le regalaron es como para una beba de un año, justamente la edad que cumplió. No fue culpa de nuestros invitados, por supuesto, y tampoco podía yo mandarles un correo con la talla, en caso de que decidieran llevarle ropita... Fueron muchos niños y se la pasaron jugando por el patio, y estaban contentos y alegres. Mi suegro fue un gran anfitrión, tanto para con los niños como para con mis compañeros de trabajo, y seguramente para con todos los demás invitados a la fiesta.
Sólo hubo dos problemas, uno de ellos fue mi papá, y otro un ramalazo que se metió Loana cerca del final de la fiesta. Mi papá no sé si está pasando por una crisis de la vejez, o si siente necesidad de reafirmar su personalidad infantil cada que ve a tantos niños, pero la verdad es que se portó muy mal. De entrada llegó y pisó unos globos y con el ruido se asustó Loana y lloró. Luego, él llevó a Loana a la piñata, y en lugar de intentar poner el bastón entre las manos a la beba y hacer que ella le diera golpecitos, él le pegó a la piñata, y con bastante fuerza, como si nunca hubiera tenido una piñata enfrente o como si se creyera que la piñata era para él y no para los niños, afortunadamente Loana lo detuvo en seco, desafortunadamente fue llorando, porque nuevamente con los golpes la había asustado. Otra de sus fechorías fue alentar a un niño a agarrar las figuritas que mi amada vectorizó, imprimió, reforzó y montó con mucho cariño y esfuerzo, y que ella pensó en poner posteriormente en la habitación de nuestra pequeña, por lo que convenció a los chamaquitos de no tocarlas, pero ah, no, ahí va mi papá y le dice al niño, agárralas, y todo a espaldas de mi musa... No sé si hizo más tonterías, porque yo no estuve con él más que esporádicamente. De cualquier modo me molestó que se pusiera a hacer payasadas en la fiesta de su nieta. Mejor que festeje su cumpleaños en México y que se porte estúpidamente o como quiera. Me saca de onda que se porte así, no porque me avergüence, en realidad que quede mal ante los demás es asunto suyo, pero que haga llorar a mi engendrita o que arriesgue propiedad de Loana no me gusta.
El golpe que se dio mi peque fue porque la subieron a acostar y a pesar de estar rodeada de almohadas se escapó de su cerco y se cayó de la cama. El error fue mío, yo vi cuando la subían, y ya conozco la movilidad actual de la beba. Total que debía haber detenido a mi cuñada y cargado yo mismo a Loana. También son lecciones para mí a fin de cuentas.
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