18 de enero de 2011

Simonini era antisemita, el libro en donde sale no

Terminé el de El cementerio de Praga. Me gustó mucho. Se nota que Umberto Eco es fans de las falsificaciones. Ahora me parece que en la actualidad, en internet, en televisión, en radio, y en todos los medios impresos no hagan otra cosa que falsificaciones. Claro, hay uno que otro personaje que dice la verdad, pero comunmente todos aceptan las falsificaciones como si fueran ciertas, e.g. el 11/9.

Supe que la iglesia se había quejado mucho por el libro, y que había sido tildado de antisemitismo. Pues bien, en primer lugar se trata de una teoría que explica el nacimiento de los protocolos de los sabios de Zión, por lo que el personaje que recopiló todo el antisemitismo con que están construidos esos textos, debía ser también bastante antisemita. Pero es un antisemitismo infantil como el de los protocolos, lleno de odio y de ignorancia.

Lo más asombroso y terrible es que esos protocolos se convirtieran en una especie de profecía de autocumplimiento. No en cuanto al dominio hegemónico y cruel de los judíos, sino en cuanto a que según tengo entendido ahora controlan los bancos, la prensa, los oficios intelectuales y profesionales, etc. De cualquier modo me parece algo más o menos obvio, pues los judíos son una raza (¿o un grupo?, ¿una minoría?) culta, y le enseñan a sus pequeños a leer desde temprano, y es obvio que así preparados, sean buenos en muchos de los campos importantes del conocimiento.

En cuanto al berriche católico, sí, se habla mal de la iglesia, y de los jesuitas, y en general de cristo y adonai, pero todo en boca de choro-masones satanistas o del personaje principal que les había agarrado tirria en su infancia durante su educación a manos de jesuitas, o sea que no es en sí el libro, sino algunos de sus personajes, todos del bajo mundo del espionaje internacional y de los falsificadores y plagiarios del siglo XIX, los que son anticlericales.

A mi me pareció que se desmuestra, por medio del odio extremo de algunos personajes hacia los judíos, lo ridículo que resulta esa actitud desde siempre. El final me latió, muy al estilo Eco: si somos flujos de información para nuestros descendientes, en algún momento nos interrumpiremos, y esos futuros lectores podrán saber o no las circunstancias en las que nos interrumpimos en cuanto flujo. Así, el diario del capitán Simonini se interrumpe al final, dejando entender cómo y porqúe. Por estúpido y debido a un no tan lamentable error.

Ha sido una excelente lectura, creo que lo volveré a leer en los idiomas en que dejen que salga, creo que en inglés no lo han sacado, tal vez se deba a que los editores gringos y británicos todavía están ponderando si permiten que salga todo ese despliegue de antisemitismo o si según ellos resultaría irresponsable. Ya los veo argumentando que a pesar de que, por ejemplo, El príncipe, de Machiavelli, fue una especie de sátira sarcástica, fue tomado en serio por personajes como los Borgia o los Medici y sucedieron grandes matanzas; del mismo modo, no fuera a ser que algún loco ignorante pero poderoso leyera El cementerio de Praga y lo usara para justificar algunas atrocidades. En realidad, con los protocolos le bastaría a cualquier loco, así que deberían dejar que salga en los países angloparlantes y no ser tan fascistas como para censurarlo.

3 comentarios:

Distraida do Nacimento dijo...

Ahora lo voy a tenr que leer. Gracias! Encontré esta resenia:
http://threemonkeysonline.com/book_blog/2010/novels/umberto-ecos-cemetery-of-prague-creates-controversy

Distraida do Nacimento dijo...

Ah! Perdón, no sé si mi nombre sale, me acostumbré a facebook: Mariana. Abrazo de anio nuevo!

persona.vitrea dijo...

Abrazo de anio nuevo también, y gracias por la reseña :-D