11 de diciembre de 2011

Planes para aprovechar mejor el tiempo

Los fines de semana son ejemplos de una situación peculiar. Resulta que nos levantamos relativamente temprano, por los bebés (sí, Loana ya está grandota pero tiene dos años, y sigue siendo mi bebota), pero en lo que preparamos el desayuno, nos sentamos, y luego escombramos; entre que hay que cambiarle el pañal a uno u la otra, cuidarlos y bañarlos, nos dan las dos o tres de la tarde y no hemos hecho nada. Si a eso le añadimos que las dos PM es el momento de empezar la rutina de la comida, si no es que había que empezar más temprano porque por lo menos a Loana, que ya no toma pecho, hay que servirle más o menos temprano, y si gracias a Lucas ahora hay que poner al menos una lavadora y subir a tender, ya no nos queda tiempo de hacer absolutamente nada. Y no es como si pudiéramos relajarnos y ver una película, porque los chamacos no saben dejar a sus papás disfrutar de un momento de paz.

Por la situación arriba descrita, mi amada, que creció en una gran famiglia en la que los fines de semana salían todos a pasear desde tempranito, se frustra y yo quisiera hacer algo para que no se sintiera tan mal. Digo, sé que por lo general aunque nos pongamos objetivos como estar listos para salir a las dos terminamos estando listos a las cinco o seis, pero al menos está ahí el objetivo. Lo que quiero decir es que, aunque no cumplamos el plan, vale la pena tenerlo, creo. Así podemos medir la desviación y tomar medidas correctivas la siguiente vez. Supongo que tener una sola meta no es de tanta ayuda, pero si tuviéramos un plan concreto, para todas las actividades, tal vez sería mejor, aunque no lo lográramos del todo.

Si, por ejemplo, estuviera establecido que: de 8 a 8:30 preparar el desayuno (cereal y fruta picada), encargado papá; luego de 8:30 a 9:30 desayunar; de 9:30 a 10 escombrar mesa y lavar los platos, encargado papá; de 10 a 10:30 jugar con Loana; de 10:30 a 11 bañar a Loana, encargado papá; de 11 a 11:30 secarla, encremarla, vestirla, peinarla, encargados papá y mamá; de 11:30 a 12 bañar a Lucas, encargado papá; de 12 a 12:30 (mientras papá se baña/seca/viste), mamá acicala al pequeñín y lo viste; de 12:30 a 13 (mientras papá cuida a los críos) mamá se baña; de 13 a 13:30 mamá se arregla, y a las 13:30 ya estamos listos para salir o para empezar a preparar la comida... Chialerghs, incluso establecido así en papel se nos hace tarde, y eso que no estamos tomando en cuenta los imprevistos, que si alguno de los críos ya se hizo pipí, que si Lucas pide su chichi poco antes de que mi musa se vaya a meter a bañar, etc. Ok, tan sólo de pensar en un sábado me siento frustrado, sé que esta situación no va a ser para siempre, pero ¿qué quiere decir "para siempre"? Así es un sábado, un domingo, un día festivo o de descaso. En fin, de todos modos creo que hay que hacer planes y horarios para mantener la costumbre y aprovechar mejor el tiempo cuando la situación cambie, es decir, para cuando Lucas esté del tamaño que hoy en día tiene Loana, y ya podamos todos apurarnos más.

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