4 de febrero de 2012

Caballo traidor porque se pasó al bando alemán

Hace un par de días vi, online, la de War Horse, o Caballo de batalla como la titularon en español. La película sigue a un hermoso caballo purasangre de carreras prácticamente desde su nacimiento y a travez de la primera guerra mundial, y mientras acompañamos en sus peripecias al equino la historia lo dota de un carácter nobilísimo e indómito, fiel, amoroso, generoso, valiente, etcétera, y al mismo tiempo muestra las miserias de la primera guerra mundial (sobre todo del lado alemán).

Tal vez como muestra de lo fea que es la guerra es buena película, por ejemplo, el caballo es arrebatado de su joven y amorosísimo dueño que lo crió desde potro para llevarlo a la guerra, los ingleses llegan al frente y de las primeras cosas que hacen es un estúpido ataque de caballería que parece exitoso al principio, pero que un poco más adelante es recibido con ametralladoras. En ese ataque muere el segundo dueño del personaje equino principal de la película, y el caballo, ileso y junto con otros animales más pasa a manos de los alemanes.

Los alemanes no le ven la utilidad a los caballos pura sangre de carreras y los van a sacrificar cuando un chico de unos diecisiete años (del que no recuerdo el nombre pero que llamaré Hans) sugiere que los animales podrían servir para tirar de las ambulancias. Hans tiene a un hermano de 14 años de edad enrolado en el ejército alemán, y al momento que hacen que todos marchen hacia el frente usa a nuestro héroe equino y a otro caballo para rescatar a su hermano y escapar lo más lejos que puedan, pero el ejército alemán los localiza (sin encontrar a los caballos) y esa misma noche y los fusilan...

A la mañana siguiente, una niña, nieta del dueño del molino donde los desertores fusilados habían guardado a los caballos, encuentra a los animales y los adopta, pero, por desgracia hay guerra y al poco tiempo llegan soldados alemanes a saquear su granja en busca de suministros y todo lo que se puedan comer. La niña logra esconder a los caballos y los soldados no se los llevan, así que en poco tiempo está jugando a la amazona y empieza a montar sobre el héroe de la historia, pero el gusto no le dura porque vuelven los soldados, ven a los caballos y se los llevan.

A continuación los dos animales son usados para transportar artillería hasta que se muere de cansancio el caballo compañero y amigo del héroe, ese con el que había huido cuando lo de los niños fusilados, y el dolor es tan grande para nuestro protagonista que sale corriendo y empieza a atravesar la tierra de nadie. Obvio, se queda atorado a la mitad en rollos y rollos de alambre de puas, hasta que un inglés y un alemán se acercan a liberarlo; cosa que logran trabajando en equipo, y al final se juegan al caballo en un volado.

Ahora bien, y aquí es donde se pone más interesante: el primer dueño, que amaba al caballo como a la niña de sus ojos, fue a la guerra para ver si lo encontraba, y al final, equino y dueño se reencuentran y tras un momento de incertidumbre final, se quedan juntos para siempre. La película me pareció demasiado larga (2 horas y media), y al final no terminé llorando conmovidísimo sino enojado con todos los chantajes que descaradamente querían hacerme sentir.

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