Esta es la quinta parte del listado de agravios por el que Greta Christina (y yo con ella) está enojada con la religión. Fragmento que extraje de esta entrada de su blog
Me enoja cuando los creyentes dicen que pueden saber la verdad --la mayor verdad de todas sobre la naturaleza del universo, a saber la fuente de toda la existencia-- simplemente por sentarse en silencio y escuchar su corazón... y luego acusan a los ateos de ser arrogantes. (Esto no solo es arrogante hacia los ateos y naturalistas por igual. Es arrogante hacia gente de otras religiones que se sentaron igual en silencio, escucharon a sus corazones con igual sinceridad, y llegaron a conclusiones totalmente opuestas sobre Dios y el alma y el universo.)
Y me enoja cuando los creyentes dicen que la entera enormidad inimaginable del universo fue hecha solamente y específicamente para la especie humana --cuando los ateos, en contraste, dicen que la humanidad es punto microscópico en un punto microscópico, un parpadeo infinitesimal en la vastedad del tiempo y el espacio-- y aún así, los creyentes acusan a los ateos de arrogantes.
Me enoja cuando los creyentes dicen cosas como: "Sí, claro, la mente humana no es perfecta, vemos lo que esperamos ver, vemos caras y patrones e intenciones cuando no necesariamente están ahí... pero eso no podría estar pasándome a mí. Los patrones que yo veo en mi vida... no podrían ser coincidencias o prejuicios de confirmación. Definitivamente estoy viendo la mano de Dios". (Y luego, otra vez, esos mismos creyentes acusan a los ateos de cerrazón mental y de sólo ver lo que quieren ver.)
Me enoja cuando los creyentes tratan los huecos de la ciencia y del conocimiento científico de alguna manera como prueba de la existencia de Dios. Me enoja cuando, a pesar de un patrón de miles-de-años-de-antiguedad de explicaciones sobrenaturales que han sido constantemente y repetidamente reemplazadas por explicaciones naturales, siguen creyendo que cada uno de los fenómenos sin explicar puede explicarse mejor con Dios. Y estoy enojada de que, siempre que un hueco en nuestro conocimiento se llena, los creyentes ya sea intentan suprimirlo (ver más arriba: evolución en las escuelas), o si no, dicen: "Ok, esa parte del mundo no es sobrenatural... pero ¿qué tal este otro hueco aquí?, ¿Puedes explicar eso, Sr. listillo científico? ¡No puedes! ¡Debe ser Dios!"
Me enoja cuando los creyentes dicen al principio de un argumento que sus creencias están basadas en la razón y la evidencia, y al final del argumento dicen cosas como, "Sólo me parece así a mí", o "Lo siento en mi corazón"... como si esos fueran puntos clave. Es decir, ¿no podrían haber dicho eso al principio del argumento, y no haber perdido mi maldito tiempo? Mi tiempo es valioso y cada vez más limitado, y tengo mejores cosas que hacer con el que debatir con gente que pretende interesarse por la evidencia y la razón pero que ultimadamente no lo hace.
Estoy enojada de saber más sobre su jodida religión de lo que los creyentes saben. Me enoja cuando los creyentes dicen cosas sobre los credos y textos de su religión que son llanamente falsas, y tengo que corregirlos en ello.
Me enoja cuando los creyentes tratan cualquier crítica a su religión --e.g., señalar que su religión es una hipótesis sobre el mundo y una filosofía del mismo, y pedir que sobresalga por cuenta propia en el mercado de las ideas-- como algo insultante e intolerante. Me enoja cuando los creyentes acusan a los ateos de ser intolerantes por decir cosas como, "no estoy deacuerdo contigo", "creo que estás equivocado sobre eso", Eso no tiene ningún sentido", "Creo que esa posición es moralmente indefendible", y "¿Qué evidencia tienes para apoyar eso?"
Y en este mismo punto: Me enoja cuando los cristianos de los E.U. --miebros del grupo religioso más poderoso e influyente del país, en el país más rico y poderoso del mundo-- actuan como víctimas acosadas, mártires que están siendo echados a los leones otra vez siempre que alguien los critica o no logran lo que se proponen.
Me enoja cuando los creyentes responden a algunas o todas esas ofensas diciendo, "Bueno, esa no es la verdadera fe. Odiar a los homosexuales/rechazar la ciencia/sofocar los cuestionamientos y la disidencia... esa no es la verdadera fe. La gente que hace eso no son verdaderos (Cristianos/Judíos/musulmanes/Hindús/etc)." Como si tuvieran una maldita línea directa con Dios. Como si tuvieran cualquier razón para creer que saben a ciencia cierta lo que Dios quiere, y que los billones de otros que no están deacuerdo con ellos obviamente se equivocan. (Además --Soy una atea. El argumento de "ellos sencillamente no están haciéndolo bien" no va a pegar conmigo. Yo no creo que ninguno de ustedes esté en lo correcto. Para mí, todo se ve como algo que alguien simplemente se inventó).
En este tema: Me enoja cuando los creyentes religiosos insisten en que su interpretación de su religión y del texto religioso es la correcta, y que sus compañeros creyentes con una interpretación opuesta claramente están mal. Me enoja cuando los creyentes insisten en que las partes del rápido retorno de cristo y de todos los rezos siendo respondidos no son obviamente para ser tomados literalmente... pero las partes sobre el infierno y la condenación y el sexo gay como una abominación, eso sí es real. Y me enoja cuando los creyentes insisten en que las partes sobre el infierno y la condenación y le sexo gay como una abominacińo no deben tomarse literalmente, pero las partes sobre ocuparse de los pobres son las que a Dios de verdad le importaban. ¿Cómo demonios saben qué partes de la Biblia/Torah/Koran/Bhagavad-Gita/o lo que sea eran las que le importaban a Dios, y cuales no? Y si no lo saben, si se están apoyando en sus propios instintos morales y percepciones del mundo para decidir, entonces ¿con base en qué creen que Dios y sus textos sagrados tienen algo que ver con todo lo demás? ¿Qué derecho tienen para actuar como si sus opiniones fueran las mismas que las de Dios y como si él estuviera respaldándolas totalmente?
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