A continuación el segundo fragmento del texto Why French Parents Are Superior de Pamela Druckerman.
Aún cuando para ese entonces llevaba viviendo en Francia algunos años, no podía explicarme eso. Y una vez que empecé a pensar en la crianza francesa, me di cuenta de que no era sólo a la hora de la comida que era diferente. Repentinamente me encontré perdida en preguntas. ¿Por qué era, por ejemplo, que en las cientos de horas que había pasado en las áreas de juego francesas, nunca vi a un niño (excepto la mía) echarse un berrinche por mal genio? ¿Por qué mis amigos franceses nunca tenían que dejar corriendo el teléfono porque sus niños estaban exigiendo algo? ¿Porqué sus habitaciones no habían sido colonizadas por tiendas indígenas y cocinas de juguete, como la nuestra?
Pronto se volvió claro para mí que tranquilamente y en masa, los papás franceses estaban logrando resultados que creaban una atmósfera totalmente distinta para la vida familiar. Cuando llegaban familias americanas a visitarnos, los papás normalmente pasaban gran parte de la visita arbitrando las riñas de sus hijos, ayudando a los pequeños a dar vueltas al rededor de la cocina, o sentándose en el piso a construir pueblos de Lego. Cuando los amigos franceses nos visitaban, en contraste, los adultos tomaban café y los niños jugaban felizmente por sus cuentas.
Para el fin de nuestras vacaciones playeras arruinadas, decidí investigar lo que los padres franceses estaban haciendo diferente. ¿Por qué los niños franceses no aventaban comida? Y porqué no estaban sus papás gritando? ¿Podía cambiar mi cableado mental y lograr los mismos resultados con mis propios hijos?
Lecciones francesas
- Los niños deben decir hola, adios, gracias y por favor. Les ayuda a aprender que no son los únicos con sentimientos y necesidades.
- Cuando se portan mal, ponle los "ojos grandes" - una mirada severa de amonestación.
- Permite sólo una botana o golosina al día. En francia es entre 4 y 4:30
- Recuérdales (y a ti mismo) quien es el jefe. Los papás franceses dicen, "soy yo el que decide".
- No temas decir "no". Los niños deben aprender a encarar un poco de frustración.
Empujada en parte por la desesperación materna, he pasado los últimos años investigando la crianza francesa. Y ahora, con Habichuela de 6 años y gemelos de tres, puedo decirles esto: Los franceses no son perfectos, pero tienen algunos secretos de crianza que de verdad funcionan.
Al principio me di cuenta de que estaba detrás de algo sólido cuando descubrí un estudio de 2009, hecho por economistas de Princeton, que comparaba las experiencias de cuidado de niños de madres en situaciones similares en Columbus, Ohio, y Rennes, Francia. Los investigadores se dieron cuenta de que las mamás americanas consideraban el lidiar con sus niños al menos dos veces más desagradable que las francesas. En un estudio diferente hecho por los mismos economistas, madres trabajadoreas de Texas dijeron que incluso el trabajo hogareño era más placentero que cuidar a sus hijos.
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