Loana desde hace aprox una semana entró a la etapa de "lo hago yo sola", así, cuando salimos en la mañana hacia la escuela pide bajar las escaleras ella sola, escoge libros sola, toma su tenedor o cuchara y come sola, se limpia las manos y la cara sola, intenta lavarse los dientes sola, por supuesto que se quita la chamarra, los zapatos y los calcetines sola, etc.
Por otro lado, en las noches nunca se quiere dormir, no es algo que desee hacer, pareciera que ella quisiera seguir despierta y activa y jugando todo el tiempo; lo que pasa es que de repente el sueño la vence, se acuesta de ladito, cierra un poquito los ojos, y cae en los brazos de morfeo. Por lo tanto no sirve de nada decirle que ya nos vayamos a dormir, ella dice que no, que no quiere, y si yo por algún error de cálculo intentara acostarla, a continuación habría un drama de hasta una hora, lo sé porque obligarla ha salido contraproducente el 100% de las veces. Así que lo que hago es acostarme y decirle que me traiga uno de sus libros para que lo leamos, ella escoge uno de sus favoritos, me lo trae, y empiezo a hojearlo y a leer y a describírselo, hasta que lo terminamos; entonces se levanta y va por otro, y luego otro, pero mientras tanto se va amodorrando, la va dando flojera, así que cuando detecto que ya está lista para dormir en lugar de entregarle el libro para que vaya por otro, lo cierro, lo pongo a un lado, y le propongo que cantemos, y me pongo a cantarle mientras le hago piojito y rápidamente se queda dormidita. Digo, eso no quita que se termine durmiendo invariablemente a las once u once y media de la noche, pero al menos no hay dramas ni berrinches.
Otra novedad de esta milagrosísima semanísima santísima, ha sido que Loana se empieza a querer bajar los pantalones y el pañal, y me dice que "ya hice pipí", la reviso y no es cierto, no ha hecho, pero entonces la llevo a su bañito y hace, y así nos ha estado avisando a mi musa y a mí, y la hemos estado llevando. Papás orgullosísimos de nuestra pequeña que ya avisa, y que ya hace en el escusado de princesas que le compró su mamá. Total que nuestra beba está creciendo y yo ya siento nostalgia porque sé que se acerca el momento en que ya no le voy a tener que cambiar el pañal; me siento feliz por ella y al mismo tiempo sé también que un momento especial, algo lindo, algo único, está por acabarse.
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