Loana y Lucas se nos enfermaron de tos. Empezó Loana con una tos de perro al despertar y al irse a dormir. Luego también durante el sueño, y durante la vigilia, además le salieron mocos trasparentes y semi-líquidos. Loana acostumbra acercarse mucho a su hermanito; cuando le damos la oportunidad casi le salta encima y trata de ser tierna, pero obvio, es más brusca que otra cosa, aunque eso es porque todavía no sabe controlar sus movimientos y se le pasa la mano, más que por celos o envidia (cuando siente celos o envidia es frontal, y le ha metido uno que otro sape a su pequeño carnal). La cosa es que tanta proximidad también hizo que se enfermara Lucas, y así el lunes los volvimos a llevar al pediatra.
¿Volvimos? Sí, porque ya la semana anterior a la denominada semana santa, El sábado 31 de marzo, los habíamos llevado para una revisión periódica y para la vacuna de neumococo de cuatro meses de Lucas. En esa ocasión Loana apenas empezaba a tener tos, y el pediatra la revisó y nos dijo que no, que la irritación era mínima, que le diéramos solo Dimacol (una medicina para atenuar los síntomas que no es antibiótico) y no le mandó nada fuerte. Ya para la semana santa los ataques de tos habían aumentado considerablemente, y Lucas empezaba él también, así que en cuanto regresamos de las citadinas vacaciones los llevamos a consulta; y en esa ocasión sí les mandó antibiótico: Adel (Claritromicina) que en cuanto al sabor es una mentada de madre obviamente odiada por mis hijos.
Total que para ayer en la noche a Lucas ya se le habían quitado los síntomas, pero Loana seguía teniendo sus ataques constantes de tos. Entonces a mi amada se le ocurrió una idea genial, untarle un poquito de Vick VapoRub y con eso nuestra pequeña pudo dormir tranquila toda la noche y amaneció mucho mejor. Ojalá que siga mejorando, y que para cuando acabemos el tratamiento esté perfectamente.
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