Mi musa es una máquina trabajando. Cuando tiene una entrega, cuando la situación lo requiere, ella empieza a chambear con decisión y sin pausa, enfrenta y vence todos los obstáculos, y logra lo que se propone. El último ejemplo fue un evento que coordinó para la fundación en la que trabaja: le entregaron el proyecto a mes y medio del compromiso, sin que el individuo que había sido encargado del evento hubiera hecho absolutamente nada, con dos miembros del equipo totalmente inservibles (el colmo: cuando de hecho trabajaban, la cagaban); y con todo en contra, logró que la "cumbre" fuera un éxito. Pero la cosa no se queda ahí, ella hizo el diseño gráfico, la imagen corporativa, los pendones, el escenario, negoció con la sede, con los participantes, cotizó, compró, mandó invitaciones, coordinó, administró, etc. Es decir, hizo de todo y en todos los casos bien, y no sólo eso, además capacitó a una chica nueva para que le ayudara, y obtuvo la cooperación y el respeto de una antigua rival-obstáculo-mala-onda-venenosa.
Por supuesto, todo lo anterior no lo hizo estrictamente en horario de oficinas, por lo que la señora que nos ayuda con el aseo se quedaba, me acompañaba por los niños, y me ayudaba a cuidarlos en lo que mi compañera hacía lo necesario. Las últimas dos semanas previas al evento mi amada prácticamente llegó a las once de la noche a casa, y se puso a trabajar en cuanto se dormían los pequeños, hasta las cinco de la mañana. Para mí es un ejemplo de tenacidad, y, como no es la constante, y los periodos de trabajo extremo son esporádicos, los niños ya se están volviendo a acostumbrar a tener a mamá y papá en casa otra vez. Por otro lado, si eso logra ella sola, no quiero ni imaginar lo que hará con un equipo de gente capaz y bien dispuesta, ¿conquistar al mundo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario